El pasado lunes 27/4 el vicepresidente Álvaro García Linera señaló que la Empresa Nacional de Textiles – Enatex no podrá mantener a todos los trabajadores de la empresa porque de ser así entraría en quiebra.
Jueves 30 de abril de 2015
Asimismo indicó que “Enatex tiene que sobrevivir con su propio mercado y sus propios recursos y hay que adecuar la producción y el número de trabajadores para que pueda sobrevivir con sus propias ventas.
El Estado no va subvencionar a ninguna empresa". Finalmente, enfatizó que sacar a flote la empresa "va a significar que algunos trabajadores tengan que salir, no se puede mantener a todos”.
Hace ocho meses que los trabajadores siguen en pie de lucha y resistencia debido al incumplimiento de sueldos, aguinaldos pagados bajo irregulares cálculos y amenazas de despido a los trabajadores.
El resultado de esta lucha es 70 trabajadores despedidos y 550 que dejaron la fábrica de manera “voluntaria” a cambio del pago de sus beneficios sociales, salarios y aguinaldos devengados, es decir, vemos qué significa de manera “voluntaria” desde los métodos patronales: amedrentamiento y desgaste.
Con un discurso demagógico, el ministro de Trabajo Gonzalo Trigoso, manifestó que "Cuando la fábrica se reactive y funcione a su mayor capacidad instalada, se va a recontratar a los trabajadores que fueron despedidos, o que hubieran renunciado". Con este discurso lo único que se está haciendo es engañar a los trabajadores y generar falsas expectativas, ya que la orientación económica del gobierno de Evo Morales beneficia al capital privado y a las transnacionales.
Por eso, en el afán de salvar los negocios de los empresarios pagó al dueño de esta empresa en quiebra la suma de 10 millones de dólares, prometiendo a los trabajadores abrir nuevos mercados en Cuba y Venezuela. Solo promesas.
El gobierno del MAS (Movimiento al Socialismo) -con la colaboración de la burocracia fabril- está descargando los efectos de la crisis textil sobre los trabajadores. Los trabajadores deberán confiar solo en sus propias fuerzas y bajo la consigna de independencia de clase y en unidad con otros sectores tendrán que enfrentar con firmeza al gobierno y a los grandes capitales ante la crisis capitalista que se avecina.