Una respuesta desde los trabajadores a las falaces declaraciones del Ministerio de Salud sobre la verdadera situación que se vive diariamente en el hospital Romero Alejandro Korn.
Sábado 18 de febrero de 2017 00:49
Ante nuestra denuncia sobre el estado crítico en que se encuentra el Hospital Romero el Ministerio de Salud sale a responder en las páginas del diario El Día del jueves pasado que el viernes ya estaría funcionando normalmente el sector que fue desalojado por las consecuencias del temporal. No es así, recién el miércoles –luego de dos semanas de ocurrido- se habían comenzado a colocar la mitad de las chapas y realizar las primeras tareas de limpieza, pero aún falta cambiar la instalación eléctrica y pintar. Eso va a llevar mucho más tiempo aún. Esto que pasó vino a agravar problemas preexistentes como las instalaciones muy deterioradas que ahora hay que cambiar.
El Ministerio de Salud reconoce que estamos sin equipo de esterilización hace 15 días y que se esteriliza en otros Hospitales lo que se usa en Romero para las cirugías de urgencia. Sí, es así, con la buena voluntad y solidaridad de compañeros de otros hospitales, pero no sabemos por qué la ropa estéril estaba viniendo húmeda, así que algunos servicios también han suspendido las cirugías de urgencia.
En cuanto a los insumos, el Ministerio dice que no hay faltante. Eso es desconocer y hasta negar la magnitud de los problemas. Está faltando de todo. La provisión de psicofármacos todo el año pasado ha sido discontinua. En estos meses eso ha empeorado, lo que va en contra de la ley de salud mental. No se pueden sostener los tratamientos ambulatorios en salud mental porque se tienen que modificar todo el tiempo los esquemas de medicación con los efectos negativos que puede tener eso sobre los pacientes. Además la falta de la medicación adecuada a veces puede tener como consecuencia la reinternación de una persona, y justamente eso es lo que hay que tratar de evitar. Por eso nosotros decimos que son el gobierno y este ministerio los que más vulneran los derechos de las personas.
Respecto de los quirófanos no están en condiciones de funcionar. Hay cucarachas, moscas, el arco en C de tres que existen, solo funciona uno. Además hay cables sueltos, las camillas están rotas y los aires acondicionados tienen filtros comunes.
Falta medicación endovenosa, clavijas, implantes para traumatología, y un sinnúmero de insumos más. En neurocirugía no se cuenta con el equipo necesario para operar la cabeza, etc., etc. La Terapia intensiva nació con 12 camas en un inicio, en la década de los 90 se bajaron a 8 y ahora están funcionando 4, debido a la falta de personal, la falta de equipamiento y la falta de mantenimiento de los mismos.
La falta de personal es alarmante. Personal de limpieza, de cocina, administrativos, enfermeros, acompañantes terapéuticos, médicos para cubrir todas las guardias, desde psiquiatras hasta pediatras, y profesionales de planta en todos los sectores. La población recorre hospitales, para ver cuál puede brindarle la atención que necesita. Eso es muy doloroso para nosotros los trabajadores que vemos todo el tiempo a la gente que está sufriendo por alguna dolencia, que va de un lado para otro y no encuentra ninguna respuesta. Acá hay responsables.
Por eso decimos que esta caída estrepitosa del sector público, esta desinversión por parte del gobierno es el terreno propicio para las viejas recetas privatizadoras y la implementación de la CUS (Cobertura "Universal" de Salud). Es eso lo que no vamos a permitir y seguiremos luchando para sostener una salud pública y universal de verdad, para que todas las personas puedan tener acceso por igual a un sistema de salud que dignifique a las personas, tanto a las que se atienden en él como a sus trabajadores.