Tras una aparente “pax cambiaria” que mantuvo el dólar rozando la banda inferior por un mes, el billete verde se disparó y se intercambia a $40 en bancos privados y casas de cambio.
Victoria Sánchez @VickytaTw
Martes 27 de noviembre de 2018 05:49
Tras una aparente “pax cambiaria” que mantuvo el dólar rozando la banda inferior por un mes, el billete verde se disparó y se intercambia a $40 en bancos privados y casas de cambio.
La aparente “pax cambiaria” que el Gobierno logró mantener durante un mes y que fue reivindicada por funcionarios del FMI ayer mientras daba por aprobada la segunda revisión del acuerdo y autorizaba un nuevo desembolso por U$S 7.600 millones, se encuentra nuevamente en zona de incertidumbre tras haber cerrado ayer en el mercado minorista $1,44 por encima del cierre del viernes pasado.
Mientras que el billete verde cerró en el mercado minorista según el promedio del Banco Central (BCRA) a $39,97, en bancos privados como el HSBC o el Galicia llegó a intercambiarse a $40,10 para el vendedor. De esta forma la divisa llegó a los máximos valores de los últimos casi dos meses.
En el memo presentado por el FMI ayer, el organismo felicitó a Cambiemos por el ajuste implementado este año y por la aprobación del Presupuesto 2019. En relación al manejo del tipo de cambio advirtió que el BCRA debe continuar con su política de no emisión monetaria ni intervención en los mercados a menos que se acerque a la banda superior actualmente en $46, en ese caso el FMI autoriza al BCRA utilizar como máximo U$S 150 millones por día. La no intervención en el mercado cambiario salvo que supere la banda superior así como el límite diario son ambos puntos que forman parte de un acuerdo cerrado a fines de septiembre entre el Gobierno y el FMI.
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El momento de relativa pax cambiaria se debía entre otras cosas a las altísimas tasas de interés que el BCRA ofrece a cambio de las Leliq, que junto con el régimen monetario acordado con el FMI venía garantizando junto a un dólar “planchado” la vuelta de importantes ganancias especulativas gracias a la bicicleta financiera, o “carry trade”. Si bien aún es prematuro y por ende equivocado decir que el carry trade ya no existe más, distintos analistas señalan que una de las razones que explica la suba del dólar es la baja de la tasa de interés que se paga a los tenedores de Leliq. Vale aclarar que la relativa y gradual caída desde octubre hasta ayer hizo que en casi dos meses la tasa promedio bajase poco más de 11 puntos, pasando de pagar una tasa promedio cercana al 73% a apagar 61,2%. Si bien las altas tasas si bien colaboraban en mantener una relativa calma en el mercado financiero, lo hacen a costa de fuertes y cada vez mayores efectos recesivos sobre la economía.
La suba de la tasa de interés de los bonos del tesoro de Estados Unidos, en un contexto económico internacional complejo, favorece a su vez a que los capitales especulativos retornen a “inversiones más seguras” y abandonen otras más “riesgosas” como son consideradas las tenencias de bonos y otros instrumentos financieros argentinos. El mecanismo conocido como “flight-to-quality”, cuya traducción literal es “vuelo a la calidad” parece haber sido la decisión de, al menos una parte importante sino toda, del dinero quedó disponible tras el desarme de Lebac de la semana pasada. De un total de $120.000 millones el Tesoro solamente pudo captar $30.000 millones en Lecap y $3.698 millones en Lecer. Esta importante masa de pesos volcada al mercado cambiario explica también en parte la suba del tipo de cambio.
Si bien distintos medios titulan que el Banco Central “persiste en su política de baja de tasas”, lo cierto es que las tasas ofrecidas aún encabezan el ranking mundial. Por el momento el dólar se mueve en la zona de no intervención, y el BCRA parece mantener la tasa promedio cercana a niveles de la tasa máxima. Para confirmar que el salto del tipo cambio se debe a la caída de las tasas habrá que seguir su evolución así como la del billete verde. No obstante, el frágil “control” que se habría logrado conseguir en el mercado de cambios ha sido a costa de un salto fenomenal en los niveles de deuda estatal.
Detrás de la presunta estabilidad cambiaria se encuentran en realidad una fuerte caída de la economía, aumento del desempleo y deterioro general de las condiciones de vida. Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central se espera una caída en la economía del 2,4 % este año, mientras que para el FMI la realidad podría ser peor y cerrar el año con una retracción del 2,6 %. La delicada situación interna y externa amenaza con golpear la débil economía local. De complicarse la situación se podría observar nuevos saltos en el tipo de cambio con su consecuente correlato en los precios y por ende en la inflación, se avecina un diciembre caliente.
Victoria Sánchez
Nacida en Bs. As. en 1986. Es economista y docente. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2010. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.