A partir del dictamen de la Oficina Anticorrupción, se desprendió de las acciones de Shell y se abstuvo de participar en las gestiones en las que esté involucrada la multinacional.
Martes 13 de septiembre de 2016 10:04
A partir del dictamen emitido por la oficina a cargo de Laura Alonso, José Aranguren aceptó venderlas acciones que poseía en la multinacional holandesa, según informó Macri desde el comienzo del evento "mini-Davos" que se está desarrollando estos días en el Centro Cultural Kirchner. Además, el ministro resolvió no participar de las gestiones directamente relacionadas con la multinacional, cediéndole la responsabilidad al ministro de producción Francisco Cabrera. La resolución del CEO devenido ministro, llegó luego de 24 horas de emitido el dictamen y después de recibir la presión desde el mismo oficialismo, que, en boca de Federico Pinedo, presidente provisional del senado, dijo que "tendría que hacerle caso a la Oficina Anticorrupción o dejar de actuar”.
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Aranguren venía de ser muy cuestionado por todo el arco político por su doble rol de funcionario público a cargo de la cartera de energía y a la vez CEO de una multinacional que se benefició directamente por los tarifazos que él mismo decretó y se ganó el rechazo de amplias capas de la población por los aumentos de tarifas. A partir de esto es que se entiende la "preocupación" del elenco gobernante por mostras "transparencia" en su gestión y en el accionar de sus ministros, primero para salvar a Aranguren de una crisis mayor, pero fundamentalmente para seguir adelante con los tarifazos y mantener su gobernabilidad para seguir rematando al país.
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