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Red Internacional
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Mujeres y diversidad sexual. ¿El de San Luis será tu primer encuentro?

Después de dos años de pandemia, volvemos a encontrarnos. Este 35º encuentro en San Luis continua con una tradición única en el mundo, del movimiento de mujeres de Argentina, y también trae algunos de los cambios que decidimos entre todas y todes.

Lunes 22 de agosto de 2022 09:59

En mayo de 1986, se realizó el 1º Encuentro Nacional de Mujeres, en el Centro Cultural San Martín de Buenos Aires, impulsado por un puñado de feministas que lograron convocar cerca de un millar de participantes. Se había celebrado apenas tres veces el Día Internacional de la Mujer, sin dictadura militar. Y las mujeres querían debatir sobre el derecho al divorcio, la legalización del aborto, la deuda externa, la libertad de las presas políticas de la dictadura que aún permanecían en las cárceles y los derechos laborales de las trabajadoras de casas particulares. El segundo se realizó en Córdoba y al año siguiente, se eligió Mendoza como sede. Así se fue expandiendo, creciendo en participación y en temas de debate. Pero también en confrontaciones, como las que se repitieron durante muchos años, desde 1997 cuando las autoridades de la Iglesia católica, en San Juan, organizaron un contra-encuentro que incluyó provocaciones, una marcha fundamentalista por los "valores tradicionales" contra las "abortistas" del Encuentro de Mujeres, incluyendo bombas de estruendo y pintadas en los micros de las delegaciones.

Mientras tanto, el PCR/CCC empezó a ganar hegemonía en la Comisión Organizadora de los sucesivos encuentros, oficiando de garante para que la Iglesia pudiera enviar sus delegaciones con el objetivo de evitar que se discuta sobre el derecho al aborto, negociando con los gobiernos, impidiendo que las mujeres pudieran pronunciarse categóricamente sobre sus derechos y, también, obstaculizando la participación de lesbianas, travestis y mujeres trans. Algunos sectores, afines políticamente a los oficialismos de turno, toleraron esta regimentación impuesta por el PCR/CCC porque, al mismo tiempo, les servía para limitar la influencia de las mujeres de la izquierda en los debates entre jóvenes, trabajadoras, mujeres de los pueblos originarios, desocupadas que buscaban organizarse contra la crisis y por sus derechos.

Cuando nos juntamos en Trelew, en 2018, democráticamente se decidió cambiar el nombre del Encuentro Nacional de Mujeres, por el de Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans y No binaries. Queremos estar todas y todes. Y que se nos nombre. Así fue en ese 33º encuentro y lo mismo se repitió en el 34º que se realizó en La Plata. Después vino la pandemia y ahora vamos hacia el 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans y No binaries en San Luis. El PCR/CCC decidió separarse de la Comisión Organizadora y convocar otro encuentro alternativo en noviembre, sin demasiadas explicaciones.

¿Cómo funciona?

Como cada año, el sábado por la mañana se realizará un acto de apertura del Encuentro, en el que se recibe a todas las delegaciones del país y se lee un documento de la Comisión Organizadora. Y después de almorzar, comienzan los talleres que se organizan por temas de interés y son el verdadero corazón del Encuentro, donde intercambiamos nuestras opiniones, debatimos, hacemos propuestas y sacamos conclusiones. Estos talleres continúan el domingo por la mañana y por la tarde.

Durante todos estos años, invocando que la votación de propuestas por mayoría y minoría no era compatible con "el espíritu del encuentro", las Comisiones Organizadoras, impidieron que sea visible que las que estábamos por el derecho al aborto éramos una mayoría abrumadora respecto de las delegaciones de fundamentalistas enviadas por las iglesias para impedir el debate. De esa manera, la opinión de miles de mujeres era contemplada igual que la de una pequeña minoría oscurantista. Lo mismo cuando algunas pocas decían que nuestros reclamos son "ideología de género" (lo que ahora dice Milei) y atacaban a las lesbianas en los talleres. Aunque en los talleres se las repudiara, no podía saberse que eran una abrumadora mayoría contra una pequeña minoría. ¿Este año podremos decidir, entre todas, que queremos visibilizar que somos mayoría las que queremos luchar por nuestros derechos, organizarnos contra la crisis, enfrentar los planes de ajuste de los gobiernos y el FMI y combatir también contra la derecha libertariana que también es misógina y transfóbica? ¡Hagámoslo!

¿Para qué sirven los Encuentros?

Los anteriores Encuentros Nacionales de Mujeres sirvieron para muchas cosas, especialmente cuando desobedecimos las normas impuestas por una pequeña minoría. Un gran ejemplo es el de la querida Dora Coledesky que, para el 18º encuentro en Rosario, cuando la Iglesia nos impedía discutir el derecho al aborto, impulsó una gran asamblea por la que abandonamos los talleres. Mientras las dejamos a las reaccionarias clericales debatiendo entre ellas y con el PCR/CCC, todas las mujeres de los movimientos sociales, algunas delegadas de sindicatos, feministas y mujeres de la izquierda nos pusimos de acuerdo en lanzar un plan de lucha y movilización que arrancó ese mismo año por la legalización del aborto. Al año siguiente, en el encuentro de Mendoza se empezó a gestar la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto que muchas jóvenes conocieron más recientemente.

Otra querida compañera fue Lohana Berkins, que fue fundadora de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti Transexual. Aunque cause mucha indignación incluso recordarlo, durante muchos años, se armaba un gran revuelo cada vez que una mujer trans o una compañera travesti quería participar de los Encuentros y no faltaron las ocasiones en que tuvimos que forcejear –con el cuerpo, pero también con las ideas y con las palabras-, para que Lohana pudiera entrar a los talleres. Pasaron muchísimos años para que las mujeres trans pudieran participar con pleno derecho, tener su propio espacio con talleres coordinados por ellas mismas. Y eso lo consiguió, fundamentalmente, la persistente desobediencia de Lohana y otras compañeras.

Dora, Lohana y tantas otras compañeras sabían que su propia desobediencia, lejos de “romper” los Encuentros o de debilitarlos, fortalecía mucho más la autonomía y la participación masiva y democrática en este espacio de nuestro movimiento de lucha.

¿Y el siguiente encuentro?

Y finalmente, los domingos a la tarde, salimos todes a marchar por las calles de la ciudad. Gritamos nuestras consignas y les hacemos saber de nuestra presencia y nuestras demandas a las instituciones del régimen político y a las iglesias que ponen palos en la rueda de las luchas por nuestros derechos.

El lunes por la mañana, en el acto que clausura el encuentro, se resuelve la sede del próximo año. Claro que, hasta ahora, eso se decidía entre cuatro paredes y luego se hacía un simulacro de participación, midiendo cuál ciudad era la más aplaudida entre las pocas que aún no se habían vuelto a sus hogares. Como todos los años, nosotras insistiremos para que la sede del siguiente encuentro se proponga y se vote en los talleres, que todas podamos opinar y decidir, sin ningún manejo burocrático a nuestras espaldas. Si el Encuentro somos todes, que se escuche a todes. ¡Hagámoslo!

¡Vení con Pan y Rosas!

Pan y Rosas y el PTS en el Frente de Izquierda te proponemos hacer de este 35º Encuentro, el puntapié inicial de un plan de lucha, organizado democráticamente desde abajo, contra los planes de ajuste que el gobierno y el FMI descargan sobre nuestras espaldas. Mostremos que podemos unir la enorme lucha de los movimientos sociales, donde las mujeres están al frente, con las enormes luchas de las maestras, de los movimientos ambientalistas y los pueblos originarios, de las mujeres que resisten la represión y el asedio constante en las tomas de tierra peleando por su vivienda, de la juventud precarizada y estudiantil.

Queremos debatir y decidir, democráticamente y sin ninguna dependencia con los gobiernos nacional o provinciales ni sus partidos, cuáles son los pasos a dar para construir, desde abajo, un paro y un plan de lucha nacional para derrotar el plan de arriba, que es solo más ajuste contra nosotras y nosotres. Te invitamos a ser parte de nuestra delegación al 35º Encuentro en San Luis, para dar juntes esta pelea.