El ministro de Defensa de Macri apoyó la participación en el desfile militar del 9 de Julio. El aplauso de Peña, Bullrich, Aguad y Michetti ante el paso del ex carapintada.
Miércoles 10 de julio de 2019 13:04
Como todos los 9 de Julio, el Estado hizo desfilar por Palermo a más de 4.000 integrantes de las tropas de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad.
Además del despliegue de tanques y armas, se destacó un hecho. El ex militar Aldo Rico encabezó un grupo de ex combatientes que marchó tras la bandera "Malvinas. Volveremos".
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A su paso, recibió el aplauso de varios funcionarios del gabinete, entre ellos Marcos Peña, Patricia Bullrich y la vice Gabriela Michetti. También del ministro de Defensa, el radical Oscar Aguad.
Uno podría decir que un desfile militar no deja de ser una demostración de fuerzas del Estado y sus capacidades represivas. Pasadas y futuras. Pero aún así hay hechos que resultan provocaciones y además son justificadas por un miembro de gabinete.
Fue el caso de Oscar Aguad, que polemizó con la periodista María O’Donnell en Radio Metro, cuando defendió a Rico. “Si quiere desfilar que desfile. Lo de los carapintadas es cosa vieja. Fue un acontecimiento chiquito, que yo no creo que haya puesto en jaque a la democracia".
Parece que Raúl Alfonsín en 1987 se hizo mucho problema por muy poco: según el ministro @OscarAguadCBA el levantamiento carapintada de Aldo Rico y lo sucesos de Semana Santa fueron "un acontecimiento chiquito". Declaraciones del Ministro de Defensa en @DeAcaEnMas951 👇 https://t.co/2VWrNfKQ5m
— Maria O' Donnell (@odonnellmaria) 10 de julio de 2019
“Un acontecimiento chiquito”. Así calificó el alzamiento militar contra el gobierno del radical Raúl Alfonsín, que encabezó Rico como teniente coronel del Ejército. Fue durante la Semana Santa de 1987. La acción “carapintada”, llamada así por los rostros de los sublevados, era un mensaje castrense contra los juicios por delitos de lesa humanidad que recibían oficiales de las tres fuerzas armadas. El gobierno radical terminaría cediendo a las presiones y concretando la ley de Obediencia Debida, con la cuál favorecía en los juicios a los miembros de las Fuerzas Armadas cuyo grado estuviera por debajo de coronel en el momento de los hechos. Junto a la Ley de Punto Final era parte de las llamadas "leyes de impunidad".
Rico volvería a encabezar otro alzamiento en Monte Caseros durante 1988. Sin embargo, luego de ser indultado por Menem sería integrado por los partidos tradicionales. Además de intendente de San Miguel, fue ministro de Seguridad del gobernador peronista Carlos Ruckauf.
Aquella acción militar que abrió la posibilidad de la impunidad de los genocidas, para Aguad es “un acontecimiento chiquito”. Para los camaradas de Rico no fue así: por eso siempre le tienen un lugar reservado entre sus filas. Muchos ex combatientes, en cambio, lo repudian como parte de la oficialidad que torturó soldados en Malvinas.