Cada 10 de agosto en distintas zonas del país se conmemora el Día del Minero, fecha instaurada legalmente a partir del 2009 desde las empresas mandantes, y conmemorada hace más de 90 años por los trabajadores.
Teresa Melipal Santiago de Chile
Viernes 11 de agosto de 2017
La relación entre la vida y la muerte producto de los accidentes al interior y exterior de la mina, el trabajo precario y las numerosas muertes, pone a la palestra la preocupación de los mineros de ayer y de hoy ante las condiciones laborales y su relación con la patronal minera.
Dentro de su cotidianidad, se expresan distintas manifestaciones culturales en las que cada trabajador deposita su fe en alguna cábala, en alguna religión, sus seres queridos o en la adoración de figuras simbólicas para volver a sus casas sanos y salvos.
El Día del Minero nace a través de la creencia religiosa de San Lorenzo, patrono de los trabajadores de la minería, como una respuesta de las familias de los trabajadores y la preocupación de la sociedad ante la adversidad del trabajo dentro de las paredes de la mina.
La figura de San Lorenzo se remonta desde la antigüedad con la leyenda popular en España tomada por la Iglesia Católica, canonizando al santo en plena Edad Media como patrono de los Mineros. Tras la llegada de los españoles a América en 1492, la religión católica fue impuesta a punta de la espada de la evangelización y por otro lado, con la empresa de la Corona Española la cual se consolidó en los trabajos forzados por parte los españoles hacia los pueblos originarios de América. Así tanto en Perú, Bolivia y en el norte de Chile esta conmemoración comienza a masificarse con la población que trabajaba en las mitas y en la merced de tierra, mezclando la celebración religiosa en las culturas indígenas y en la española en una sola celebración.
En Chile la festividad comienza a partir de 1920, en el Teniente, donde los trabajadores exigían el día libre durante las extensas jornadas de extracción del mineral. A partir de 1927, la minera Brodden Cooper es presionada por los trabajadores para la creación de un monumento al minero en Sewell, con la figura del modelo de un minero de la zona el que posteriormente murió por un derrumbe en plena faena, a causa del trabajo precario y nula protección.
También en el sur de Chile en la minera Silva, cercana a la minera Cerro Bayo de Chile Chico, el campamento de Puerto Cristal conmemoraba esta fecha desde principios de 1950 hasta el año 1994 dando el día libre para los trabajadores , fecha en la.cual se compartía junto a las familias y se realizaban torneos de fútbol con las cuatro secciones de trabajadores de la empresa (minas, planta, naval e independiente), terminando el día con corderos asados al palo, comida organizada por el sindicato y la participación de las familias de los trabajadores.
La cooptación de parte de las empresas
Durante el año 2009, Codelco instaura la legalización de esta fecha para todas las empresas contratistas con el fin de otorgar incentivos y premios a sus trabajadores. La medida de la empresa, se utilizó como un medio de cooptación y división ante las demandas levantadas por la organización de los mineros. Entre cenas, espectáculos y bebidas las empresas mineras se encargan de fomentar la competencia entre los mismos trabajadores con premios millonarios a dos o tres trabajadores elegidos por ellos mismos.
Accidentes y enfermedades de los mineros
Durante el 2016, según SERNAGEOMIN, la cantidad de accidentes laborales en la minería fue un total de 17 trabajadores lesionados, mientras que durante ese mismo año las víctimas fatales resultaron ser 18 trabajadores fallecidos.
Los accidentes en la minería durante el periodo 2000 - 2016 resultaron un total de 525 trabajadores fallecidos, sumando un saldo de 472 trabajadores lesionados. Por otro lado, entre el año 2012 y 2016, la mayoría de los accidentes laborales se concentran en las regiones de Antofagasta, Coquimbo y Atacama, donde la mayor tasa de fallecimiento se encuentra en las instalaciones subterráneas y de planta en las distintas mineras registradas por el organismo.
A sí mismo, la falta de seguridad y equipamiento suma a los fallecimientos en la faena, los cuales se concentran en las caídas de rocas, equipos y caída de altura.
Nuestras vidas valen más que sus ganancias
Por otro lado, las enfermedades acechan diariamente en los puestos de trabajo y continúan sedimentándose al pasar de los años del minero, estas enfermedades son conocidas como enfermedades profesionales como la silicosis, tuberculosis, cáncer al pulmón, entre otras, y que no son respondidas ni por parte de la empresa ni por el Estado.
