Este miércoles se inició la visita oficial a España del general Al Sisi, quien se hizo del poder en Egipto mediante un sangriento golpe de Estado en 2013. El dictador, invitado especialmente por el Rey Felipe VI será recibido con honores también en la Moncloa. La bienvenida a un dictador, “nuestro dictador”.
Josefina L. Martínez @josefinamar14
Jueves 30 de abril de 2015
Este jueves el dictador egipcio Al Sisi recibirá los honores del rey, del presidente de gobierno, ministros y empresarios españoles.
El gobierno español firmará convenios de colaboración con Al Sisi, interesado en desarrollar los lazos comerciales, reimpulsar el flujo de turistas españoles y acordar cuestiones sobre la estratégica región del Mediterráneo.
Invitado con honores en España, Al Sisi gobierna en Egipto a mano de hierro, después del sangriento golpe militar con el que desalojó del poder a Mohamed Mursi, de los Hermanos Musulmanes, condenado a 20 años de prisión.
Desde entonces murieron miles de personas en represiones ordenadas por el gobierno, y otros miles ocupan las cárceles.
Si bien el régimen llamó a elecciones en 2014, estas fueron completamente amañadas, en un país con la mayoría de los dirigentes y activistas opositores en prisión, y la prohibición de presentarse para los Hermanos Musulmanes.
Esta semana Al Sisi recibió el apoyo político del expresidente Hosni Mubarak, derrocado por medio de la movilización popular en 2011.
La continuidad entre el régimen de Al Sisi y el de Mubarak, puede verse en el incremento de la represión a toda disidencia popular. Recientemente, Al Sisi firmó una ley de antiterrorismo que otorga a las autoridades más poderes para prohibir la actividad de grupos políticos opositores, con cargos que van desde “daño a la unidad nacional” hasta “perturbación del orden público”.
Esta Ley se sumó a la Ley contra las protestas, que ha sido empleada para reprimir a integrantes de los Hermanos Musulmanes y a todos los activistas opositores. Amparada en esta esta ley, la justicia egipcia ratificó la condena a uno de los activistas más conocidos de la Primavera Árabe, el bloguero Alaa Abdelfatah, que cumple cinco años de cárcel junto a otras 20 personas por haber participado de una manifestación no autorizada.
El pasado 25 de enero, cuando se cumplieron cuatro años de la rebelión de la Plaza Tahrir, más de 20 personas murieron y cientos de manifestantes resultaron heridos por la represión de la policía y el ejército.
La imagen del asesinato de la joven activista socialista, Shaima el Sabag, conmovió entonces las redes sociales, al mostrar el instante en que caía atravesada por una bala mientras participaba en una protesta pacífica en homenaje a los caídos en el 2011.
En el Egipto de Al Sisi, las personas homosexuales sufren todo tipo de acosos, violencia y persecuciones. El pasado mes de noviembre, un tribunal egipcio sentenció a tres años de prisión a ocho ciudadanos acusados de haber aparecido en un vídeo de una boda entre personas del mismo sexo en un barco en el río Nilo.
La hipocresía del gobierno español no puede describirse con palabras. Mientras encabeza una ofensiva de claro sesgo intervencionista contra Venezuela, hablando en nombre de la “democracia” y la “libertad”, recibe con todos los honores al dictador Al Sisi.
“Será un dictador, pero es nuestro dictador”, podría decir Rajoy, emulando las palabras de un secretario de Estado de Roosevelt, en referencia al dictador nicaragüense, Anastasio Somoza.
Josefina L. Martínez
Nació en Buenos Aires, vive en Madrid. Es historiadora (UNR). Autora de No somos esclavas (2021). Coautora de Patriarcado y capitalismo (Akal, 2019), autora de Revolucionarias (Lengua de Trapo, 2018), coautora de Cien años de historia obrera en Argentina (Ediciones IPS). Escribe en Izquierda Diario.es, CTXT y otros medios.
