La carrera de Música y Teatro existió en la Universidad de Antofagasta y funcionó hasta 1973 cuando fue cerrada abruptamente por la dictadura militar. Después de 42 años las carreras de arte renacen, sin embargo lo hacen en medio de la crisis de la educación de mercado a un costo inalcanzable para muchos jóvenes artistas que quisieran estudiar pero no pueden acceder por su alto costo.
Martes 16 de junio de 2015
Este año en la Universidad de Antofagasta se abrieron dos carreras de arte: Música y Teatro, las que partieron con muchas falencias: no tenemos instrumentos, faltan profesores, los espacios físicos son insuficientes para cubrir actividades de ensayo para todos los estudiantes, no existe un lugar donde guardar los instrumentos, entre otros problemas. Sin embargo, el arancel alcanza a $260.000 mensuales.
En el contexto del paro nacional de los profesores y los cientos de establecimientos y universidades movilizadas a nivel nacional, se discute en asambleas y plenos la necesidad de un paro indefinido en solidaridad con los profesores. Las carreras de arte tenemos que cuestionarnos si nos quedamos encerrados en la sala de clase, ensayamos horas y horas dentro del salón o salimos a la calle.
Un estudiante de la carrera señalaba en con desesperación luego de una plenaria de la universidad, "Si dejamos de ensayar haremos arte de mala calidad", pero yo me pregunto ¿Qué es arte de mala calidad? ¿Acaso el arte que hacen las personas que no tienen acceso a la educación superior crean arte de mala calidad?
Parar no es parar de tocar música, crear o de ensayar. Parar es tener solidaridad con nuestros compañeros y profesores que están luchando en todo el país. Parar es salir de la sala a hacer arte a las plazas y marchas para que todos tengan acceso a aprender.
Llevar la cultura a la calle y unirla a la vida de esas miles de personas que hoy deciden levantarse y luchar es nuestra principal tarea. Eso es construir un referente cultural en la región.
