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Red Internacional
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Reseña. El hombre con su mundo destrozado: la historia de una lesión cerebral

Esta es la historia de “un hombre que puso todas sus fuerzas en la recuperación de su pasado y en la conquista de su futuro… sobre una lucha que no estaba acostumbrada a triunfar, y de un triunfo que no dejó de luchar”. (A. R. Luria)

 Elizabeth Sauno

Elizabeth Sauno @ElizabethSauno

Jueves 10 de septiembre de 2020

Portada: “Soldados", Ernest Decals.

Seguramente en algún momento de tu vida has tenido algún conocido u oído hablar de alguien que tiene “una lesión cerebral”, lo cual implica adentrarnos en un mar de definiciones, signos y síntomas que puedan describir qué es lo que le pasa a la persona en cuestión: que si tuvo un infarto o derrame cerebral, un golpe muy fuerte, un traumatismo, o en otros casos hablar de padecimientos que marcan la vida de los pacientes y sus familias como lo son las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, Parkinson o alguna demencia senil.

Es difícil pensar cómo en un instante la vida de una persona puede cambiar tan abruptamente. Sin embargo, hay millones de casos que como el de Lev Zasetski, un hijo de la Segunda Guerra Mundial que sufrió de un impacto de bala que atravesó su cráneo y dejó a su paso una lesión que lo convirtió en un fantasma del hombre que fue antes de este hecho.

Y te preguntarás ¿Quién es Lev Zasetski?

Lev Zasetski, como muchos, tenía su vida en la URSS y hacia 1941 terminaba sus estudios en la Universidad de Mecánica, pero con la llegada de la Segunda Guerra Mundial y la ruptura de los acuerdos Ribbentrop-Mólotov (el pacto de no agresión entre la URSS y la Alemania Nazi) en este mismo año, la URSS iniciaba su despliegue militar.

El 2 de marzo de 1943, Zasetski se encontraba en las orillas del río Voria (Moscú), pues se tenía previsto un ataque contra los alemanes. Y de repente, ya en el campo de batalla, entre los cañonazos y las ametralladoras, Zasetski recibe un impacto de bala en las regiones parietooccipitales de su hemisferio izquierdo de su cerebro.

La consecuencia de esta lesión, en pocas palabras, fue la pérdida de su memoria, de su capacidad de comprender al momento lo que la gente le decía. Su visión también se vio afectada, pues perdió parte de la percepción de su campo visual. Su equilibrio y su conciencia también fueron abrasados por este impacto de bala. Sin embargo, y en palabras A. R. Luria, “esta lesión cerebral había dejado intacta su percepción directa del mundo… su capacidad de valorar lúcidamente cada uno de sus fracasos…”.

¿Por qué es importante la historia de Zasetski?

A razón de convertirse en un soldado caído, Lev Zasetski se convierte en paciente del famoso neuropsicólogo Alexander Romanovich Luria, y que a partir de este caso surge el libro El hombre con su mundo destrozado. Historia de una lesión cerebral. Pero Luria es también conocido por ser un “romántico de la ciencia”.

"Los románticos en la ciencia no desean ni dividir la realidad viva en sus componentes elementales ni representar la riqueza de los eventos concretos de la vida en modelos abstractos que pierden las propiedades mismas de los fenómenos. Es de primordial importancia para los románticos preservar la riqueza de la realidad viva, y aspiran a una ciencia que retiene está riqueza" (The Making of Mind, A. R. Luria).

Así, A. R. Luria comenzó un seguimiento ininterrumpido de 26 años. Luria, se convirtió no nada más en testigo de la tormentosa lucha de Zasetski contra su cerebro lesionado, sino también de una lucha por recuperar su vida. Se convirtió en un amigo, que recopiló más de 3000 hojas que el mismo Zasetski escribió como una forma para recomponer a base de pequeños recuerdos que iban y venían, tratando de “escribir la historia de su vida y las consecuencias de su terrible lesión”.

Algo que distingue el enfoque de autores como Oliver Sacks y en este caso de A. R. Luria, es que las funciones que nos puedan parecer más elementales del cerebro no se reducen exclusivamente a una base de orden biologicista, sino que tienen además una relación profunda con el entorno de los pacientes, sus experiencias, historias de vida e incluso (más perceptible en Sacks) una problematización a los elementos de clase que rodean a miles que padecen alguna neurodivergencia [1].

Otra de las inquietudes que rodeaban el pensamiento de Luria era generar no nada más una “buena descripción” de los casos clínicos, sino “presentar a un paciente, un hombre, en su integridad, mientras que se delinea de forma simultánea la estructura más profunda de su ser…” [2].

Finalmente, este libro nos da en cada una de sus hojas, no nada más un trabajo de colaboración entre médico y paciente. Nos lleva a lo más profundo de la percepción, el dolor, la frustración de un hombre que en un instante perdió su mundo. Pero también nos da alegrías con las pocas victorias que obtuvo de su lucha contra una lesión cerebral.


[1El Artista Autista, en “El Hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, Oliver Sacks, Anagrama, 2012, 2da reimpresión.

[2El hombre con su mundo destrozado. Historia de una lesión cerebral. Paídos. 1ra edición impresa en México, febrero de 2018. Pp.15-16.