En pocos días Mariano Rajoy visitará Catalunya marcando presencia y “diálogo”. Sin embargo, Margallo deja claro que el Estado actuó contra Catalunya desde el minuto cero.
Viernes 24 de marzo de 2017
Foto: RTVE.es
El Presidente Mariano Rajoy prevé visitar Catalunya en estos días. Como parte de la llamada “operación diálogo”, el Presidente hará presencia en dos ocasiones, a lo largo de la semana próxima. Y, según el diario La Razón hará pública una fuerte inversión en infraestructuras que afectaría el servicio ferroviario de Rodalies y el Corredor mediterráneo.
Mariano Rajoy asistirá a la clausura del Congreso del PP catalán que votará a García Albiol como Secretario General de la formación conservadora. Y, en la otra visita tendrá una reunión con empresarios catalanes en la cual realizará los anuncios mencionados. A esta reunión serán invitados el Vicepresident Oriol Junqueras y el Conseller de Territori i Sostenibilitat Josep Rull. El President Puigdemont no podrá asistir al no encontrarse en Catalunya por estas fechas.
De todas maneras, es sabida la afición de los presidentes a hacer anuncios de los cuales solo se cumple una parte. Rajoy es un maestro en éste tipo de anuncios. En Catalunya sólo se ejecutó el 71% de las inversiones presupuestadas durante 2015, según un informe de la Cambra de Comerç publicado unos meses atrás. En el caso de ADIF, la empresa encargada de las infraestructuras ferroviales apenas un poco más del 25% presupuestado.
Catalunya parece recibir una especie de castigo en desinversión por parte del Estado español. En el año 2009 recibía un 18,4% de inversión pública. Pero en 2015 había bajado hasta el 8,2%. Y para el 2016 estaba previsto que subiera al 10,7%. Algo sin relación con el hecho de tener un 16% de la población y un 18,9% del PIB de todo el Estado. Dicho informe indica que la inversión en infraestructuras ha caído a niveles de hace 20 años atrás.
El choque de trenes del Gobierno
Por todo ello, los anuncios del Presidente del Estado se hacen poco creíbles. Tan poco creíbles como la llamada operación diálogo. Un “diálogo” en el cual hay anuncios de inversiones que son bajas y que no se cumplen. Un “diálogo” que no da repuesta al reclamo de centenares de miles en relación al Referéndum. Un “diálogo” que judicializa las discusiones políticas como está pasando con el 9N.
La visita de Rajoy, así como las otras de la Vicepresidenta Soraya Sáenz, es claro que no buscan diálogo alguno. Lo que buscan es dividir las fuerzas políticas en Catalunya y “seducir” al empresariado con las reuniones y los anuncios de inversiones. El exministro Margallo ha está evidenciando con las declaraciones de estos días que el Gobierno central busca la beligerancia política contra el Referéndum y el derecho a decidir.
Mientras el Constitucional y el Supremo continúan con la [vía judicial-<http://www.izquierdadiario.es/Cronica-de-una-sentencia-anunciada?id_rubrique=2653]. Francesc Homs ha sido inhabilitado recientemente por más de 1 año, así como lo han sido Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau. Dentro de poco será el turno de la Presidenta del Parlament, [Carme Forcadell-<http://www.izquierdadiario.es/La-Fiscalia-reafirma-el-juicio-politico-a-Forcadell?id_rubrique=2653] que será juzgada por permitir el debate parlamentario de las mociones independentistas.
El Gobierno de Rajoy decide ignorar la voluntad del 70-80% de la población que quiere votar en Referéndum vinculante qué hacer. Y se dedica a hacer presión sobre la antigua Convergència y Esquerra Republicana para ver si puede evitar la convocatoria o la celebración del mismo. El gran punto a favor de Rajoy es que Mas y Puigdemont están “jugando” al [día de la marmota-< http://www.izquierdadiario.es/Por-que-Puigdemont-tarda-tanto-en-celebrar-el-referendum] con las esperanzas de la sociedad catalana.
Estas semanas habrá muchas novedades. Por una banda, porque el Gobierno pondrá un recurso en el TC contra los presupuestos catalanes por el Referéndum. Por la otra, Junts pel Sí y la CUP impondrán en el Parlament una moción que cambiará el reglamento para aprobar leyes por la vía rápida y así aprovechar para hacer la convocatoria del Referéndum. Se viene el choque de trenes.