Como una estadística más en las mañaneras del presidente, se informó que en los primeros cinco meses del año los feminicidios aumentaron 7.1% con respecto del año anterior. ¿De dónde viene tanta violencia hacia las mujeres?
Marisol FN Agrupación de mujeres y disidencias Pan y Rosas
Jueves 1ro de julio de 2021
Aunque la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana está encabezada por una mujer, Rosa Icela Rodríguez Velázquez y pese a que el gobierno de la 4T exalta con bombo y platillo la legislatura con la mayor Paridad de Género, la violencia feminicida en el país no disminuye sino que se agudiza día con día.
En conferencia de prensa, la encargada de seguridad informó que los estados de México, Veracruz, Jalisco, Chiapas, Morelos, Sonora, Nuevo León y Ciudad de México concentran el 57.4% del total de feminicidios en el país en lo que va del año.
Pese a que 50 de los 724 municipios con carpetas de investigación por este delito, concentran el 38.5% de los casos, en el país existen únicamente 55 centros de justicia para las mujeres según datos oficiales. Éstos son claramente insuficientes para atender los casos de violencia y asesinatos de mujeres, pues como lo demuestran las cifras presentadas por el propio gobierno, este delito aumentó 7.1% con respecto al 2020.
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La encargada de protección ciudadana, declaró: “en el gobierno del presidente AMLO tenemos el compromiso de clasificar adecuadamente los feminicidios”, mientras que destacó que en la Ciudad de México –también gobernada por una mujer, Claudia Sheinbaum-: “toda carpeta de investigación por homicidio cuya víctima es una mujer, se inicia como feminicidio”.
Con base a esta lógica argumentada pro las funcionarias de la 4T y los resultados de las estrategias implementadas, es necesario cuestionar: ¿Qué tan válidas son las leyes y estrategias institucionales, cuando sólo aplican hasta consumarse los hechos de violencia y/o feminicidio?. Por otro lado más penas, castigos y seguridad lejos de disminuir el problema, sólo han servido para simular medidas gubernamentales al respecto y tampoco han evitado que nos sigan a más mujeres.
¿Cómo enfrentamos la violencia feminicida?
La estrategia del Estado mexicano ante este fenómeno ha tenido diferentes facetas: desde la negación y/o minimización por parte de los gobiernos -no sólo del PRI y el PAN, también del MORENA y AMLO-; pasando por el reconocimiento institucional del feminicidio que no fue una concesión del gobierno, sino como una demanda social impuesta por las madres de víctimas y el movimiento de mujeres; hasta la implementación de leyes y políticas que supuestamente castigan la violencia hacia las mujeres, al tiempo que fortalecen a las instituciones represivas del Estado –como el ejército y la Guardia Nacional-, en nombre de la “lucha contra la violencia de género”.
Pareciera entonces que las victimas de violencia patriarcal sólo pueden aspirar al castigo como el único medio para obtener justicia, pero lejos de ser un derecho, termina siendo una maniobra política del propio Estado para no cuestionar su responsabilidad en el problema. Al tratarse de un Estado capitalista y patriarcal, que protege la propiedad privada y los intereses de los capitalistas, resulta muy funcional y conveniente que las mujeres –sobre todo las de las clases trabajadoras-, ocupemos siempre el lugar de víctimas impotentes y nunca, el de sujetas políticas y de cambio.
Al no cuestionar las raíces estructurales de la violencia feminicida, las políticas públicas implementadas hasta ahora por los gobiernos del PRI, PAN, PRD y ahora el MORENA no han detenido ni aminorado un problema que a diario nos arrebata la vida de más de 11 mujeres. Es por ello que desde Pan y Rosas afirmamos, que única salida real para hacerle frente al feminicidio y la violencia sólo puede venir de la organización independiente del movimiento de mujeres.
No dejaremos de plantear que la lucha contra el patriarcado y el capitalismo es una sola, y que para que triunfemos es necesaria la más amplia unidad con la clase trabajadora y otros movimientos sociales que tienen al mismo enemigo en común. Solamente con independencia política del Estado y sus instituciones, apostándole a la movilización masiva en las calles y la organización permanente en cada escuela, barrio y centro de trabajo es que lograremos hacer efectivo el que no haya #NiUnaMenos.
¡Súmate a Pan y Rosas México y peleemos juntas desde esta perspectiva feminista y socialista!
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