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Provincia de Buenos Aires. El búnker de Unidad Ciudadana: una dura derrota y un mensaje para el PJ

La militancia intentó ponerle color a una derrota que Cristina definió como una “hazaña”, aunque esperaban que sea menor. La expresidenta aseguró que “no alcanzó” pero avisó que Unidad Ciudadana llegó para quedarse, en lo que parece un mensaje hacia la interna del PJ.

Juan Manuel Astiazarán

Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran

Lunes 23 de octubre de 2017 07:56

*Fotografías: Bárabara Continanza para Enfoque Rojo

El búnker de Unidad Ciudadana comenzó a poblarse de jóvenes militantes. A diferencia con el día de las PASO, iban entrando desde temprano, pasadas las 18, y se empezaban a escuchar las primeras canciones en apoyo a la expresidenta. La cumbia sonaba en los parlantes y algunos se animaban a tirar los primeros pasos mientras los periodistas destacaban el contraste con aquel domingo 13 de agosto.

Apenas treinta minutos tuvieron que esperar para conocer la primera comunicación oficial. Leopoldo Moreau, candidato a diputado y vocero de Unidad Ciudadana anunciaba comenzaba a hablar frente a los micrófonos: “Es probable que sea una elección con mucha paridad, pero en la medida que se vayan cargando los telegramas que van entrando esto se va a ir resolviendo con transparencia. Nuestro último boca de urna nos da una ventaja por menos de un punto, aproximadamente un 0,8%”. La escasa diferencia y la precisión del dato llamaban todavía más la atención de los periodistas que dos meses atrás habían visto cómo estaba prohibido hablar públicamente de números en Sarandí, mientras el búnker de Cambiemos se apresuraba a festejar una victoria que finalmente no era.

Si en esa ocasión hubo que esperar hasta las 4 de la mañana para escuchar a Cristina Kirchner anunciar los primeros números de la elección, esta vez la estrategia era diferente. En aquel entonces la expresidenta llegó al búnker pasada la medianoche, mientras que esta vez los altoparlantes anunciaban su presencia cerca de las 19, lo que parecía completar la fiesta para la militancia.

Sin embargo, ni las declaraciones de Moreau ni el clima de festejo coincidían con las miradas de preocupación del equipo de Unidad Ciudadana, ni con lo que se decía “off the record”.

“Esto ya lo vivimos”

Minutos después de las 9 de la noche, todos los canales anunciaban los primeros resultados que iban llegando al centro de cómputos: Esteban Bullrich se imponía por más de 8 puntos de diferencia con las primeras mesas escrutadas en la provincia de Buenos Aires. Los ojos fijos en los monitores observaban incrédulos los números que arrojaba la televisión, bastante lejanos a los que había aventurado Moreau tan sólo horas antes.

“Esto ya lo vivimos” se escuchó decir a algunos por lo bajo, recordando la “remontada” de las PASO y la diferencia en la velocidad de carga de los distritos afines al oficialismo. “Lo damos vuelta” repetían otros intentando autoconvencerse. La música seguía sonando al palo pero ya no había bailes, ni palmas, ni cantos y los que antes hablaban “off the record” ahora esperaban en silencio.

Épica no hay

“Soldado soy, del General, y este proyecto vamo’ a bancar”. El canto crecía de boca en boca entre los pibes y las pibas que esperaban la salida de Cristina, como para sacarse la bronca. Si con los primeros datos del centro de cómputos oficial todavía muchos soñaban con la épica de un triunfo agónico, con el paso del tiempo esa ilusión se fue diluyendo. Con el 70% de las mesas escrutadas la diferencia seguía marcando una ventaja de más de 5 puntos para Esteban Bullrich y el resultado era una realidad.

Cuando Cristina salió al escenario el reloj marcaba las 23:23 y los resultados 4 puntos de diferencia. “Unidad Ciudadana ha sumado en estas elecciones más votos que en las PASO. Hemos sido capaces de sumar votos, hemos sido capaces de crecer a pesar de que nos hemos enfrentado a la más enorme e inédita concentración de poder de la que se tenga memoria desde la restauración democrática” comenzó diciendo. La frase era completada por un dato falso: “El resto de las fuerzas opositoras no han resistido el avance del oficialismo y nosotros sí hemos crecido. Sólo Unidad Ciudadana ha crecido, esto es un dato objetivo de la realidad”.

El argumento pretendía teñir de “hazaña épica” el magro crecimiento y a la vez ocultar que el Frente de Izquierda fue la otra fuerza que también creció, obteniendo 127.000 votos más para la categoría de senadores (mientras UC obtuvo 119.000) y 152.000 votos para diputados, lo que le permitirá renovar la banca en juego y sumar otra.

Teléfono para el PJ: “Unidad Ciudadana ha venido para quedarse”

En sintonía con las declaraciones que más temprano hiciera Moreau, Cristina Kirchner volvió a reafirmar que el espacio se mantendrá de acá en adelante. “Unidad Ciudadana será la base, no la totalidad. La base de la construcción de la alternativa a este Gobierno” aseguraba desde el escenario con un inmutable Fernando Espinoza que escuchaba detrás. “Aquí no se acaba nada, hoy aquí empieza todo” replicó.

La frase suena como un mensaje para el peronismo que sueña con el “poskirchnerismo” y sobre todo hacia la interna del PJ bonaerense y los intendentes, donde ya se vive la disputa por la presidencia en 2018. El exintendente de La Matanza es la actual autoridad del partido y se anotaría para la reelección mientras que Gustavo Menéndez, el intendente de Merlo que tan sólo días antes de la elección posaba sonriente en el despacho de Pichetto, podría anotarse para la renovación. Al primero pudo vérselo a pocos metros de distancia de la expresidenta y si uno revisa su Twitter puede ver la foto de hoy con la leyenda “Gracias”. Muy distinta es la situación del segundo, a quien no se lo vio en Sarandí y compartió un sugestivo mensaje en la red social del pajarito.

Si bien el resultado le pone un techo bajo a sus aspiraciones, Cristina se consolida como la principal dirigente peronista y mantiene un importante respaldo electoral. Desde ahí trabajará y buscará imponer condiciones en la reorganización del PJ, en un escenario que encuentra al partido en una crisis histórica y con una fragmentación cada vez mayor.

Finalmente Cambiemos se impuso en la madre de todas las batallas y la expresidenta ingresará al Senado sin la compañía de Jorge Taiana. Allí se encontrará con un bloque alineado con los gobernadores, los grandes derrotados de este domingo como muestra el caso del “renovador” Urtubey en Salta.

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En momentos donde la fragmentación y la crisis del PJ arrojan muchas más dudas que certezas, es posible asegurar al menos algunas: la complicidad de “los traidores” en la gobernabilidad de Cambiemos y el doble discurso que seguirán mantienendo con la eterna promesa de enfrentar el ajuste. Por el contrario, las bancas conquistadas por el Frente de Izquierda estarán puestas al servicio de fortalecer esas luchas y el reclamo de justicia por Santiago Maldonado, contra la represión y la impunidad.