Vivimos en un estado mental de pre- conciencia, en el sentido de que tenemos pensamientos, sentimientos, fantasías, vivencias, entre otras, que están dormidas pero que pueden hacerse presentes en cualquier momento en nuestra conciencia. ¿Por qué están dormidas? porque de algún modo no pueden entrar en la conciencia por falta de espacio, ya que han sido desplazadas por otr@s pensamientos, sentimientos y vivencias prioritarias.

Gaba La Izquierda Diario Antofagasta
Lunes 6 de abril de 2015
Si miramos a nuestra sociedad actual, vemos por ejemplo como prepondera la conciencia de que debemos trabajar para satisfacer nuestras necesidades básicas en las condiciones que se presenten (Es cosa de mirar la minería y sus extensos turnos), y hemos desplazado o "dormido" la realidad de que el ser humano es dueño de sus condiciones de vida, y que ese dominio se realiza a través del trabajo placentero, que permita la realización humana.
Sí analizamos lo anterior, podemos concluir que en el primer ejemplo, la responsabilidad de las condiciones del trabajo son vistas como algo externo, ajeno a nosotros mismos y en el segundo ejemplo, son internas, inherentes al propio ser humano.
Ahora bien, este ejemplo de nuestro estado de pre conciencia desde el trabajo no es al azar, porque "la producción de ideas, de concepciones, de conciencia, está entretejida con la actividad material y las relaciones entre los hombres –el lenguaje de la vida real" (Marx y Engels, 1846, pp. 31, 36, 42). Pero ¿qué significa esto? que nuestra conciencia está en gran parte determinada por el sistema productivo con el cual estamos en constante relación, determinando con ello nuestra forma de organizarnos a nivel social, familiar e incluso personal.
Actualmente el sistema capitalista es quien lidera, el cual define las relaciones humanas desde la explotación de unos sobre otros. Por tanto, no es casual que no seamos conscientes de la explotación ni la represión que hoy existe, pues es el mismo sistema quien nos bombardea de mensajes para justificar y reprimir nuestra conciencia, fomentando pensamientos, sentimientos a su conveniencia, logrando que otros permanezcan dormidos.
Y es tan astuto, que tiene muchos aliados para cumplir este objetivo, como por ejemplo; la publicidad, que nos dice compra felicidad, salud, belleza, educación, etc, en cómodas cuotas, instaurando en nuestra conciencia que somos validados por lo que poseemos, así el mercado se fortalece al comenzar una competencia incluso entre nosotros mismos para conseguir los bienes al costo que sea, porque mientras más capital "más posición social". Así podemos observar a ciertos grupos de personas que asumen una ideología explotadora hasta transformarse en explotadores, creyendo que es el camino hacia la autorealización y la libertad, cuando son lacayos de los verdaderamente privilegiados, ejemplo concreto de esto es lo que actualmente, disfrazado de esperanza y autorealización, se llama "emprendimiento".
Por otro lado, nos encontramos con la institución religiosa que discrimina a quienes no pueden encasillarse en lo que llamamos hombre, mujer y familia, normas que te prohíben ser leal a ti misma. Hago hincapié en que no se trata de una crítica a nuestros cultos, estos son personales y libres, más por lo mismo no deberían regir los principios de vida de todas las personas.
Finalmente, lo anterior es parte de la actual conciencia mundial en un sistema capitalista y patriarcal, y sí, es muy doloroso pensar que nos han acunado de tal manera que no cuestionamos quien nos arropa, sin embargo es muchas veces más satisfactorio y placentero darte cuenta que en cualquier momento puedes despertar, para organizar la construcción de una herramienta de acción que nos permita transformar la realidad, hacia "un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres" Rosa Luxemburgo, socialista, revolucionaria, feminista del siglo XX.