Problemas de desabasto de agua, de acceso a la seguridad social, a una vivienda digna, de transporte, problemas de contaminación, condiciones de trabajo precarias son parte de las carencias que tienen los pobladores de El Salto, Jalisco.
Miércoles 31 de enero de 2018
El Salto, en el estado de Jalisco es uno de los municipios con mayor concentración industrial en todo el país, concentra importantes empresas nacionales y extranjeras como IBM, Honda, Hershey’s, Hella, Urrea, Grupo Recal, Vimifos, ZF, entre otras, que generan millones de dólares en ganancias al año.
A la par de esto, El Salto es uno de los municipios más pobres, en donde las condiciones mínimas para la vida de sus habitantes no están garantizadas. Problemas de desabasto de agua, de acceso a la seguridad social, a una vivienda digna, de transporte, problemas de contaminación, condiciones de trabajo precarias son parte de las carencias que tienen sus pobladores.
Hacinamiento, una constante
“Hace más de un mes que no cae el agua en el pueblo, sobrevivimos que lo que podemos almacenar. Los fraccionamientos se roban el agua, cada vez son más, construyen casas pequeñitas hasta de un cuarto, ahí no se puede vivir.” Comenta un vecino de la zona.
Los fraccionamientos que se han multiplicado por cientos en las últimas décadas en la zona metropolitana de Guadalajara se construyen con materiales de pésima calidad, con dimensiones que están por debajo de los recomendados para una vivienda digna para ser habitada por una familia de tres integrantes. Las inmobiliarias Holmex, Urbi y Geo son las responsables de la construcción de estos inmuebles que hacinan a sus habitantes.
Las consecuencias de construir estos fraccionamientos con el único objetivo de hacer negocio y generar ganancias, son muy graves para cientos de miles de personas que se ven obligadas a habitar estas “casas” que no fueron construidas como viviendas dignas, pues los créditos que otorga el Infonavit son insuficientes para conseguir un hogar que cubra sus necesidades.
Entre las consecuencias que trae el hacinamiento y los reducidos espacios de la vivienda se encuentran, el desabasto de agua, la sobrepoblación, falta de acceso a los servicios básicos, sobrecupo en las escuelas, problemas de trasporte público, malas condiciones de sanidad, además del abandono de las viviendas que se da por miles.
Sin acceso a la salud
“Para conseguir que te atiendan en el seguro es un problema, nunca quieren dar atención y tus derechos los hacen pasar como favores. Si te atreves a reclamar lo justo te fichan y ya no te quieren atender” menciona vecina de El Salto.
El acceso a la salud en El Salto es un grave problema. Con una población de casi 200 mil habitantes cuenta únicamente con una Unidad de Medicina Familiar y ni un solo hospital. Esto a pesar de tener graves enfermedades de salud originadas por el irresponsable manejo de sustancias toxicas que se vierten en el río Santiago por parte de las empresas. Las enfermedades más frecuentes por esta causa son afectaciones en las vías respiratorias, piel y estómago, además de problemas renales y cáncer.
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Los problemas en el municipio de El Salto son múltiples. A los antes mencionados se agrega la falta de escuelas públicas para que los niños y jóvenes puedan estudiar, así como los problemas de inseguridad que se dan por la presencia de cárteles del crimen organizado. Otros problemas de sanidad por la cercanía que tiene el tiradero de basura de la zona habitada y a todo esto los gobernantes priistas, incluido el actual presidente municipal Marcos Godínez Montes, no han dado solución.
La respuesta a los problemas del municipio de El Salto sólo vendrá desde abajo. Con la organización de sus habitantes en alianza con los miles de trabajadores de la zona industrial. Por eso es necesario que los millones de pesos en ganancias que generan las empresas sean utilizadas para construir hospitales, unidades de medicina familiar, escuelas y viviendas dignas.
Es indispensable que se destinen recursos para frenar de una vez por todas el derramamiento de sustancias toxicas al Río Santiago y se comience un plan de recuperación y limpieza del mismo. Sólo con la participación de los habitantes y los trabajadores que viven todos los días las carencias en el municipio se hará un verdadero cambio al servicio de los que menos tienen.