Estado Feminicida. El lunes se entregará el último informe sobre caso Debanhi

Han pasado más de tres meses de que la desaparición de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, el pasado 9 de abril, conmocionó a todo el país en redes sociales. Múltiples movilizaciones tuvieron lugar una vez que fue encontrado su cuerpo sin vida.

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Coincidentemente, estas marchas se realizaron el fin de semana del 24 de abril como eco de las potentes movilizaciones realizadas en varios puntos del país hace seis años con la consigna #VivasNosQueremos, durante una de las primeras jornadas convocadas a escala nacional, en donde las mujeres y las disidencias sexuales fuimos las protagonistas, tomando las calles para revelarnos contra el Estado feminicida.

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El anuncio de Mejía Berdeja reabrió la indignación que la respuesta de la Fiscalía y las autoridades del estado de Nuevo León, encabezado por Samuel García, tuvieron desde los primeros días de búsqueda, donde la constante fue la re victimización de la joven.

El corolario de la vulgar respuesta, tuvo lugar tras encontrar el cuerpo de Debanhi el 21 de abril, en una de las zonas donde supuestamente ya se había realizado su búsqueda. Inmediatamente el padre denunció que la escena del crimen había sido manipulada y que se estaba ocultando información relevante. La necropsia realizada por la Fiscalía General del Estado de Nueva León concluyó que la causa de muerte había sido “una contusión profunda de cráneo”, posiblemente causada al “caer dentro de la cisterna” donde fue encontrado su cuerpo. Una cínica burla.

Posteriormente, a petición de la familia se realizó una investigación independiente la cual arrojó, a diferencia del informe de la FGE, que existían huellas de violación. Los resultados que Mejía Berdeja presume se darán a conocer el próximo lunes, serán la conclusión de la tercer necropsia aplicada a la joven, ante la insistencia por parte de la familia porque se esclarezca el caso y se reconozca que se trató de un feminicidio. En todo momento, el padre de Debanhi Mario Escobar ha denunciado la negligente investigación realizada por la Fiscalía General del Estado de Nuevo León.

La intención de la familia Escobar es que una vez resuelto el caso de su hija de manera favorable, se siente un precedente para que los asesinatos de mujeres sean investigados como feminicidios, algo que de hecho ya dicta la sentencia “Mariana Lima Buendía” a nivel nacional y para que se implementen protocolos de “búsqueda más eficientes”.

Sin embargo, a tres meses de que el caso de Debanhi sacudiera a México, se ha evidenciado que si bien, la violencia feminicida es un cáncer que se consuma en el acto individual de quien asesina de manera violenta a una mujer, estos actos se cimentan en la impunidad y re victimización sistémica reproducida una y otra vez por el gobierno y sus instituciones, quienes no se cansan de enviar el mensaje de que nada pasa si se asesina a una mujer.

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El gobierno de Samuel García no ha hecho más que usar las demandas de las mujeres para sus campañas políticas, mientras no muestra el menor interés en resolver el caso de Debanhi y a nivel federal el feminicidio de la joven se suma a una larga lista de crímenes sin resolver, lo cual somete a sus familias a una larga travesía en búsqueda de justicia.

La mayor lección que nos deja el caso de Debanhi es que para conquistar justicia es necesario poner en pie comisiones independientes de mujeres conformadas por organizaciones de Derechos Humanos y familiares de las víctimas, que junto al potente movimiento de mujeres en las calles, imponga justicia para nuestras victimas.