Tras una seguidilla de alzas el cobre superó los 4 dólares por libra, pero el saqueo de los empresarios impide que los beneficios los veamos los trabajadores. ¿A quiénes sirven estos números?

Patricio Araneda FCE UBA / @patrotsko
Sábado 20 de febrero de 2021
Durante la jornada del viernes el cobre alcanzó precios que no veía en casi diez años. No es menor la noticia, ya que tras un alza de 4,26% respecto al jueves, los futuros lograron superar la barrera de los 4 dólares la libra, que significó además la mayor racha mensual desde que se comenzaron a medir estos contratos hace 35 años.
Estas cifras se dieron debido a una recuperación económica acelerada del gigante asiático luego de meses avanzando en la etapa de desconfinanmiento, al ser el mayor comprador de estas materias primas. Y subieron aún más ante la preocupación en los mercados por la escasés de microprocesadores que requieren los fabricantes de gran cantidad de productos electrónicos.
Otro movimiento importante que se ha observado desde abril de 2020 es la caída del precio del dólar, que en dos semanas descendió más de 30 pesos, influenciado por la monstruosa emisión de la divisa planeada por el gobierno de Biden.
Y es que las buenas noticias para los principales inversores mineros, que acompañarán un aumento en las arcas fiscales, no se verán reflejados en los bolsillos de los pequeños exportadores que verán disminuidos sus ingresos, tampoco para los millones de trabajadores desempleados o con sueldos de miseria que no cubren siquiera la canasta básica familiar ante un elevado costo de la vida en medio de la pandemia, donde cada peso que se gaste en alimento es un peso menos para salud y viceversa. No será sorpresa cuando veamos que la mayoría de estos recursos extras se utilizarán en subsidiar a otros negocios de la misma clase empresarial para engordar sus bolsillos, a costa de quienes realmente generamos la riqueza. La teoría del "chorreo" no existe.
No se financian derechos sociales con solo inyectar un poco más de plata en una que otra política pública irrelevante, mientras Carabineros y el ejército tienen cifras exorbitantes para comprar vehículos y todo tipo de armas para reprimir, siendo que gracias a nuestros impuestos regresivos somos nosotros quienes les financiamos el jugar a las guerritas. Nos corresponde solo nosotrxs acabar con la irracionalidad capitalista, no nos crucemos de brazos.

Patricio Araneda
Economía.