En Córdoba, día a día se reportan aumento de contagios y fallecimientos, a esta situación se suma la reciente muerte de dos trabajadores de la salud. Hoy más que nunca necesitamos enfrentar esta pandemia, para no poner nuestras vidas ante un sistema de salud desbastado y organizarnos por nosotros y nuestros usuarios de salud.
Sábado 10 de octubre de 2020 15:17
Durante el mediodía del día de ayer, circulaba por los medios de comunicación y por diferentes redes sociales, la noticia del fallecimiento por Coronavirus del bioquímico Edgar Odierna, quien trabajaba en el Hospital de Niños Santísima Trinidad de la Ciudad de Córdoba. Esto desató un profundo pesar entre sus compañeros, quienes se congregaron en la puerta del hospital para despedir con un caluroso aplauso a su compañero.
Odierna había luchado contra el Covid-19 durante 15 días, al igual que el jefe de terapia de la clínica Vélez Sársfield, Vicente W. Melgarejo, quien también falleció por la misma causa, el pasado 7 de octubre.
Estos son algunos de los nombres del reporte diario que se informa en la provincia, ante lo que vemos un aumento de números de casos y aumento de personas fallecidas, pero son personas que estuvieron y dejaron su vida en la primera línea contra esta pandemia, personas esenciales a quienes se les reconoce su labor solo para la foto del COE, pero que este gobierno hizo poco para cuidarlos.
Mientras en la provincia el número de casos oscila entre 1600-2000 personas y con el pico máximo del día jueves 8 de octubre de 2080 personas positivas, se ve cada más un sistema de salud desbastado y con futuro de colapso sanitario, no solamente por lo que sucede hoy, sino fruto de años y años de desfinanciamiento y desinversión en un sistema de salud de calidad con recursos humanos e insumos, a favor de los usuarios.
Las muertes del personal de salud y de la población y la cantidad de casos, son elementos completamente evitables, si esta pandemia desde un comienzo se hubiese enfrentado como los trabajadores de la salud estuvimos pidiendo, como con más cantidad de elementos de protección personal, con licencias para personal de riesgo, con más personal en hospitales y clínicas, con aumento salarial para poder percibir un salario digno y no tener que optar por el pluriempleo; con aumento de insumos y recursos y con testeos masivos, hoy tendríamos una situación más controlada.
Pero las estrategias sanitarias de estos gobiernos y el COE no van a nuestro favor y la de nuestros pacientes, porque estamos viendo largas filas en los CPC y en la terminal de Córdoba, y las cifras arrojan como el primer día de testeo en CPC de Villa El Libertador que el 50% de los casos son positivos y las personas van porque tienen síntomas o son contactos estrechos laborales. La misma estrategia que se repite en las UTI que son compartidas entre pacientes COVID y con otras patologías, tal como denuncian trabajadores del Hospital Misericordia.
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Porque además, mientras que se mantienen comercios abiertos esperando vender por el día de la madre el próximo 18 de octubre; se realizan ampliaciones de horarios de bares debido a las presiones empresariales. También las industrias siguen funcionando, evidentemente esto implica que pesa más las ganancias de empresarios y grandes industrias, que la salud de la población en general, quien se ve expuesta y obligada a ir a trabajar, lugares de mayores focos de contagio.
La estrategia oficial de responsabilidad individual, de que quien se contagio es porque no se cuidó, no sé quedo en su casa y no respeto las medidas, resultan una burla mientras gran parte de la población tiene que seguir trabajando y estar expuesto, encima muchos de maneras precarizadas como los trabajadores de limpieza, de comercio, de apps, entre muchos otros. Lamentablemente con los fallecimientos del personal de salud se profundiza este discurso, pero los trabajadores de hospitales, clínicas y centros de salud, nos vemos afectados no por ser héroes, sino porque nos mandan a una batalla sin GPS.
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Hoy más que nunca, es necesario que trabajadores y usuarios nos organicemos conjuntamente, porque nuestros pacientes son los precarizados y además son nuestros compañeros con quienes compartimos nuestras horas de trabajo, por eso este próximo martes 13 de octubre, nos sumemos a la asamblea de la Red, para que esta crisis económica y sanitaria no la paguemos los trabajadores y el pueblo, y menos con nuestras vidas.