Mientras la deuda pública de Chubut se triplicó en el último año, el vicegobernador Gustavo Menna hizo un llamado al saqueo y una confesión: el RIGI es megaminería. Citas a Alberdi y un llamado a refundar la “patria agroexportadora” en nombre, ¿Cuándo no?, del Progreso.
Lunes 2 de septiembre 13:21
En una nota de opinión publicada por el medio digital ADNSUR el domingo 1 de septiembre, el vice gobernador Gustavo Menna (UCR), dió rienda suelta a su fundamentación de la adhesión al RIGI por parte de la Legislatura el pasado 15 de agosto sin escatimar argumentos escabrosos y serpenteantes como el recorrido del Río Chubut al que el propio RIGI amenaza.
Y es que como decíamos en LID ¿Si el RIGI no es megamineria, qué és? El propio Menna, quien afirmó en repetidas ocasiones que se excluiría a la actividad minera metalífera de la adhesión por obra y magia del Articulo 2 del proyecto por él presentado y aprobado en la Legislatura, retoma la “senda alberdina” para explicar que una norma de carácter nacional como la Ley Bases se impone por sobre las jurisdicciones en nombre del federalismo encarnado en la “cláusula de Progreso”. Una fundamentación que contradice el propio proyecto elevado a la Legislatura por Menna, y hace valer la aprobación del Congreso de la Nación por sobre los términos de la adhesión de Chubut. “Estos son mis principios, sino le gustan tengo otros”, al mejor estilo radical.
Así fundamenta Menna la carta de defunción de la 5001, citando un fallo de la Corte Suprema de la Nación de 1897 contra la provincia de Santa Fe por el cobro de alícuotas especiales al Ferrocarril Central Argentino:
“Resolver lo contrario, sería reconocer en los gobiernos de provincia la facultad de anular o entorpecer los efectos de la legislación del Congreso, en cuanto ella se dirigiese a los objetos previstos en el inc. 16, art. 67. Las provincias, haciendo uso de la facultad de imponer, podrían llegar con sus contribuciones a hacer imposible la realización de las concesiones y privilegios que el Congreso acordase, destruyendo así uno de los más primordiales propósitos del pueblo argentino, al limitar en aquello ciertas prerrogativas autónomas que pertenecen a los estados en las confederaciones o federaciones puras, pero que en la unión argentina han sido dados a la nación por prescripción expresa de la Constitución”.
Pocos días despues de ampliar la denuncia contra quienes repudiaron al aprobacion del RIGI en la Legislatura declarando “No vamos a permitir que se intimide y se pretendan condicionar las decisiones de los diputados, sean cual sean estas, mediante violencia, amenazas e intimidaciones", Menna habló de "un intenso debate" provincial al que el ministro de Economía, Andrés Meiszner, puso nombre: “en algún momento el debate sobre la minería se volverá a dar”, dijo a Cadena Tiempo el pasado jueves, aclarando que "la provincia es la que zoonifica (sic) y aprueba los proyectos productivos”.
Mientras la deuda pública de Chubut se triplicó (283%) en el último año de la mano de la devaluación del peso ante el dólar (el 76% está en moneda extranjera) y la inflación (el 20% del incremento en pesos corresponde al FFDP, es decir, deuda con la Nación), legando a mas de $710.000.000.000, vale la pena recordar la cita de Alberdi, tan afín al pensamiento de Menna: “El interés de la deuda, cuando es exorbitante y absorbe la mitad de las entradas del tesoro, es el peor y más desastroso enemigo público. Es más temible que un conquistador poderoso por sus ejércitos y escuadras; es el aliado natural del conquistador extranjero".
Semejante deuda tomada por los gobiernos de Buzzi, Das Neves y Arcioni, es hoy honrada por el gobierno de Torres quien este año invertirá un cuarto de las regalías petroleras en el pago de una deuda de la cual no existen “obras públicas de valor equivalente que puedan exhibirse en compensación" de su incremento. Y no las habrá el año que viene cuando ese porcentaje se eleve a un tercio.
Lo extraño es que en el caso del pago de la impagable deuda pública, cuyos intereses impiden el desarrollo de la provincia, no se invoca “cláusula de progreso” alguna, ni a Alberdi y su denuncia del endeudamiento público, ni a la jurisprudencia internacional de “Deuda Odiosa”, sino que se apela a “honrar la deuda” con el dinero público, es decir, el dinero de la salud y la educación públicas, de las obras de infraestructura fundamentales para el desarrollo de la provincia, los salarios y jubilaciones, comprometiendo los bienes comunes naturales como garantía para el pago de esa estafa por 30 años.
De todos modos, el vice gobernador, se esfuerza en aclarar que el modelo de país que busca no es estrictamente el que propone Alberdi en sus “Bases…”, sino la “institucionalidad y el milagro educativo que forjaron los presidentes Avellaneda y Sarmiento, como así también Julio Argentino Roca”, es decir el país oligárquico, agroganadero, dependiente y atrasado de la generación del ’80 que realizó el genocidio de la Patagonia, el Chaco y la Guerra del Paraguay.
No viene a colación el debate en torno a los orígenes del Estado Argentino, que pueden leer desde una original óptica marxista acá, pero vale la pena remitirnos a lo expuesto por el propio Menna en cuanto al aprovechamiento de “nuestras ventajas comparativas naturales en materia de hidrocarburos, energía renovable, turismo y foresto industria, las ventajas competitivas derivadas de este marco normativo, sin incurrir en negativas fundadas en dogmas o especulación política”.
Pareciera que “progreso y desarrollo”, hijos dilectos del positivismo decimonónico, no serían parte del dogma extractivista, en cualquiera de sus versiones. Un dogma que funda las más oscuras especulaciones políticas que hundieron al país en la actual decadencia, gobierno tras gobierno, y que hoy nos lleva al camino de la reprimarización económica, el saqueo de nuestros bienes comunes naturales, la destrucción ambiental derivada y las brutales consecuencias para el pueblo que conforma “la Nación”.
La parálisis de la australiana Fortescue respecto al plan de inversión anunciado en Rio Negro para su planta de “Hidrógeno Verde” que traería “progreso, trabajo, etc”, parece expresar que las “condiciones normativas que den garantías de estabilidad fiscal, acceso al mercado de cambios y la seguridad jurídica”, que en palabras del vice gobernador brinda el RIGI, no es suficiente.
Como decía Gabriel Piroen LID “el modelo que defienden los liberales no tiene nada que ver con el “esfuerzo individual” ni con ningún desarrollo productivo, ni mucho menos con la “no injerencia del estado”. Más bien defienden el modelo de los especuladores que se enriquecen sin invertir un peso, custodiados por los erarios públicos.”
Y es que a todas luces, la prisa en aprobar la adhesión al RIGI por parte de Chubut, no tenía otra razón que anular el debate en torno a sus consecuencias, toda vez que la provincia fue protagonista de enormes jornadas de protesta que tiraron abajo la zonificación minera de Arcioni. Sin dudas este paquete legal extractivista comienza a generar rechazo a la luz de sus implicancias, y es el propio autor del proyecto de adhesión quien ahora aclara en esta nota que la 5001 se volatilizó el 15 de agosto y que no hay derecho que nos ampare ante el peso de la “clausula progreso”.
Es decir que en una misma operación reconoce la mentira contenida en el Articulo 2 del proyecto de adhesión, y nos llama a silencio ante el peso del derecho constitucional, pasando por encima, por ejemplo, los convenios internacionales supraconstitucionales que protegen a comunidades y territorios. La Seguridad Jurídica para ellas, esta negada.