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Red Internacional
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BLANQUEO. El macrista Pinedo y Gómez Centurión: fuego cruzado entre antiderechos

El senador Federico Pinedo quiso defender a Macri y dejó al desnudo la estrategia que utilizaron para bloquear la ley de legalización del aborto el año pasado en el Congreso.

Jueves 17 de octubre de 2019 12:06

Luego del simbronazo de las PASO, la estrategia electoral de Macri cambió. Abandonó las redes para volver al “territorio” y se ubicó mucho más a la derecha en cuanto a sus declaraciones. Por eso en cada ciudad que se presentó no dudó en hablar de estar a favor “de las dos vidas”, un mensaje clarísimo en contra de la posibilidad de legalizar el aborto. Además de hacer hincapié en el narcotráfico y medidas punitivistas.

Este giro no solo busca reforzar su núcleo duro sino atraer a votantes de espacios como el del frente NOS, la alianza que encabeza Juan José Gómez Centurión y Cynthia Hotton, ambos acérrimos opositores a la legalización del aborto que hicieron de esta posición su único slogan de campaña.

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Así las cosas, Macri lanzado a la tarea de traer agua para su propio molino, cada vez habla más de las dos vidas y agita el pañuelo celeste en cada ciudad que la gira le impone.

Pero como en toda campaña electoral, todo tiene un costo. En este caso, la intención de arrebatarle votantes a Gómez Centurión, provocó en el ex carapintada estas declaraciones: “Macri fue el primer Presidente Argentino en mandar al Congreso una ley de legalización del aborto. Nadie manda al Congreso una ley para que no salga, donde entran dos al quirófano y sale uno. Eso no es defender las dos vidas”.

Como buen soldado Federico Pinedo salió al cruce y dijo en la red social Twitter: “El presidente me llamó y me dijo “que nadie diga que estoy por el si” y trabajamos y ganó el no”.

Así, con la impunidad del que detenta el poder confirmó que habilitar el debate fue en principio un acto demagógico, y que quizás sorprendidos por la enorme marea verde, pudieron revertir la situación porque “trabajaron” en eso.

La estrategia de Cambiemos para capitalizar la "habilitación" del debate incluyó también figuras de su propias filas a favor del aborto legal, que intentaron mostrar un rostro humano de la coalición oficialista. Sin embargo, el propio Macri insistió en que había libertad de acción para votar una ley que afecta la vida de las mujeres.

No debería sorprendernos, la presión que ejercieron no solo políticos que se autodefinen como a favor “de las dos vidas” sino las jerarquías de las iglesias católica y evangélica quedaron en evidencia en la lamentable votación en el Senado,y en los debates previos a las votaciones, donde desfilaron personajes como Albino.

Este personaje que sostiene que el preservativo no previene el contagio sexual del HIV porque el virus atraviesa la porcelana, el mismo que criminaliza la pobreza y que es financiado por el gobierno a través de la fundación CONIN que preside.

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Este fuego cruzado entre “celestes” por ver quién es más “defensor de las dos vidas” resulta siniestro. Sobre todo si tenemos en cuenta las miles de mujeres que mueren en nuestro país por la clandestinidad del aborto.

Pero Cambiemos no hizo el trabajo sucio solo. En los bloques opositores, con excepción del Frente de Izquierda, hubo votos a favor y en contra, lo cual demostró que para ninguno de los partidos mayoritarios la promulgación de una ley que garantice el acceso al aborto legal, seguro y gratuito era un compromiso. Al contrario, sus compromisos fueron con las Iglesias, como sucedió con provincias enteras que votaron en contra, como Tucumán o como a último momento la senadora del Frente para la Victoria, Silvina García Larraburu decidió votar en contra de este derecho elemental.

El sincericidio de Pinedo no fue un acto de arrebato, un “no me di cuenta”, una respuesta “impotente”. Es un mensaje a los votantes de Gómez Centurión, pero también a los de Roberto Lavagna, que lleva a su hijo, Marco Lavagna, como primer candidato a diputado por la Ciudad de Buenos Aires, y que se opone fervientemente a que el aborto se legalice.

Los partidos mayoritarios tienen en sus listas a los llamados “celestes” y como ya lo hemos mencionado en este diario no es un dato menor. Esas listas son las que, después del 27 de octubre, delinearán un nuevo Congreso. Y son esos legisladores los que deberán votar y garantizar que el derecho a decidir sobre el propio cuerpo finalmente se transforme en ley.

En la ciudad de Buenos Aires, de repetirse los resultados de las PASO, hay una banca que está en disputa entre Myriam Bregman, del PTS en el Frente de Izquierda Unidad, y Marco Lavagna, Pablo Tonelli y Eduardo Valdés.

Solo Bregman está a favor de legalizar el aborto, tal como lo expresó en la masiva movilización del 34° Encuentro de La Plata, y no solo eso, esa banca se transformará en un puesto de lucha para los conflictos que, mas temprano que tarde, llegarán a un país cercado por las políticas de ajuste del FMI.