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Red Internacional
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Elecciones en Brasil. El jefe del Ejército brasileño contra Lula y en apoyo al golpismo judicial

El jefe del Ejército brasileño, general Eduardo Villas Boas, dijo que "la legitimidad del próximo gobierno puede estar cuestionada" y confirmó su rechazo a la candidatura de Lula.

Lunes 10 de septiembre de 2018 15:13

Si bien no es la primera vez que miembros de las Fuerzas Armadas realizan pronunciamientos políticos, las últimas declaraciones del jefe del Ejército, general Villas Boas, resultan verdaderamente alarmantes por su nivel de injerencia en la vida política del país y por aparecer en un rol auxiliar al golpismo que viene protagonizando el Poder Judicial en Brasil.

Las Fuerzas Armadas no dejan lugar a dudas se su "rol auxiliar" en el golpe institucional que vive Brasil desde la destitución de Dilma Rousseff y de la escalada en el autoritarismo judicial para que estas elecciones sean completamente manipuladas.

Tras el veto autoritario del Tribunal Superior Electoral (TSE) a la candidatura de Lula, y días antes del plazo otorgado por la misma Corte Electoral al PT para sustituir a Lula por otro candidato presidencial, el comandante de las Fuerzas Armadas, Eduardo Villas Boas, dio una entrevista al diario Estadão para mostrar cual es la la posición política que se está discutiendo en el nivel superior de los cuarteles.

Para Villas Boas, "la legitimidad del próximo gobierno puede incluso estar cuestionada", después del ataque al ultraderechista Jair Bolsonaro, candidato del PSL. De acuerdo con el comandante, la situación política estaría creando "dificultades para que el nuevo gobierno pueda tener estabilidad, gobernabilidad e incluso puede tener su legitimidad cuestionada. Por ejemplo, con respecto a Bolsonaro, si él no es elegido, puede decir que su campaña fue perjudicada. Y si por el contrario él resulta electo, probablemente se diga que se benefició del ataque por la conmoción generada. Por lo tanto, se altera el ritmo normal de las cosas y esto es preocupante ".

Se trata de una insinuación sutil sobre el escenario de que Bolsonaro no sea elegido, y la apelación que podría hacer de que "fue perjudicado". ¿Será esa la opinión del alto mando? Aunque dijo que Bolsonaro no es el candidato de las Fuerzas Armadas, Villas Boas reconoció que " Obviamente, él tiene llegada entre los militares, porque procura identificarse con los problemas que son sentidos en la fuerza, además de tener un agudo sentido de la oportunidad".

"Un agudo sentido de la oportunidad", diríamos, tiene el propio Villas Boas, cuando se trata de interferir en la política nacional. Ya lo había hecho en el tuit el día antes del juicio de habeas corpus a Lula por el Tribunal Supremo (TS), el 4 de abril, al presionar el TS a no a cumplir con el Habeas Corpus y asegurar el encarcelamiento arbitrario del dirigente del PT.

En esa ocasión Villas Boas había dicho que "el Ejército comparte el repudio a la impunidad y el respeto a la Constitución", que en su interpretación debía llevar a la prisión arbitraria de Lula.

En esta ocasión el comandante también opinó sobre el decisión del Comité de Derechos Humanos de la ONU, que hizo un requerimiento al Estado brasileño para que los derechos políticos de Lula fueran preservados (es decir, que pueda participar en las elecciones). Siempre tan sumiso a las "intromisiones en la soberanía nacional" por parte de las instituciones imperialistas, esta vez el bravo Villas Boas dijo, respecto al parecer del Comité de la ONU, que:

"Es un intento de invasión de la soberanía nacional. Depende de nosotros permitir que se confirme o no. Eso es algo que nos preocupa, porque puede comprometer nuestra estabilidad, las condiciones de gobernabilidad y de legitimidad del próximo gobierno.

Un "depende de nosotros" que, sin mucha ambigüedad, significa que el respeto a los derechos políticos de una figura como Lula, que acumula más del 40% de las intenciones de voto en todo el país, depende de las Fuerzas Armadas. Cabe recordar: si esto es lo que hacen con un personaje como Lula -siempre adepto a la conciliación con la burguesía y la derecha- ¿qué pueden esperar los trabajadores, la izquierda y los sindicatos?

Como si no fuera suficientemente golpista, frente a la pregunta sobre cuál sería la posición de las Fuerzas Armadas si Lula pudiera ser elegido y terminase ganando las elecciones, dijo "el peor escenario es tener a alguien en proceso de enjuiciamiento, desafiando tanto a la Constitución como a la Ley de la Ficha limpia, sin legitimidad, dificultando la estabilidad y la gobernabilidad del futuro gobierno y dividiendo aún más a la sociedad brasileña ".

Se trata de un testimonio político evidente: el Ejército considera un "ataque a la soberanía" el derecho de Lula a participar en las elecciones, y en la eventualidad de vencer, actuaría al respecto. Esa grotesca violación de los últimos vestigios de soberanía popular en las democracias burguesas degradadas -el derecho de la población a votar en quien quiera- muestra que la legitimidad de un nuevo gobierno viene con el sello de la Corte, pero también de los militares.

Así como lo hizo en abril, el comandante de las Fuerzas Armadas interfiere a su gusto en el curso de la política nacional. Aparentemente, la cúpula del Ejército también ve la probabilidad de la polarización entre Lula / Haddad y Bolsonaro, y deja pocas dudas sobre dónde reside su simpatía.

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Esta politización de los militares, su interferencia recurrente en momentos clave de la carrera electoral e incluso su participación en la política con personalidades de alto rango disputando cargos, es parte de asegurar la continuidad del golpe institucional, que tiene como pilar en estas elecciones impedir que la población tenga el derecho a votar a quien quiera.

En esto, las Fuerzas Armadas están junto al autoritarismo judicial y la Lava Jato, degradando aún más la ya limitada democracia burguesa, manteniendo a Lula preso arbitrariamente.

No hay duda de que el PT fortaleció el autoritarismo judicial y ayudó a las Fuerzas Armadas a "extender sus alas" sobre la política: la política petista en 13 años de gobierno abrió el camino al golpe institucional, habiendo gobernado junto a la derecha y asimilado los métodos de corrupción propia del capitalismo. Es incapaz de enfrentar seriamente esa tiranía golpista.

Es por esto que no apoyamos el voto a ninguna de las candidaturas del PT, pero no podemos más que repudiar estas declaraciones grotescas por parte de las Fuerzas Armadas, y defender irrestrictamente el derecho de la población a votar a quien quiera (incluso en Lula, si así lo desea), sin ninguna interferencia de los "poderes fácticos" judiciales o militares.

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