Presidente de la corte suprema dice a viva voz: "Creo que tienen derecho a la libertad". Mientras tanto, ni siquiera hay claridad con la mayoría de los casos de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, con unas pocas condenas a los genocidas, y las que hay, en recintos de lujo.
Lunes 14 de noviembre de 2016
Javier Ilabaca Muñoz
Cristobal Espinoza
El Presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch planteó este sábado en una entrevista para el diario La Tercera, que los violadores de los derechos humanos durante la dictadura, en este caso los pocos condenados que hay (mientras la gran mayoría de lo archivos y genocidas están en impunidad) tienen que tener beneficios legales o mejor dicho libertad por su avanzada edad, argumentando que el perdón es incluso una expresión de derechos humanos, y que se les corresponde el mismo trato que a cualquier condenado.
Dolmestch habla de un "perdonazo" a los que mataron y torturaron e incluso hasta el día de hoy nunca han pagado condena en una cárcel normal, si no prácticamente en un hotel de 5 estrellas donde han tenido las mejores condiciones de vida.
Para Dolmestch: "Estos militares terminaron hace tantos años, entonces, están siendo condenados a penas altas, gente muy vieja, que está enferma y que tiene dificultades, incluso mentales y físicas. Sería incluso una expresión de respeto a los derechos humanos que mucha gente pudiera salir a cumplir a su casa. El derecho humano de las víctimas se cumplió, fueron sentenciados, y ahora viene el derecho humano de los condenados".
Estas nefastas declaraciones dañan enormemente a las familias que hasta el día de hoy exigen verdad y justicia por los detenidos desaparecidos y también por lo torturados y ejecutados en dictadura. Décadas de lucha, organización y movilización, no sólo por todos los crimenes de la dictadura militar, sino también contra la represión actual, y su impunidad.
Estos hechos nos muesran que ningún gobierno ni ningún poder del Estado, como estructurado por la dictadura, terminarán con la impunidad de los responsables de las terribles acciones cometidas en la dictadura contra decenas de miles de trabajadores, pobladores, estudiantes, mapuche, militantes de izquierda.
Así como quieren la "libertad" de genocidas, amparando desde el poder del Estado la impunidad, asímismo mantienen en secreto las confesiones de militares, como ocurre con la comisión Valech, imponiendo un secreto de 50 años que obsta el acceso a cualquier persona, incluido el Poder Judicial pueda conocer de éstas.

Cristóbal Espinoza
Estudiante de Periodismo