Diputados. El gobierno y los colaboracionistas aprobaron en general la ley ómnibus y empieza la votación en particular

Con 142 votos a favor el gobierno vuelve a obtener la aprobación en general, que ya había conseguido en febrero. Todavía falta la votación en particular para que tenga media sanción, y recién ahí queda en manos del Senado convertirla en ley. Luego de que finalice la votación por la ley ómnibus, la sesión continuará con la del paquete fiscal. Todavía queda una tensa jornada por delante: la clave está en la votación en particular de ambas leyes, y se espera que finalice cerca del medio día de este martes.

Los 146 votos afirmativos para le ley ómnibus fueron de La Libertad Avanza, el PRO, la amplia mayoría de la UCR (30 de 34) y del bloque Hacemos de Pichetto (inclusive Stolbizer), Innovación Federal, los 3 tucumanos ex Unión por la Patria, y Garrido de Santa Cruz (el otro santacruceño optó por ausentarse). Tuvo apenas 2 votos menos que la votación en general de febrero antes de que caiga la ley por la votación en particular.

La rechazaron en general Unión por la Patria, Frente de Izquierda, 2 socialistas de Santa Fe y la cordobesa De la Sota de Hacemos. Esta vez ningún diputado radical votó en contra, y los "disidentes" se volcaron a la abstención.

Hubo 5 abstenciones con 4 de la UCR y Mónica Frade de la Coalición Cívica.

En las afueras del Congreso, nuevamente hubo protestas desde el lunes por la mañana para rechazar estas leyes. Incluso algunos diputados del gobierno y de sus aliados pasaron un mal momento cuando ingresaron al palacio y recibieron las proclamas de mujeres, jubiladas y jubilados, que les exigieron que no voten contra las mujeres eliminando la moratoria jubilatoria. En el recinto, Myriam Bregman salió al cruce de las que apoyan esta ley: “no se digan feministas las diputadas que levanten la mano para votar esta ley”. Silvia Lospennato del PRO, convertida casi en vocera directa de La Libertad Avanza, defendió en el recinto la eliminación de la moratoria previsional: dijo que las jubilaciones están entre los principales “gastos” del Estado, que genera déficit fiscal y apuntó a un “relato que decía que se podían jubilar todos aunque no hubieran hecho los aportes”.

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También estuvieron los monotributistas que reclaman porque quieren aumentar los impuestos a las categorías más bajas y atacan especialmente al monotributo social que afectará al sector de más bajos ingresos. Los diputados y diputadas del Frente de Izquierda acompañaron la protesta, saliendo del recinto. Bregman y Del Caño hablaron con los manifestantes, destacando que así como en nuestro país fue masiva la movilización por las universidades públicas, en todo el mundo hay una juventud que se está levantando y lo hace contra el genocidio de Israel sobre el pueblo palestino en Gaza. En Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña.

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Brilló por ausencia la dirigencia de la CGT y la CTA que, como señaló Bregman “no convocaron ni a una suelta de globos en el Congreso” para rechazar estas leyes que atacan particularmente a las y los trabajadores con la reforma laboral. Nicolás del Caño señaló que “miran para otro lado” mientras no convocan a un plan de lucha y “dejan que cada sector luche dividido por su cuenta”. Es que la dirigencia de la CGT fue parte de las negociaciones, y dio un aval para que incluyan los puntos que quedaron en la versión final.

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El diputado Christian Castillo del Frente de Izquierda alertó en el recinto al gobierno: “saben que el humor social se les está agotando” y reivindicó las protestas afuera del Congreso, destacando el paro de los aceiteros. Resumió ambas leyes como “un agravio a toda la clase trabajadora. Son un ataque de una enorme magnitud si sumamos los cambios en la reforma laboral, la vuelta del impuesto a las ganancias para los laburantes y el quite de la moratoria previsional y las privatizaciones”.

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Germán Martínez, jefe del bloque de Unión por la Patria, también rechazó estos proyectos y lanzó que “No hay transparencia posible con un gobierno de tramposos y mentirosos”. En la madrugada volvió a intervenir para denunciar que los diputados y diputadas estaban recibiendo llamados con presiones para acompañar la ley por parte del lobby empresarial. Mencionó en particular a Bulgheroni de Pan American Energy.

La mayoría de la UCR mantuvo su alineamiento con el gobierno de Milei. Karina Banfi fue una de las voces que defendió los núcleos de las leyes. De la reforma laboral dijo “no es la ideal, pero es un comienzo”, y es probable que en el tratamiento en particular pidan incluir más artículos para quitar más derechos a los trabajadores como escribieron en su propuesta original. Juan Manuel Lopez de la Coalición Cívica dijo que tanto por las empresas públicas a privatizar como por la reforma laboral “queríamos más”. Por su parte, Nicolás Massot del bloque de Pichetto defendió la negociación con el Poder Ejecutivo, y aseguró que “esta no es más la ley de Milei. Es una ley de este Congreso”. El propio Miguel Angel Pichetto dijo en el cierre del debate "La ley va a salir por el esfuerzo de la política". Un reconocimiento del trabajo conjunto entre el gobierno y los bloques colaboracionistas, que terminó con la incorporación de más ataques a trabajadores y jubilados. Estos bloques colaboracionistas, al igual que Innovación Federal (de algunos gobernadores), justifican su voto en “darle las herramientas al gobierno”.

Lo que viene: los artículos en duda

Si bien los bloques colaboracionistas están haciendo todos los esfuerzos para que Milei se lleve estas leyes, en algunos puntos todavía hay algunas dudas.

En la votación en particular, el oficialismo sigue haciendo el poroteo por el artículo 3, que otorga prácticamente facultades delegadas al presidente para intervenir, modificar y disolver organismos públicos. Está dentro del capítulo de “Reforma del Estado”, y su aprobación pone en riesgo organismos como la Agencia Nacional de Discapacidad, o el Banco Nacional de Datos Genéticos. Los bloques colaboracionistas festejaron que se hayan incluido “excepciones para eliminar” ciertos organismos (como universidades o el Conicet), lo que igualmente no impide que el gobierno los desfinancie como ya está haciendo.

En el bloque de Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica (que anunció este lunes su separación del variado espacio liderado por Pichetto) y en la UCR hay sectores que ponen reparos para votar este artículo.

Otro debate de la votación particular de la ley ómnibus estará en el Régimen de Incentivos a las grandes inversiones (RIGI). Es el que le dará enormes beneficios impositivos a grandes inversiones y libre disponibilidad de dólares hasta el 2038, especialmente al sector minero o de la economía del conocimiento. Es cuestionado hasta por organismos internacionales –como el GAFI- por abrirle la puerta al lavado de dinero ilegal proveniente del narcotráfico. Pero esto no es lo que cuestionan sectores "dialoguistas", sino que piden por otros dos puntos. Uno, para que el monto mínimo de inversión sea menor a los 200 mil dólares y así puedan ingresar “pequeñas y medianas y empresas”. Otro, por un artículo que chocaría con el poder de decisión de las provincias. De todas formas, desde Hacemos de Pichetto confían en que sea el Senado quien corrija estos pedidos. Si eso ocurre, tendrán que volver a Diputados para convertirse en ley.

También aparecerá el debate sobre los impuestos internos al Tabaco. Sectores de Hacemos y la UCR, la Coalición Cívica e Innovación Federal quieren pedir que se vuelva a incluir el articulado de la versión original de la ley ómnibus. Representan un sector del lobby tabacalero que busca terminar con “un trato diferencial” de la Tabacalera Sarandí. Del otro lado del lobby está el PRO y el oficialismo, aunque La Libertad Avanza adelantó que van a abstenerse si aparece el debate.

Dentro del paquete fiscal que se votará a continuación, el poroteo está ajustado para la restitución del impuesto al salario (ganancias 4° categoría). Es que los diputados y diputadas de las provincias patagónicas, incluso de los bloques colaboracionistas no quieren acompañar esta medida.

El gobierno busca algunas ausencias convenientes para que salgan los artículos en duda. Las miradas estarán en el peronismo de Unión por la Patria, especialmente de las provincias de Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja.

El peronismo y la CGT

El bloque de Unión por la Patria votó en contra, pero es importante enfocar mejor la actitud del peronismo ante este fuerte ataque concentrado en la Ley Bases (y las que se votan estos días), para entender porque el gobierno logró aprobarla en Diputados.

La CGT, la CTA y sus organizaciones sociales no movieron un pelo a pesar de que contiene ataques como una reforma laboral, privatizaciones, eliminación del “monotributo social”, impuesto al salario y una ofensiva contra las y los empleados públicos. Ni antes ni durante el tratamiento. Llaman un acto folklórico este 1° de Mayo y un paro recién para el 9. Además, el bloque de diputados que responde al tucumano Jaldo dio abierto apoyo a la norma mientras que el resto de diputados y diputadas que responden a gobernadores peronistas negocian abiertamente para obtener cambios favorables.

Ahora viene la votación en el Senado. ¿Van a volver a hacer discursos pero dejar pasar esta ley antipopular y colonial, haciendo su aporte a la gobernabilidad? Si los grandes gremios que dirige la CGT, como camioneros, aeronáuticos, transporte, ferrocarriles, bancos, telecomunicaciones, energía y otros sectores paran y se movilizan, la Ley no dura dos minutos. La izquierda denuncia esa actitud del peronismo y le exige a la CGT y la CTA que rompan con este pacto y convoquen asambleas y un plan de lucha activo hasta derrotar todo el plan Milei.