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Red Internacional
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Tucumán. El negocio del Bicentenario: fondo de $ 300 millones y sin licitaciones públicas

El Frente para la Victoria logró aprobar en la Legislatura el manejo discrecional de fondos por parte del Ente del Bicentenario y las tres reparticiones del poder Ejecutivo.

Maximiliano Olivera @maxiolivera77

Viernes 27 de mayo de 2016

Fotografía: Franco Vera/LG

Ayer, en la sesión de la Legislatura, los legisladores se aprestaron a aprobar una ley que por astucias de la oposición había fracasado la semana pasada. Se trata del otorgamiento, hasta fin de año, de facultades extraordinarias al Ente del Bicentenario para realizar compras y contratos directos, eludiendo las licitaciones públicas y sin tope ni cotejo de precios.

En la sesión anterior, la oposición se apresuró en votar que dicho proyecto vuelva a comisión, ganando la pulseada ya que la mayoría de los oficialistas estaban almorzando. Esta vez, el bloque Tucumán Crece (Frente para la Victoria) impuso su mayoría, contando con el voto del radical Luis González.

El resto de la oposición votó en contra, criticando el manejo de los fondos. Extraña posición para el alfarismo, ya que la intendencia de Germán Alfaro realizó una contratación directa para emplazar un “monumento al Bicentenario”, con un costo de $8, 5 millones. Más aún, Alfaro fue sumado la semana pasada al directorio del Ente para el Bicentenario.

Con la nueva normativa, el régimen de contrataciones directa rige para el Ente Cultural Tucumán (a cargo de Mauricio Guzmán), para el Ente Autárquico Tucumán Turismo (presidido por Sebastián Giobellina) y para la secretaría General de la Gobernación (a cargo de Pablo Yedlin), en coordinación con el Ente del Bicentenario, presidido por el gobernador Juan Manzur.

El presupuesto del Ente del Bicentenario está estipulado en $300 millones. Previamente a la sanción de la ley, el organismo ya había salteado una licitación pública con un contrato de servicios por casi $12,5 millones.

En nombre de la patria, los actuales gobernantes se aprestan a despilfarrar cientos de millones en "obra pública" y actos. Los beneficiados seguirán siendo los mismos que hace 200 años.