Una semana llena de homenajes al ex presidente Sebastian Piñera, es parte de una gran campaña de blanqueamiento llevada adelante por el gobierno de Boric y los medios de comunicación.
Domingo 11 de febrero
Una verdadera campaña de blanqueamiento en torno a la figura de Sebastian Piñera se ha desplegado los últimos días, luego de conocerse la muerte del ex mandatario en su helicóptero privado.
Gabriel Boric a la cabeza de su gobierno ha impulsado con todo esta campaña de blanqueamiento de la imagen, y es que lejos de las “diferencias” que hoy se plantean, el rol jugado por Boric en los años donde Piñera estuvo como presidente, están lejos de ser una amenaza para la derecha.
Lo más reciente ocurrió el 2019, en medio de la rebelión en Chile, cuando Boric por su cuenta se sumó al acuerdo por la paz, entre la derecha y la ex concertación. Este acuerdo fue el principal salvavidas que tuvo el gobierno de Sebastian Piñera, y sin el cual su continuidad se ponía en dudas. Este acuerdo además fue crucial en que el ex presidente se mantuviera en completa impunidad, después de haber asesinado a más de 40 personas y más de 400 mutilados con traumas oculares.
La impunidad de Piñera, una vergüenza en materia de DD.HH
Del “Piñera está avisado”, al “Como oposición durante su gobierno las querellas y recriminaciones fueron más allá de lo justo y razonable”, muestra el giro previo a las elecciones presidenciales y la posición que hoy ha tenido siendo presidente. Estas palabras han golpeado bastante a coordinadoras, asambleas y organismos de derechos humanos, que han visto cómo el gobierno les ha dado un portazo en la cara.
Además Boric planteó que el ex presidente, “Defendió ideas diferentes a las de nuestro sector y también tuvo una interpretación del estallido social del 2019 que fue diferente a la mía, y actuó en ocasiones de una manera con la que discrepé, pero usando siempre, repito siempre, los mecanismos de la democracia y la Constitución”.
Las palabras del gobierno han sido cruciales para que el Juzgado de Garantía de Santiago anuncie el sobreseimiento definitivo de Sebastián Piñera, tras su fallecimiento. Esto ha tenido una ola de repudio por parte de distintas organizaciones de DDHH.
El lavado de imagen que lleva adelante el gobierno, responde a una estrategia que han llevado en todo lo que ha sido su mandato, como lo es la política de los acuerdos, de las grandes concesiones. Para el gobierno, la única forma de mantener su estabilidad es aliándose con la derecha y por ende, cediendo a toda una política reaccionaria. Este camino de ceder para buscar estabilidad, es una farsa, y es que cada vez que el gobierno cede, la derecha le exige mucho más. El gobierno nunca se apoyó en las grandes mayorías para llevar adelante su programa, pese a todo su discurso, la estrategia que llevan adelante solo les fortalece el camino a la derecha.
Si bien prácticamente la totalidad de los partidos políticos le han cedido a la derecha en este lavado de imagen que quieren hacer, Natalia Sanchez, militante del PTR ha sido la única gota de cordura que sigue quedando, retirándose en el minuto de silencio donde buscaban rendirle honores, y denunciando a Piñera como lo que es, un empresario corrupto y violador de los DDHH.