Este lunes se publicó la resolución del Ministerio de Salud de Nación. En una primera etapa es para “eventos masivos”. Las provincias y el “Sector Público” podrán ampliarlo a otras actividades, incluso laborales.
Lunes 13 de diciembre de 2021 18:08
Este lunes se conoció una medida del gobierno nacional conocida como “pase sanitario”. Se trata de la Decisión Administrativa 2021-1198, y cuenta con el acuerdo de los 24 ministerios provinciales. Mediante la misma, el Gobierno Nacional establece que las personas de 13 años y más deberán acreditar a partir del 1° de enero esquema de vacunación completo. En una primera etapa el mismo será necesario “para asistir a locales bailables, discotecas o similares que se realicen en espacios cerrados, salones de fiestas para bailes, bailes o similares que se realicen en espacios cerrados, viajes grupales de egresadas y egresados, de estudiantes, jubiladas y jubilados o similares y eventos masivos organizados de más de mil personas que se realicen en espacios abiertos y cerrados o al aire libre”, y también a otras “que en el futuro se establezcan”.
La forma de acreditación será a través de la aplicación “Cuidar” y el pase sanitario deberá ser exhibido ante el requerimiento del personal público o privado al momento de acceder al lugar.
En caso de constatarse una infracción, según la norma, “se procederá a hacer cesar la conducta infractora y se dará actuación a la autoridad competente”. No deja claro quién "hará cesar" la conducta infractora. ¿La violenta Policía Bonaerense o de la Ciudad y patovicas?
Según plantean las autoridades, “el fin es promover la vacunación y además evitar el crecimiento de contagios, ante la aparición de la nueva variante de Covid-19 denominada Ómicron”.
Al mismo tiempo, en su artículo 7 el decreto autoriza a las provincias y “el Sector Público Nacional” a “incorporar actividades adicionales” en las cuáles se exigirá el pase sanitario. Aunque todavía no está claro qué alcances tendrá a nivel nacional, algunos antecedentes obligan a prestar atención al punto. En los últimos días Axel Kicillof sacó una resolución donde el “pase” se pedirá en eventos de gran concurrencia pero además lo hará exigible y obligatorio para trabajadores y trabajadoras de áreas de atención al público tanto en el ámbito público como privado. Su no cumplimiento dará lugar a sanciones establecidas en el código penal. Una medida mucho más drástica tomó meses atrás Gerardo Morales, que incluía operativos policiales en el transporte para pedir el “carnet de vacunación” e incluso descuentos salariales a empleados públicos no vacunados.
Más allá de la razonabilidad que la disposición pueda tener para ciertos eventos masivos (no así otras medidas que mencionamos en algunas provincias), la resolución del Poder Ejecutivo vuelve a llamar la atención sobre otro punto. Desde que comenzó la pandemia, cuya gestión de parte de las autoridades trajo duras consecuencias sanitarias y sociales sobre el pueblo trabajador, nunca hubo ningún debate público en el Congreso ni en las legislaturas sobre qué medidas tomar, donde por ejemplo pudieran tomar la palabra sectores científicos o de trabajadores de la salud. En este caso tampoco.
Desde la izquierda, lejos de cualquier posición “antivacunas” se ha planteado la necesidad de un plan de vacunación masivo e integral, para toda la población, basado en la liberación de las patentes y la nacionalización de los laboratorios. De parte del Estado, en cambio, esa vacunación se demoró mucho más de la cuenta, con dramáticos resultados. Pero además se fomentó el “evento masivo” más peligroso de todos: la vuelta a la presencialidad en el trabajo en plena segunda ola, incluso en muchas actividades no esenciales, con transportes atestados de gente.
El avance en el plan de vacunación tiene que incluir facilidades para que todos los sectores puedan acceder al mismo: campañas de concientización y convencimiento de la población sin medidas coercitivas, disposición de agentes sanitarios, instrumentación de pasajes gratuitos para acceder a las postas de vacunación y el no descuento de los días de trabajo para miles de precarios, como única forma de mitigar la pandemia.