Ayer se diagnosticó el primer caso de Ébola en Estados Unidos. La bolsa de valores de Wall Street cayó estrepitosamente y repercutió en México y otras plazas financieras a nivel mundial. La situación en África Occidental sigue sin control.
Jueves 2 de octubre de 2014
Fotografía: Reuters
El caso fue diagnosticado en Dallas, estado de Texas. Thomas Eric Duncan, un liberiano que viajó recientemente desde Liberia vía Bruselas, se encuentra en estado crítico en un hospital de Dallas.
El hombre partió de Liberia sin síntomas el 19 de septiembre. Cinco días más tarde comenzó con síntomas, y el día 26 de septiembre consultó en un centro sanitario y le dijo a la enfermera que venía de Liberia. Sin embargo, según declaró el director del hospital, el antecedente del viaje no fue transmitido a todo el equipo y el enfermo fue enviado a su casa. El domingo 28 volvió a consultar, esta vez en peor estado, y fue internado en aislamiento.
Aunque todavía no ha habido casos nativos (que se hayan contagiado en suelo estadounidense), esta vez pasó más de una semana hasta que se aisló al individuo que incubaba la enfermedad. Esto hace que la exposición al foco de contagio se haya multiplicado y que sea incluso difícil de rastrear.
Expertos aseguran que el ébola sólo contagia en presencia de síntomas, por lo que tanto los que compartieron el vuelo como aquellos contactos previos al desarrollo de los síntomas estarían fuera de peligro. Además, el ébola no se transmite a través del aire sino sólo por contacto directo con fluidos orgánicos (sangre, saliva) o la piel de un enfermo o de un cadáver.
El presidente de los EEUU Barack Obama utilizó su cuenta oficial de twitter(y fue replicado por la de la Casa Blanca) para intentar apaciguar los ánimos y que la población estadounidense no entre en pánico. En este momento hay cinco estudiantes del área de Dallas que están siendo observados por haber tenido contacto con el caso índice.
Repercusiones en el mercado financiero
Por otra parte la bolsa de valores de Nueva York registró una brusca caída en respuesta a la noticia del primer caso de Ébola en EEUU. Alrededor del mediodía de ayer, el promedio industrial Dow Jones perdía 1,45 por ciento mientras que el índice S&P 500 caía 25,30 puntos, o un 1,28 por ciento, a 1.946,99. El índice Nasdaq Compositecaía un 1,64 por ciento.El índice CBOE de volatilidad, indicador del miedo de los inversores en Wall Street, subía un 6,25 por ciento.Esta caída tuvo un impacto directo sobre las bolsas de valores de otros países, entre ellos México y Perú. Las acciones de las farmacéuticas con tratamientos para el ébola, sin embargo, trepaban fuertemente.
Control de daños
Cuando un buque es atacado o presenta un desperfecto o una filtración de agua y corre riesgo de hundirse, muchas veces no se busca reparar el daño, sino simplemente controlarlo para evitar el hundimiento. Esto se puede lograr con distintas técnicas que buscan, en definitiva, circunscribir el sector anegado, sacrificarlo, a cambio de mantenerse a flote hasta llegar a tierra.
La situación en África Occidental está fuera de control. Tanto Sierra Leona como Libera se encuentran sobrepasados por cantidad de casos y por la diseminación de la enfermedad. Los recursos materiales y físicos son insuficientes y los enfermos, rechazados en los hospitales abarrotados de pacientes, están condenados a merodear por las calles hasta caer muertos. No extraña, entonces, que el ébola se disemine como reguero de pólvora.
La respuesta que se han dado tanto desde los gobiernos de estos países como de EEUU y otros países desarrollados obedece a una lógica de control de daños.
En Sierra Leona sigue la cuarentena aplicada sobre más de 1 millón de personas, y el escenario en las ciudades aisladas es apocalíptico. Una nota del New York Times titulada Un hospital en el Infierno describe cómo los enfermos son apilados entre los casos confirmados y los que todavía no tienen diagnóstico, la falta de recursos y de entrenamiento del personal. Los cadáveres de niños y adultos se acumulan por igual.
Entretanto, en Liberia, el ejército estadounidense se apresta a contener la epidemia a punta de pistola. Ésa fue la fórmula que encontró el gobierno norteamericano para limitar geográficamente una epidemia que se les está yendo de las manos.
Mientras tanto, David Lakey, encargado del Departamento de Salud de Texas, ayer declaraba: “Esto no es África Occidental. Ésta es una ciudad sofisticada, y un hospital sofisticado. Las dinámicas son tan diferentes en comparación con África Occidental que las chances de una diseminación aquí son muy, muy, muy pequeñas.”
Fuente: Reuters
Juan Cruz Ferre
Editor de Left Voice y columnista en La Izquierda Diario. Médico, actualmente vive en Estados Unidos y cursa Sociología en la City University of New York.