Además afirmó que el cuerpo no tiene lesiones, sin embargo se desconocen las causas de la muerte en el marco de una represión de la Gendarmería que había ingresado de manera ilegal a la Pu Lof.
Sábado 21 de octubre de 2017 02:12
El juez Gustavo Lleral habló ante los medios de comunicación cerca de la medianoche de este viernes. Lo hizo para confirmar lo que ya habían adelantado los familiares de Santiago Maldonado. El cuerpo encontrado en el río Chubut el pasado martes era del joven desaparecido hace casi 3 meses luego de una represión de Gendarmería. La misma había sido comandada por Pablo Noceti, segundo de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad.
Lleral habló luego de finalizada la autopsia que se realizó sobre el cuerpo. La misma se había iniciado cerca de las 11 h del viernes y se extendió por alrededor de 12 horas.
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El juez afirmó que los resultados de la autopsia indicarían que no hubo lesiones graves en el cuerpo. En sus declaraciones, el magistrado afirmó que hay que seguir investigando la comisión de un “delito grave”.
Las afirmaciones de Lleral se producen cuando la autopsia todavía está en curso y faltan múltiples elementos que aún deben ser investigados. Tiene lugar, además, luego de que en declaraciones a diversos medios medios Sergio Maldonado (hermano de Santiago) criticara duramente al presidente Mauricio Macri y al ministro de Justicia Germán Garavano. En ese marco, lo afirmado por el juez intenta dar una noticia parcialmente favorable al oficialismo nacional horas antes de las elecciones generales. De allí que haya sido bien recibida por los medios afines al oficialismo nacional.
Múltiples cuestiones quedan sin explicar y deberán ser motivo de la investigación y de la continuidad de la autopsia. Entre ellas está el hecho de que el cuerpo no se encontró durante casi 80 días con muchos indicios de que fue "plantado" en un lugar donde se hicieron varios rastrillajes previos. Es preciso recordar -una vez más- que Santiago fue visto por última vez en el marco de una brutal represión llevada a cabo por la misma Gendarmería contra la comunidad Pu Lof en Resistencia de Cushamen.
Durante los 80 días transcurridos desde el momento de esa represión, el gobierno nacional hizo lo posible por desviar la atención de cualquier indicio o prueba que pudiera apuntar a la Gendarmería. Testimonios falsos y tergiversados, maniobras y pistas falsas agigantadas por el aparato de medios oficialistas. Todo fue alentado por el oficialismo y los medios afines al mismo.
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Tomando un solo ejemplo, la versión original del comandante Escola, que negaba que sus hombres hayan bajado al río, pronto tuvo que ser dejada de lado. Con el tiempo, y aún en el marco de los contradictorios testimonios de los gendarmes del Escuadrón 35, se pudo comprobar que llevaron su cacería hasta la vera del río, en el lugar donde desapareció Santiago ese 1° de agosto. La investigación, tanto de parte de la fiscal como los jueces, aún no ha profundizado en estos y muchos otros elementos que apuntan a la responsabilidad del Estado en todo lo sucedido con Maldonado.
La intención deslindar de responsabilidades a la Gendarmería y al Estado se cae por su propio peso. Solo basta recordar los casos de Ezequiel Demonty, a quien las fuerzas de seguridad obligaron a tirarse al Riachuelo, o, incluso, el de Luciano Arruga, forzado a cruzar la General Paz, circunstancias en las cuales murieron. Santiago Maldonado no estaba "paseando" por el río, estaba huyendo de un ataque ilegal de Gendarmería que luego ocultó pruebas e información.
Este sábado está convocada una movilización en Plaza de Mayo para exigir justicia por Santiago Maldonado. La organización y movilización en las calles es más necesaria que nunca para garantizar que no haya impunidad, que se llegue hasta los responsables políticos y materiales, y que se investigue hasta el final a la fuerza que actuó en el operativo represivo en donde Santiago desapareció.
