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Red Internacional
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El nuevo Código Procesal Penal y la Ley de Residencia

Estamos en un momento en que todos somos abogados. Todos somos especialistas en Derecho. Bueno en realidad no pero el Proyecto del Nuevo Código Penal crea una suerte de falsa especialidad en muchos.

Vanesa Spaca @VaneSpaccavento

Sábado 1ro de noviembre de 2014

Acá no somos especialistas pero tampoco compramos el "relato oficial" sin deternos a analizarlo y nos resulta poco menos que dudoso esto de que la inseguridad, prácticamente, exista porque los extranjeros sólo vienen a delinquir. ¡Ojo! No tenemos dudas de que las multinacionales como Chevron, Barrick y Monsanto, entre otras, vienen a barrer con todo (inclusive nuestras vidas) pero a los denominados “ladrones de guantes blancos” este nuevo proyecto no los perjudica. Yo creo que Berni, salvando algunas diferencias, está un poco poseído por el espíritu del Senador Miguel Cane.

Nada más (y nada menos) que 112 años nos separan de la Ley de Residencia 4.111, también conocida como Ley Cane, en honor a quien la presentó en la “Honorable Cámara de Senadores”. Allá en el 1900, en un país creado por inmigrantes, se gestó ésta ley para frenar la lucha obrera/proletaria. Y digo esto porque el fin era, sobre todo, deportar del país a Anarquistas y Socialistas. Víctima (o beneficiaria) de ella fue la anarquista Virgina Bolten, expulsada del país por la creencia de que era uruguaya.

Ley de Residencia – 1902

Artículo 1º: El Poder Ejecutivo podrá ordenar la salida del territorio de la Nación a todo extranjero que haya sido condenado o sea perseguido por los tribunales extranjeros por crímenes o delitos comunes.

Artículo 2º: El Poder Ejecutivo podrá ordenar la salida de todo extranjero cuya conducta comprometa la seguridad nacional o perturbe el orden público.

Artículo 3º: El Poder Ejecutivo podrá impedir la entrada al territorio de la república a todo extranjero cuyos antecedentes autoricen a incluirlo entre aquellos a que se refieren los artículos anteriores.

Artículo 4º: El extranjero contra quien se haya decretado la expulsión, tendrá tres días para salir del país, pudiendo el Poder Ejecutivo, como medida de seguridad pública, ordenar su detención hasta el momento del embarque.

Artículo 5º: Comuníquese al Poder Ejecutivo”.

El presupuesto de la expulsión resulta así tan amplio y genérico que al Poder Ejecutivo no le era requerido mencionar alguna sentencia judicial y, ni siquiera, algún hecho concreto sino que le bastaba expresar su opinión sobre el individuo en cuestión para fundamentar su decisión.

Cabe agregar que el extranjero contra quien se hubiere decretado la expulsión, tenía tres días para salir del país y el Poder Ejecutivo quedaba autorizado también a mantenerlo detenido hasta el momento del embarque.

Finalmente, la ley disponía que el Poder Ejecutivo podía impedir la entrada al país a los extranjeros cuyos antecedentes autorizaran a incluirlo en los casos mencionados.

La presencia de “extranjeros indeseables” no es concepción nueva ni en nuestro país ni en las filas del peronismo y las declaraciones de Berni, sumadas al recuerdo de esa Ley, no hacen más que repicar en mi cabeza la bajada de una vieja nota publicada en Anred.org y escrita por Ariel Kocik que arrancaba así: “La Ley 4144, o Ley de Residencia, fue duramente combatida por el movimiento obrero desde 1901. A partir de 1946, su aplicación no cayó sobre fugitivos nazis o fascistas, como se anunciara, sino sobre trabajadores contrarios a la CGT. Extranjeros como el criminal belga Pierre Day o el coronel nazi Otto Skorzeny no fueron alcanzados por esta ley, que sí se usó contra carpinteros eslavos como Antonio Dramachonek, obreros del petróleo como Francisco Apolonio Guerreiro, o la estudiante de Bellas Artes Hilda Wajselfiss, nacida en Polonia, quien ayudó a los huelguistas metalúrgicos en 1954 y fue encarcelada por decreto”.

La inseguridad es culpa de los extranjeros

En las últimas notas Berni no hace más que enumerar la nacionalidad de los delincuentes; ojo! Como dije, yo no soy especialista (ni finjo serlo) pero todo esto me genera dudas. Me invita a querer investigar porque cuando los políticos hacen tanto foco en algo, más bien siento que lo que buscan, es que desentendamos otras cuestiones. Igualmente siendo funcional, por así decirlo, hoy atendemos esta cuestión y lo hacemos también pensando en lo que bien se expresó desde CORREPI: “En el debate público, fue la cuestión de los inmigrantes la que acaparó la discusión, apenas se advirtió que se los convierte (siempre y cuando sean lo suficientemente morochos y pobres) en chivo expiatorio del altar de la inseguridad.
La proyectada norma pretende dar al estado la facultad de expulsarlos cuando los encuentre delinquiendo in fraganti, medida que contradice al propio sistema migratorio tan vociferado por el gobierno, que permite el ingreso de extranjeros con antecedentes penales en tanto no se trate de una sentencia firme. Poco esfuerzo se requiere para advertir que esos “extranjeros indeseables” pescados “con las manos en la masa” no serán los que contrabandean valijas de narcodólares para las campañas presidenciales, ni los que fletan aviones privados y hacen sus negocios con funcionarios y empresarios. Serán los bolivianos, chilenos, peruanos, uruguayos o paraguayos que se hacinan junto a los argentinos pobres en las barriadas populares, que ya soportan a diario el hostigamiento policial, y que, en lugar de las constantes detenciones por averiguación de antecedentes, serán ahora convenientemente “empapelados” para armar un sumario por hurto, tentativa de robo o lo que haga falta para habilitar su expulsión sin derecho a la defensa.”

Está claro que el fin de Berni no es expulsar del país a Socialistas (y anarquistas) pero si está claro que con ésta modificación se alimenta una suerte de estigmatización hacia el extranjero; está claro que dejaríamos de ser los habitantes del suelo argentino, iguales ante la ley y nuestra nacionalidad seria crucial.
Por citar un solo ejemplo ¿Se imaginan si, por ejemplo, Fernando Carrera fuese extranjero? ¿Creen que habría una mínima chance de enterarnos de toda la mugre y responsabilidad que la Policia tiene en lo referente a la “Masacre de Pompeya”?…
Los Códigos/Las Leyes no se hacen a las corridas pero acá pareciera que antes del 2015 hay que ocuparse de muchas cosas sin dar lugar al debate serio y a las cuestiones de fondo. Jugando con las mayorías en las Cámaras. Amparándose en la desinformación de la mayoría de la gente, del pueblo, desde el kirchnerismo se busca sancionar, sancionar y sancionar (muestra de ello es lo ocurrido con la Ley de Hidrocarburos, que pone en juego nuestros recursos a perpetuidad).

Hoy más que nunca considero que la SEGURIDAD no va de la mano de la militarización de las calles, militarización que permitiría más zonas liberadas y más pibes expuestos a la mafia policial (porque Luciano Arruga no es la única víctima de ellos) y el endurecimiento de las penas, en este país donde sólo caen los “perejiles”, sólo aumentaría el calibre de “los castigos” sin trabajar en la prevención. La SEGURIDAD va de la mano del acceso a la educación y a la saludad de calidad y va de la mano de la igualdad de oportunidades. Qué se yo, a veces las grandes verdaderas uno las encuentra hasta en las paredes del barrio ¿No les parece?