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Red Internacional
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Estados Unidos. ¿El espíritu de Chile en Nueva York?

En todo el mundo, la gente se está levantando. Sólo en el último mes, ha habido levantamientos en El Líbano, Ecuador, Irak, Cataluña, Haití y Chile. El viernes, unas mil personas estaban saltando torniquetes en una estación de metro de Brooklyn para protestar contra las altas tarifas y la violencia policial. ¿Está llegando la revuelta global a los Estados Unidos?

Domingo 3 de noviembre de 2019 20:04

Traducido desde el medio Left Voice por Exequiel Trujillo

En todo el mundo, la gente se está levantando. Sólo en el último mes, ha habido levantamientos en El Líbano, Ecuador, Irak, Cataluña, Haití y Chile. En todo el mundo, las medidas de austeridad están siendo públicamente cuestionadas por las masas en las calles. En todo el mundo, la clase obrera y los oprimidos dicen que ya es suficiente.

Y estas protestas están siendo lideradas por jóvenes, personas que crecieron tras la crisis de 2008, viendo a los ricos enriquecerse mientras ellos y sus padres tienen que apretarse sus cinturones. Algunos de estos jóvenes saben, implícita o explícitamente, que los políticos capitalistas sólo nos ofrecerán falsas promesas. Si queremos ganar, tenemos que tomar la lucha en nuestras propias manos.

El ejemplo de Chile es importante. Cuando el Presidente Piñera aumentó la tarifa del metro en 30 pesos, los estudiantes de secundaria comenzaron a ocupar las estaciones del metro, saltando los torniquetes y abriendo las puertas para que la gente pudiera entrar gratis. Cuando estos estudiantes, tan claramente del lado de toda la clase obrera, fueron brutalmente reprimidos por la policía antidisturbios, todo Chile se levantó. No fueron 30 pesos, fueron 30 años de neoliberalismo.

Durante casi dos semanas, las masas chilenas han organizado masivas protestas, con más de un millón de personas en las calles, construyendo barricadas y enfrentando a la policía en batallas callejeras.

Era sólo cuestión de tiempo antes de que ese espíritu llegara a la ciudad de Nueva York, el corazón del capitalismo mundial.

El viernes por la noche, mil personas se reunieron en Brooklyn para protestar contra la policía racista de la Metropolitan Transit Authority (MTA). Mientras el metro se desmorona, el gobernador ha invertido en 500 nuevos policías para patrullar las estaciones. Esto no es más que otra criminalización de la pobreza, gastando millones en fuerzas represivas para asegurarse de que la gente pague la tarifa del metro de 2,75 dólares. Los negros y los morenos son los más criminalizados. En las últimas semanas hemos visto horribles imágenes de violencia policial por "robo de servicios", es decir, por tomar el metro sin pagar. Entre ellos, el video de 10 policías corriendo contra Adrián Napier, que estaba sentado en el metro, de policías destrozando a un negro tirado en el suelo, de policías golpeando a jóvenes negros que ni siquiera tenían 18 años de edad. Por eso necesitamos a la policía fuera del metro.

De Nueva York a Chile, tenemos derecho al transporte público gratuito. El metro debiese ser gratis.

Y sabemos que es mentira cuando dicen que no hay suficiente dinero. Hay suficiente dinero para 500 policías nuevos y para las cámaras en los torniquetes. Siempre hay suficiente dinero para criminalizar a los negros, los morenos y los pobres.

Y como lo demuestra Chile, cuando peleamos, el gobierno puede encontrar el dinero. El gobierno chileno ha aumentado el salario mínimo, ha suspendido el aumento de las tarifas del metro y ha aumentado las pensiones.

La policía es la defensora armada de este sistema profundamente injusto. Están del lado de la clase dominante. Su única función es reprimir a la clase obrera y a la gente de color. Su único propósito es sostener este sistema capitalista basado en la supremacía blanca, el patriarcado y la LGTBI-fobia.

Como cantamos el viernes, NYPD (Departamento de Policía de Nueva York) se escribe KKK (Ku Klux Klan).

El viernes por la noche en la ciudad de Nueva York, el espíritu de Chile estaba vivo. Pero no fue sólo el espíritu de Chile: fue el espíritu de los elementos más combativos de Black Lives Matter. Fue el espíritu de los indígenas en Ecuador y de los jóvenes en Irak. Es el espíritu del momento en el que vivimos: un momento en el que la lucha de clases ya no es unilateral. Estamos contraatacando.

Ese espíritu combativo estaba vivo cuando tomamos las calles, miles de nosotros moviéndonos entre los automóviles. Por el momento, eran nuestras calles.

Cuando saltamos los torniquetes, sabíamos que los oprimidos y la clase obrera podían derribar este sistema y construir algo mejor. Cualquier chispa puede provocar un incendio. La protesta del metro ya ha pasado. Pero entonces podría ser la próxima protesta la que provoque un incendio.

Pero para realmente ganar, tenemos que organizarnos para echar a la policía del metro, para liberar el metro... e incluso para aplastar este sistema capitalista racista.


Tatiana Cozzarelli

Docente, actualmente estudia Educación Urbana en la CUNY.