×
×
Red Internacional
lid bot

Movimiento Obrero. El movimiento obrero y el temor de Macri

Jueves 19 de mayo de 2016 16:16

A cinco meses de la asunción de Macri y tras la serie de medidas de ajuste que aplicó, la clase trabajadora siente cada vez con más fuerza el peso de la crisis sobre su espalda. En el sector de trabajadores estatales, la tan temida ola de despidos golpeó más rápido y aceleró las medidas de lucha (y las represiones) en diferentes provincias, tanto en las gobernadas por representantes del oficialismo como en las que se mantuvo el FpV.

Mientras que en el movimiento obrero industrial las patronales tienden a usar la estrategia de despidos parciales, retiros "voluntarios" o suspensiones para bajar costos, aunque esto a la vez no les impide aumentar la producción, como en el caso de VolksWagen Pacheco, donde la patronal suspendió a todo un turno pero elevó la producción de su línea de camionetas de 120 a 140 unidades diarias. Todo esto ocurre ante la devaluación del salario y el aumento del costo de vida, producto de la inflación y los tarifazos que tensan cada vez más la cuerda entre un sector de trabajadores que todavía tienen la esperanza de que todo mejore en el segundo semestre tal como viene prometiendo el Gobierno y como se encargan de predicar los medios oficialistas.

Para intentar descomprimir el descontento social y evitar que su imagen siga en caída libre, el presidente Mauricio Macri y los miembros de su gabinete repiten que las inversiones extranjeras resolverán todo a partir de julio, mientras que quieren hacernos creer que la inflación no es tal o que los despidos son una sensación. Pero claro, luego de 12 años de lidiar con el relato kirchnerista (incluidas sus estadísticas adulteradas) las mentiras de Cambiemos tienen cada vez menos oídos dispuestos a escucharlas.

La crisis internacional y la situación de Brasil (principal socio económico de la Argentina) luego de la destitución de Dilma Russeff, no parecen ayudar mucho a los augurios presidenciales ya que la crisis brasilera, afecta directamente a la industria en la Argentina. Y no es casualidad que los avances de la derecha, que ataca y ajusta descargando la crisis sobre los trabajadores, tenga como protagonistas a los sindicatos para contener la reacción obrera ya que tanto las centrales brasileras como las de Argentina no lanzan seriamente un plan de lucha para enfrentar los ataques.

Como tantas veces ha pasado a lo largo de la historia, cuando un gobierno se encuentra temeroso de la reacción de la clase obrera, la burocracia sindical ejerce un rol de contención y tratan de evitar que se desborde su control y es como llegan a convocar la marcha del pasado 29 de Abril, para frenar la bronca, el descontento de los trabajadores, donde quedó más que clara la intención de las centrales sindicales de querer descomprimir la tensión generada por las medidas anti obreras del Gobierno. Una marcha "simbólica" al Monumento al Trabajo, cuando si de verdad quería dar un mensaje a Macri podría haber llamado a un paro general y una movilización a Plaza de Mayo, centro político del país, tal como reclamamos desde el PTS en el Frente de Izquierda, que fuera el inicio de un plan de lucha nacional hasta derrotar el ajuste.

Hay sobradas muestras como en Comodoro Rivadavia, Santa Cruz, Tierra del fuego, los docentes, los estudiantes y distintos sectores salen a luchar y las direcciones sindicales nacionales siguen de tregua. Las universidades tomadas, los terciarios, decenas de miles de estudiantes movilizados, dan cuenta de la situación de crisis que atraviesan y una urgente necesidad de organizarse para enfrentar el ataque y los ajustes. Cuando nos encontramos con Donnelley cerrando la fábrica y la tomamos y pusimos a producir. Ante los ataques, tarifazos, despidos, somos los trabajadores los que tenemos el desafío de organizarnos e imponer a las direcciones burocráticas un verdadero plan de lucha que enfrente el ataque de la derecha.