El Partido Popular de Castilla-La Mancha ha borrado tweets del 2018 en los cuales la formación popular se mostraba crítico con las macrogranjas. Ahora, al calor de la pelea política con el Gobierno tras las declaraciones de Garzón, da marcha atrás.
Miércoles 12 de enero de 2022
La hemeroteca no perdona, y cuando esta es digital, mucho menos. Aunque el Partido Popular ha intentado ser ágil y borrar tweets del 2018 donde se criticaban las macrogranajas, las capturas de pantalla inundaban ya inundaban la red social.
Pero ¿a qué viene esta marcha atrás? El Partido Popular está utilizando las declaraciones críticas de Garzón sobre las macrogranjas como arma política para atacar al gobierno. Y no porque el Gobierno y el Partido Socialista se hayan mostrado nunca críticos con esta forma de explotación, que han dejado hacer y proliferar, si no porque se enmarca en la estrategia de los populares de confrontación con Moncloa.
Pero como es habitual, donde dije digo diego, y lo que ahora es bueno, antes era dañino para la salud pública. Esto precisamente denunciaba uno de los tweets eliminados este martes por la noche, haciéndose eco de un informe médico.
Pero la posición del PP en Castilla-La Mancha iba mucho más allá de la crítica, y es que incluso se sumó al rechazo de la proliferación de estas macrogranajas en el territorio y difundió la creación de la Plataforma “Stop Macrogranjas”.
De hecho el propio presidente del PP , cuando era alcalde de Almansa (Albacete) participó en un vídeo rechazando explícitamente este modelo de explotación.
Garzón y Nuñez (PP) se equivocan cuando creen que solo hay dos realidades ganaderas o extensivo o macrogranja. Pero la hipocresía de Nuñez es infinita ya que siempre se ha opuesto a la macrogranjas (vean vídeo). Frente a los extremos, diálogo, acuerdo y regulación. (1/2) pic.twitter.com/O9gamP8DoE
— Sergio Gutierrez (@Sergio_GP) January 10, 2022
Pero eso era 2018, ahora, con diferentes horizontes electorales en medio en territorios con fuerte peso agrícola, como Castilla y León y el próximo año en la misma Castilla-La Mancha, el discurso es bien distinto. Parece ser que “ni existen” ni son un problema como tal.
De hecho ha llevado, junto a VOX, una solicitud a la mesa del Congreso para que se discuta en serie parlamentaria las palabras de Garzón y la política del Ejecutivo frente a este modelo de explotación.
Lo que queda claro, más allá del juego político entre los partidos del régimen, es que la salud de la ciudadanía y las condiciones laborales que existen en estas macrogranjas, son las últimas de sus preocupaciones. Ya que, exceptuando estos casos de disputas mediáticas, no hay política ni acción real desde las instituciones para frenar este modelo explotador, dañino para la salud y altamente contaminante.