El acuerdo alcanzado incluye la propuesta del ministro Escrivá de alargar el cómputo de las pensiones de 25 a 35 años, una rebaja de las futuras pensiones del 6,3%. Las mareas de pensionistas convocan movilizaciones en rechazo para este sábado en todo el Estado.
Jueves 11 de noviembre de 2021
Los más de 70 mil millones que el Estado español espera recibir de ayudas directas de la UE, a través de los Fondos NextGeneration, no son gratis. No al menos para la clase trabajadora. Todas las grandes del IBEX35 aparecen como las grandes beneficiadas de unas subvenciones a fondo perdido que les permitirán realizar cuantiosas inversiones, con dinero público, para maximizar unos beneficios privados a repartir entre sus accionistas ¿Quién paga la cuenta? Por el momento los y las pensionistas y trabajadoras.
En los últimos días conocíamos los detalles de la reforma laboral. Siguiendo los compromisos con la UE, la ministra Yolanda Díaz deja intactas gran parte de las medidas mas lesivas de la de 2012, y este martes se dio a conocer el nuevo modelo de los ERTEs, inspirado en los planes de reconversión industrial de los 80. La nueva reforma será pues el andamiaje legal para llevar adelante un ajuste en plantillas y condiciones de trabajo en sectores enteros, tal y como demanda también la UE para que los fondos sean “bien empleados”.
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Este miércoles se conoció el detalle de la otra gran reforma estructural, la de las pensiones. Hasta ahora la fórmula que aparecía en el plan remitido a Bruselas había sido general. Pero el contrato para la implementación del plan de recuperación español, el Operational Agreement, firmado por el gobierno y la Comisión Europea, ya concreta las primeras medidas. En este documento se fijan, de forma detallada, los compromisos y plazos que deberá cumplir el Estado español para seguir recibiendo los distintos tramos de ayudas.
La principal medida recogida en el texto es la ampliación del cómputo por el que se calcula la pensión de 25 a 35 años. Con la reforma de 2011 el gobierno de Zapatero, con el apoyo de las direcciones de CCOO y UGT, acordaron elevar la edad de jubilación de 65 a 67 años y aumentar el cómputo progresivamente de 15 a 25 años desde 2013 a 2022. Lo firmado ahora supondría que seguiría ampliándose hasta los 35 en la próxima década.
Esto supondrá una rebaja directa de la cuantía de las pensiones. Los años cotizados al comienzo de la vida laboral entrarían en el cálculo de la media, y acostumbran a ser los que menos ingresos se perciben, tanto por las peores condiciones salariales de los y las trabajadores jóvenes, como por que son salarios “viejos” que han quedado totalmente desactualizados con décadas de inflación acumulada.
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La misma Seguridad Social reconoció en un informe presentado en diciembre de 2020 que el aumento del cómputo a 25 años había significado una rebaja del 4,5% y si éste se llevaba a los 35 años se podía llegar a una reducción del 6,3%.
Ante este ataque al bolsillo de las y los futuros pensionistas, las mareas y otras organizaciones sociales en defensa del sistema público de pensiones convocan este sábado a manifestaciones en las principales ciudades en rechazo del pensionazo de Escrivá ¿Qué harán las direcciones de CCOO y UGT en esta ocasión? Por el momento siguen sentados en la mesa del diálogo social negociando la futura reforma laboral y en la del Pacto de Toledo. Una política criminal, que da la espalda a las reivindicaciones de la clase trabajadora, tanto la ocupada como la parada o la ya retirada.
Hay que exigirles el abandono de estas mesas farsa y el impulso de una vez de un plan de lucha, encaminado a preparar una jornada de huelga general, por la derogación total de las reformas laborales y pensionazos de Zapatero y Rajoy, y para frenar los nuevos ataques que preparan ahora el gobierno “progresista” con la Comisión Europea.