Tras el fuerte temporal que azotó la Capital Federal y el conurbano bonaerense, quedaron daños irreparables. Se evidenció la desidia del Estado a la hora de las consecuencias.
Lunes 30 de abril de 2018 00:00
Las zonas más afectadas fueron Capital Federal y algunas localidades de la provincia de Buenos Aires. En la zona oeste de la provincia, fallecieron Alejandro y Abel Apud, padre e hijo respectivamente, por electrocución al tomar contacto con una puerta de chapa. La misma se había electrificado producto del mal estado del cableado, que se desprendió debido a las fuertes ráfagas de viento.
Más información: Temporal: dos muertos a causa de la desidia en Tres de Febrero
Merlo fue otro de los distritos afectado, con ráfagas de hasta 150 km/h, donde hubo voladuras de techo, como en un comedor de esa localidad. También en la zona oeste, en El Palomar, partido de Morón, se derrumbó el techo de la escuela N 5. En ese partido 400 personas debieron abandonar sus hogares.
En los partidos de Pilar y Luján -de la zona norte del GBA- y Quilmes, Lomas de Zamora, hubo desbordes de distintos ríos que atraviesan esas zonas, que forzó a los habitantes cercanos a dejar sus hogares. En los partidos de Luján y Pilar, hubo un centenar de evacuados. En Quilmes fueron 150 las personas evacuadas por el desborde del cauce del arroyo Las Piedras.
La Matanza fue uno de los partidos con el número más grande de evacuados, que llegaron a 500 y miles de afectados por inundaciones, zonas anegadas y destrozos.
Más información: Por la desidia estatal, una nueva crisis social en la zona oeste del conurbano
En Capital Federal, el temporal también afectó severamente, especialmente los barrio de Mataderos, Parque Chacabuco, Liniers, Belgrano y Villa Ortúzar. El subte tuvo frecuencias limitadas por las inundaciones de las estaciones de las líneas B,D, E y H.
Te puede interesar: [Videos] Impactante inundación en todas las líneas del subte: peligro para los trabajadores y usuarios
De conjunto hubo más de 1.200 personas evacuadas en los distintos lugares.
