La presidencia del Centro de Estudiantes del ISFD 113 de San Martín propuso convocar a movilizarse contra la impunidad de ayer y de hoy. Sin embargo, la agrupación “Desde las Aulas” perteneciente al kirchnerismo, se niega a realizar cualquier tipo de convocatoria, olvidando la tradición de los estudiantes de la institución en la lucha por la memoria, verdad y justicia.
Jueves 18 de marzo de 2021 23:39
El Instituto Superior de Formación Docente Nº 113 situado en el partido de San Martín, funciona en el mismo edificio que el colegio Estados Unidos, la secundaria Tomás Guido, colegios que sufrieron en carne propia la desaparición y detención forzada de compañeros durante el golpe: son 29 los desaparecidos registrados que eran parte de la institución.
A 45 años de la dictadura cívico militar, olvidar el legado de quienes lucharon es darle espacio a la derecha más rancia que día a día gana lugar en las calles. Cuando el auge de la pelea por los derechos humanos ganaba adherentes, el mismo Néstor Kirchner hizo el acto de honor de bajar los cuadros de los genocidas. La pregunta es dónde quedó esa mística y ahora que ni siquiera se atreven a copar las calles en un nuevo aniversario del golpe genocida. Porque la derecha represiva y asesina no espera ni dialoga con el virus, como vimos hace unas semanas en el obelisco, que se pusieron bolsas mortuorias con los nombres de reconocidas figuras de los DD.HH. (entre otras).
Hace unos años, militantes kirchneristas hicieron un libro donde recolectaron la historia de los detenidos desaparecidos del colegio Estados Unidos de San Martín: "Historias que dejan huellas". Nos sorprende entonces que al día de hoy y a días de un nuevo aniversario planteen tan livianamente que "no vamos a convocar a nada" cuando desde la agrupación Oktubre en la presidencia del Centro de Estudiantes del ISFD 113 se plantea convocar a la movilización del próximo miércoles porque no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos.
Nos resulta llamativo que, si bien se ha convocado públicamente desde agrupaciones pertenecientes al oficialismo (como la Cámpora o el Evita) a marchar por el Papa Francisco, o en el octubre pasado a copar las calles en el día de la lealtad, a días del 24 les resulte tan problemático movilizar contra la impunidad de ayer y de hoy. ¿Acaso aquellos años en los que enaltecer la pelea por los derechos humanos gritando Nunca Más y en las calles como salida a la derecha represiva se acabaron? Y, en ese caso, ¿qué política se está imponiendo para pararle la mano a la derecha represiva y asesina?
Es una pregunta válida para hacernos después de vivenciar la desaparición y asesinatos de Jorge Julio López, Luciano Arruga, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Facundo Astudillo Castro, entre otros tantos más.
Además de la represión que vemos a diario a los laburantes, como hace unos días a los trabajadores de Arrebeef a quienes les mandaron la policía por estar peleando contra la burocracia sindical. O el caso más brutal de represión a familias que vivían bajo una lona en Guernica y peleaban por un techo.
Viendo los hechos, entonces, queda más que claro a qué se refería el Presidente cuando el año pasado decía muy livianamente que debíamos "dar vuelta la página".
Pero los que venimos organizándonos en las calles en apoyo y solidaridad a todos los que luchan, aún con los cuidados que la pandemia amerita, sabemos que la única salida para enfrentar a los responsables de las miserias que vivimos día a día, así como para exigir juicio y castigo a los genocidas y cómplices de la dictadura, es en las calles. Ese es el legado que nos dejaron las generaciones de lucha que nos antecedieron y del que no vamos a retroceder.
Acostumbrarnos a la realidad actual y no movilizar por nuestra memoria y nuestros derechos, nos llevaría pasivamente a aceptar el ajuste y la precarización de la vida en la que vivimos.
Sabemos muy bien que la dictadura además de llevarse compañeros, nos dejó una herencia que ningún gobierno destruyó y que, en la crisis actual, azota cada vez más.
Desde la deuda externa hasta el plan precarizador y neoliberal fueron impuestos mediante la represión y asesinato de quienes se organizaban por sus derechos y una vida digna. Al día de hoy sigue muy vigente y se expresa en todes les que hacemos malabares para llegar a fin de mes, conseguir un trabajo estable, peleamos por salud, educación y vivienda digna. Y que los gobiernos post dictadura sólo se hayan acomodado a la miseria de lo posible, en vez de priorizar el bienestar de las mayorías que hace años somos golpeados, es algo por lo que también seguiremos luchando. No vamos a ser funcionales al silencio que nos quieren imponer para seguir recortando todo en pos del pago de una deuda ilegítima, fraudulenta e ilegal.
Este 24 de marzo se cumplen 45 años del golpe, pero también se da un quiebre con quienes no ven un problema en regalarle las calles a los responsables del golpe cívico militar. Tenemos que seguir peleando por juicio y castigo, por la apertura de los archivos y por memoria, verdad y justicia. Por eso no da lo mismo que no estés, no da lo mismo que te quedes en casa.
Este 24 salimos de la puerta del profesorado a las 13.30hs. Escribinos para sumarte por:
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¡Ni olvido, ni perdón, ni reconciliación!