El dólar flotante superó el miércoles los 300 bolívares, un alza de un 40 por ciento desde que el 10 de marzo comenzaron las operaciones del sistema cambiario de Divisas Complementarias.
Milton D’León Caracas / @MiltonDLeon
Jueves 7 de abril de 2016
Más allá de que el Banco Central de Venezuela (BCV) declare que los negocios a través del mecanismo del sistema de cambio flotante (Dicom) representa un 7,4 por ciento del total de las divisas que el Estado administra, lo cierto es que este tipo de cambio es el que va marcando el grueso de las transacciones internas del país. De esta manera el dólar manejado y “controlado” por el gobierno nacional en 17 jornadas pasó de 206,92 a 301,2 bolívares por dólar, en una constante devaluación oficial de la moneda.
Es de recordar que el pasado 17 de febrero el gobierno de Maduro anunció una “simplificación” del sistema cambiario venezolano, que pasó a manejarse bajo dos bandas: una “protegida” y otra en un “sistema complementario flotante”. En cuanto al llamado cambio “protegido”, se estableció que el sistema de liquidación de dólares a 6,30 bolívares pasara a 10 bolívares (una devaluación del 37%), “para los sectores salud, medicinas, alimentación, misiones y grandes misiones y áreas vitales de insumos básicos”. Mientras que el viejo Sistema Marginal de Divisas (Simadi) pasaba a ser un Sistema Complementario Flotante a lo que indique el mercado, cuya tasa inicial se estableció en base a lo que definía en ese momento el sistema Simadi, que se cotizaba a Bs. 202,94 por dólar.
Así, el nuevo régimen cambiario pasó de tres a dos tasas de cambio, al eliminar la de 13,5 bolívares por dólar, que se usaba para algunas materias primas e insumos industriales, pero la tasa del Sistema Complementario Flotante es la que rige realmente parte del grueso de la economía del país. Pero fue a partir del 10 de marzo que empezó a regir el nuevo sistema cambiario en el país.
En teoría, la implementación del nuevo esquema de cambio había llegado también con la supuesta intención de regular las distorsiones caracterizadas por el dólar paralelo, pero se constata que en menos de un mes ha ocurrido una carrera en los valores del dólar oficial y el paralelo. Para cuando se iniciaba el nuevo sistema, el dólar paralelo se cotizaba en 1.145,45 bolívares frente a los 206,92 que representaba el inicio de Dicom. Para este miércoles el paralelo cotizaba alrededor de los 1.125 bolívares, mientras que el Dicom lo hacía, como hemos señalado, en 301,2 bolívares por dólar. Una diferencia entre ambos de alrededor del 275%. De esta manera se observa que el Dicom no está corrigiendo ninguna distorsión cambiaria, todo lo contrario, se aproxima peligrosamente al paralelo, revelando el real estado de salud de la economía del país.
Incidiendo en el bolsillo del pueblo trabajador
Este es el tipo de cambio que, junto al paralelo, genera un gran impacto en el bolsillo de los trabajadores y el pueblo, en medio de una complicada crisis económica de alta inflación, recesión y escasez de alimentos y medicinas, que se ha profundizado por la caída de los precios del crudo, la fuente principal de divisas del país.
Este tipo de cambio flotante constituye un gran beneficio para las grandes transnacionales tanto las ligadas al área del petróleo, minería y de otras industrias claves. Es importante recordar que en el país una parte importante de la explotación petrolera se hace a través de empresas mixtas entre la estatal PDVSA y transnacionales, donde éstas últimas son dueñas del 40% de las mismas y por tanto del mismo porcentaje de los beneficios que de allí se derivan.
Tomando en cuenta que el grueso de las exportaciones son del petróleo, y éstas por ley pueden vender los dólares que ingresan por exportaciones a la tasa Dicom, consiguen bajo esta vía no sólo grandes ganancias sino la mano de obra más barata del mundo. Por ejemplo, un salario que pueda promediar los dos salarios mínimos puede significar al día de hoy en dólares para este tipo de empresas nada más que 77 dólares. Por eso no es de extrañar que otras transnacionales cuyos rubros son exportables quieran venir al país a pesar de lo crítico de la economía como lo está haciendo la Gold Reserve en la explotación del oro, y para mejorarle las cosas aún las exime de varios impuestos.
Recordemos que el inicio de la devaluación del bolívar fue acompañada por otra medida antipopular como fue el aumento de la gasolina en un 6200 %, como parte de una pomposa Agenda Económica Bolivariana que el gobierno ha presentado para salir de la crisis reinante, pero en los hechos hasta el momento, de beneficios al pueblo prácticamente nada.
En ese entonces se dijo que el nuevo precio de la gasolina no iba a tener impacto sobre los pasajes del transporte público, pero este 1 de abril el transporte público en la capital del país pasó a un fuerte aumento del pasaje entre un 75 y 100%, sin mencionar los niveles que del interurbano y de larga distancia que aumentaron a porcentajes mayores.
También se dijo que de lo obtenido del aumento de la gasolina iba a ser destinado para beneficios del pueblo. Veamos en qué se expresó inmediatamente este beneficio: el precio del café tuvo un aumento autorizado del 1.389 %, para ubicarse en 694,21 bolívares el quilo, comparado con los 46,60 bolívares en que estaba desde mayo de 2014. Y así podemos mencionar otros productos de la canasta básica que ni se encuentran, dicho sea de paso.
Hay pararle la mano al gobierno y a los planes que también prepara la derecha
Para las cámaras empresariales todo esto resulta insuficiente y exigen más. Este miércoles, el principal grupo patronal de Venezuela, Fedecámaras, declaró que: "Las señales enviadas por el Gobierno, en la dirección de un posible cambio de la política económica, son tan graduales e ’incrementalistas’ que resultan claramente insuficientes para revertir la grave crisis económica que experimenta el país”.
Exigen más y más para recuperar sus ganancias a costa de que se golpee aún más la vida del pueblo trabajador, y la cuestión es que el gobierno, de “presión” en “presión” va cediendo, como estamos viendo. Lo mismo ha hecho la oposición de derecha en la voz del diputado José Guerra, presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, que exige una mayor liberación de la economía y la total libertad para el sector empresarial y el mercado.
Como vemos, en el plano económico, más allá de que unos son más gradualistas como el gobierno, y otros quieren tomar medidas de inmediato, como la oposición. En el fondo sólo proponen paquetes de medidas que beneficia a empresarios y golpea al pueblo trabajador y pobre que ya viene pagando la crisis. Los trabajadores deben enfrentar estos ataques, y pararle la mano al gobierno y a los planes que también prepara la derecha.