Por primera vez, Israel es declarado oficialmente culpable de representar un "riesgo" de genocidio en Gaza. Una decisión simbólica que constituye una importante derrota ideológica para Israel, pero que no será suficiente para detener su ofensiva asesina.
Sábado 27 de enero 13:36
Tal Becker (izquierda), Consejero Jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, y el abogado al servicio del Estado sionista, Malcolm Shaw, en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Foto: Remko de Waal (EFE)
El Tribunal Internacional de Justicia de La Haya ha emitido un primer veredicto contra Israel: considera que la acusación de Sudáfrica demuestra el carácter plausible del "riesgo de actos genocidas" y denuncia "la crisis humanitaria en Gaza" . En consecuencia, afirma que se requieren medidas cautelares por parte de Israel, a saber, la "obligación de luchar contra cualquier incitación al genocidio", la "obligación de autorizar más ayuda humanitaria" y la "obligación de presentar un informe en un mes sobre la aplicación de estas medidas".
Este veredicto de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) es la respuesta a la acusación presentada por Sudáfrica el 29 de diciembre de 2023 por parte de Sudáfrica. Hay que aclarar que no se trata de la cuestión de fondo, es decir, de si Israel es culpable o no de prácticas genocidas, sino de las medidas cautelares de emergencia solicitadas por Sudáfrica. Aunque la Corte Internacional no exigió a Israel un alto el fuego.
Una derrota ideológica para Netanyahu
Este veredicto constituye un duro golpe para Israel y su Primer Ministro Benjamín Netanyahu (que técnicamente se supone vinculante, pero en la práctica el Estado de Israel puede no acatarlo), cuyo argumento desde el inicio de las masacres perpetradas en Gaza consiste en blandir un supuesto derecho a defenderse y deshumanizar a la población de Gaza para normalizar las masacres y avanzar hacia una limpieza étnica. El pronunciamiento de la CIJ llega en un momento en que las masacres de civiles en Khan Younes están aumentando, empujando el éxodo masivo de palestinos hacia el sur y aumentando el número de civiles asesinados por el ejército israelí.
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Su importancia -del fallo- radica en que daña la imagen de Israel a nivel internacional y lo debilita internacionalmente.
Esta presión también pesa sobre las potencias imperialistas que apoyan a Israel. Es lo que subraya el jurista Johann Soufi, en una entrevista para L’Humanité , realizada antes de la decisión: "Esta es la primera vez que un tribunal se pronunciará sobre la gravedad de lo que está sucediendo en Gaza, en tiempo real. Además, si la Corte considera que existe un "riesgo plausible de genocidio" y ordena medidas preventivas, esto tendrá consecuencias tanto políticas como jurídicas para todos los Estados de la comunidad internacional, por ejemplo, por ejemplo, la eventual prohibición de seguir apoyando militarmente a una organización potencialmente genocida". Por tanto, la Unión Europea solicitó la aplicación inmediata de las medidas adoptadas por la CIJ.
La CIJ se niega a pedir un alto el fuego
Sin embargo, el llamado a un alto el fuego solicitado por Sudáfrica fue rechazado por la CIJ. Esta última, aunque reconoce la posibilidad de genocidio, se niega a ordenar la suspensión de los combates.
Sobre todo, aunque estas decisiones son jurídicamente vinculantes, la CIJ no tiene medios para hacer cumplir su eficacia. En este sentido, temiendo una medida de alto el fuego la víspera del veredicto, Israel ya había indicado que se negaba a acatar la decisión del tribunal: "Nadie nos detendrá, ni La Haya, ni el Eje del Mal, ni nadie más" . declaró Netanyahu.
Este veredicto de la Corte Internacional de Justicia demuestra al mismo tiempo la impotencia de las instituciones internacionales, directamente ligadas a los imperialismos, para poner fin a la masacre en Gaza, cuando no son cómplices de ella. Para imponer no sólo un alto el fuego sino también obtener el derecho a la autodeterminación de los palestinos, lo decisivo es la movilización de los trabajadores y los pueblos de todo el mundo.