La batalla por la designación del próximo juez de la Corte Suprema ha entrado en una fase decisiva. Los senadores del Partido Demócrata buscan impedir la designación del nuevo magistrado.
Martes 4 de abril de 2017
La batalla por la designación del próximo juez de la Corte Suprema ha entrado en una fase decisiva luego de que el lunes la Comisión de Justicia del Senado decidiera por 11 votos a favor y 9 en contra enviar la nominación de Neil Gorsuch, nominado de Trump, al pleno de la Cámara alta.
Los demócratas han conseguido el apoyo suficiente para bloquear la votación final, lo cual podría llevar al uso por parte de los republicanos de la opción "nuclear", un cambio de reglamentos de la Cámara para forzar una decisión hacia fines de la semana.
Para evitar la designación de Gorsuch, los demócratas piensan implementar el mecanismo dilatorio llamado "filibuster", lo cual implica extender el debate indefinidamente. Se requiere una supermayoría de 60 senadores para evitar este mecanismo. Actualmente, el Senado está compuesto por 52 republicanos y 58 demócratas y sólo cuatro demócratas han anunciado su apoyo al nominado por el presidente Trump para la Corte Suprema.
En caso de implementarse la medida dilatoria, los republicanos se están preparando para invocar la "opción nuclear", lo cual requiere cambiar el reglamento para que se alcance una decisión final con una mayoría simple de los votos.
El conflicto se produce en un clima altamente polarizado, en parte como consecuencia de la negativa de los republicanos en 2016 a otorgarle una audiencia a Merrick Garland, cuya nominación para el cargo fue impulsada por Barack Obama, tras la muerte del juez conservador Antonin Scalia.
El nominado por Trump, Gorsuch un juez de 49 años de Colorado, cuya nominación podría restaurar la mayoría conservadora entre los nueve integrantes de la Corte Suprema, una de las principales promesas de campaña de del actual presidente, quien lo seleccionó de una lista de alrededor de 20 jueces recomendados por activistas legales conservadores.
El enfrentamiento demuestra las dificultades que tiene el actual presidente para imponer sus propuestas en el Congreso. La negativa de los legisladores de su propio partido, pese a que controlan actualmente ambas cámaras del Congreso, culmino con el retiro de la propuesta de reforma, de Trump, al sistema de salud, conocido como Obamacare.