Editorial. El mundo imaginario de Morales y el PJ jujeño

Finalizadas las elecciones del 14N, vimos aturdidos balances de las fuerzas tradicionales donde todas se dieron ganadoras, negando la realidad cada una a su modo. Luego asistimos a las primeras acciones y discursos que en el ámbito local continuaron el curso anterior. Casi como si no hubiese pasado nada, como si las urnas no hubiesen hablado, como si la voluntad popular no hubiese dado un fuerte mensaje de bronca a los partidos de los poderosos.

En esta realidad paralela, Gerardo Morales, inició una gira por España. Allí desembarcó en la embajada argentina ubicada en Madrid donde lo recibió de brazos abiertos Ricardo Alfonsín, a quien el FdT designó como embajador.

Se trataría de una jugada a tres puntas. Una de ellas dicen que responde a refrendarse con el hijo del ex presidente que cuenta con apellido de peso dentro de la interna radical en vista de hacerse con la conducción de la UCR nacional. Este paso sería necesario en la carrera presidencial de Morales. Además de fotos con miembros del PSOE, partido de gobierno, en la misma sintonía. Una segunda punta, tal vez, más para la foto que la anterior, es la oferta de oportunidades de negocios a empresarios españoles. Ellos fueron invitados a invertir en litio, cannabis medicinal y hasta en el tren turístico que recorrería un tramo de la quebrada de Humahuaca. La tercera punta, aunque viene sin fotos, claro está, consiste en un viaje de descanso.

Otro que optó por hablar desde otra realidad paralela fue el titular del PJ local, Rubén Rivarola. Luego de perder más de 86 mil votos entre las elecciones de 2019 y las generales de 2021, quedando incluso a muy poco de ser superado por el FITU, a modo de balance del 14N dijo:

“Hoy el Justicialismo de Jujuy se prepara para crecer y volver al Gobierno provincial en 2023… (y aclaró) y todos somos necesarios para esta nueva epopeya que hace falta construir por el bien de todos los jujeños y las jujeñas… (y se animó a más, total, en el cómo sí todo vale) Y, por qué no decirlo, para asegurar un futuro digno de ser vivido para las generaciones que vienen.”

Lo de la “epopeya” es lo más realista del discurso, pero no solo por el pronóstico del PJ local hacia el objetivo de recuperar la gobernación; sino al afirmar el deseo de asegurar un futuro digno, en un país que será entregado al FMI por, al menos diez años, tal como el propio Presidente anunció en el acto de resurrección frente a la Plaza de Mayo el miércoles pasado.

El gobierno nacional ratificó en este acto su voluntad de alcanzar un acuerdo con el fondo, o sea, pagar la deuda millonaria del préstamo que el organismo internacional le otorgó a Macri para su reelección finalmente fallida. Y haciendo como si, vuelve a insistir a través del ministro Guzmán, que el acuerdo será “sin ajuste, con superávit fiscal en base a crecimiento”.

La realidad indica lo contrario. El ministro de Economía ya inició los deberes que exige el fondo y el déficit fiscal primario cerraría entre 2,5 % y 3,5 % (del PBI) cuando en el presupuesto se indicaba para este año un déficit de 4,5%. Este ajuste lo denunció la propia vicepresidenta en su carta luego de la derrota de las PASO. Pero también desde el fondo ajustan las clavijas y exigen el cierre de la brecha cambiaria (lease algún tipo de devaluación) y un recorte en el monto de subsidios a las empresas energéticas (léase algún tipo de tarifazo) como parte del ajuste fiscal. Una última, en un año donde la economía viene recuperando con fuerza la caída abrupta del año pasado, la distribución del ingreso retrocedió enormemente contra los trabajadores que perdieron (pasaron de percibir el 49,8 % del PBI al 40%) frente a los empresarios que ganaron (pasaron del 47 % al 50,9% del PBI) comparado el segundo trimestre de este año con el del año pasado.

La cuestión de fondo está en que la política del como sí se puede arreglar con el fondo y solucionar el hambre de los argentinos, ya tuvo un primer traspié en la pérdida de más de 5 millones de votos para el FdT y en el caso del macrismo su derrota en 2019. Tal como ha sido a lo largo de la historia, los acuerdos con el fondo más temprano que tarde pondrán de relieve los límites de la política cuando la economía queda literalmente en manos de los de afuera y bajo la presión de los dueños del país. Un retrato de estas peripecias se encuentra en el libro de Juan C. Torre, ex asesor de la presidencia de Alfonsín, “Diario de una temporada en el quinto piso.” De ahí que varios analistas indican un proceso de alfonsinización en el gobierno de Alberto.

En los próximos días el Congreso comenzará a discutir el Plan Plurianual que el gobierno nacional enviará como parte de las cartas de intención de pagar la deuda al fondo. Ser realistas de nuestro presente, pero también de nuestro futuro, exige tomar medidas a la altura. Rechazar el acuerdo con el FMI es un punto vital en defensa de la soberanía nacional y del futuro de las mayorías sociales. A esto apostamos desde el PTS en el Frente de Izquierda, por eso, hicimos una convocatoria a todas las fuerzas sociales, sindicales, políticas, estudiantiles, de los derechos humanos, del movimiento de mujeres, comunidades originarias, a expresar este rechazo en las calles en todo el país.

En Jujuy también sobran los motivos para decirlo no al fondo considerando el salto en la pobreza que denuncian las organizaciones sociales, los ataques a los trabajadores como en el ex Banco de Desarrollo, los atropellos a las comunidades originarias, en fin, hay un largo etcétera que debe hacer salir a todas y todos los agraviados a las calles bajo una bandera unitaria. Fuera el FMI.