El Proyecto Integral Morelos es la punta de lanza de una supuesta industrialización de la región oriente de Morelos y de diversas zonas de Puebla y Tlaxcala ubicadas en las faldas del Popocatépetl.
Axomalli Villanueva @1quiahuitl
Viernes 1ro de marzo de 2019
La historia del Proyecto Integral Morelos (PIM), viene desde los años 90´s, impulsado por la Comisión Federal de Electricidad. Éste consiste, además de la termoeléctrica en la comunidad de Huexca, en un gasoducto que atraviesa más de 60 comunidades campesinas de los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala y además un acueducto para transportar 50 millones de litros de agua diarios del Río Cuautla.
Este proyecto resulta ser la punta de lanza de una supuesta industrialización de la región oriente de Morelos y de diversas zonas de Puebla y Tlaxcala ubicadas en las faldas del Popocatépetl; y para la extracción de oro y otros minerales (plata, cobre, plomo, zinc, manganeso, fierro, etc.) en diversos puntos de Morelos y Puebla.
En los últimos meses la represión ha aumentado contra los opositores al PIM por parte de los gobiernos estatales de Puebla y Morelos. Están en juego múltiples intereses de empresas transnacionales como trasnacionales españolas (ABENGOA, ELECNOR Y ANAGAS) e italianas (BONATTI).
Además, en la región existen otros conflictos producto del desarrollo de una serie de megaproyectos carreteros, mineros, inmobiliarios, urbanísticos, industriales y energéticos que no se pueden explicar sin tomar en cuenta el proceso actual de subordinación a los capitales estadounidenses y la entrega total de los recursos nacionales.
El grupo Jóvenes ante la Emergencia Nacional, organización que realiza trabajos de investigación cartográfica, desarrolló mapas para conocer la situación geopolítica de la región central del país.
El proyecto sigue la lógica de mercados
Según revela esta investigación cartográfica, la lógica de los megaproyectos en el centro de México justamente tiene como objetivo la conexión de las industrias hacia fuera del territorio. Esto es a través del corredor carretero interoceánico Veracruz-Acapulco, que comunica el Atlántico con el Pacífico y le da salida, principalmente, a las exportaciones de vehículos automotores de las plantas que se ubican en Toluca, Puebla y Cuernavaca.
Mientras tanto se alienta el desarrollo de industrias maquiladoras y en el ramo energético se contemplan proyectos de acaparamiento y despojo de agua, como acueductos y presas para controlar el recurso necesario para la fabricación de productos, como automóviles, autopartes, maquinaria, químicos, ropa y textiles, alimentos, así como construcción de termoeléctricas, hidroeléctricas, geotermoeléctricas, parques eólicos y proyectos de extracción intensiva de petróleo y gas convencional y no convencional (fracking), favorecidos por la reforma energética.
El PIM, como todos los megaproyectos, representa la lógica de la explotación voraz capitalista. No tiene en consideración el impacto ambiental y los riesgos geológicos de la zona donde está planificado. En estos primeros meses del gobierno de López Obrador se mantiene la dinámica de los gobiernos anteriores, que dan todas las facilidades a las grandes empresas, sin tener en consideración las necesidades sociales y el cuidado del medio ambiente.
Por ello es que las comunidades afectadas vienen resistiendo más de diez años a estos proyectos de despojo y que recientemente desencadenó en el asesinato de Samir Flores, un activista defensor de la tierra y referente en la lucha contra la imposición de la termoeléctrica.
Datos completos aquí.