Se trata de Jean Zerbo, uno de los cinco cardenales nombrados este miércoles por Bergoglio, que había sido denunciado por el manejo de multimillonarias cuentas secretas en Suiza.
Miércoles 28 de junio de 2017 16:53
Jean Zerbo es un arzobispo de Bamako, en Mali, y este miércoles se convirtió en cardenal junto a otros cuatro arzobispos elegidos por el papa Francisco. La diferencia con Zerbo, de 73 años, es que está denunciado por el manejo de cuentas secretas en Suiza por unos 12 millones de euros.
El escándalo salió a la luz por una publicación del diario francés Le Monde y es parte de las investigaciones que lleva adelante el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), conocidas como Swiss Leaks, un sistema de evasión fiscal respaldado por la filial suiza del banco británico HSBC.
Zerbo, es uno de los tres miembros de la Conferencia Episcopal del Mali (CEM), país africano, y ya es conocido como el "cardenal millonario" tras la denuncia de Le Monde que en un artículo de fines de mayo aseguró que en 2007 el ahora cardenal contaba con varias cuentas en la filial Suiza del banco británico HSBC por unos 12 millones de euros. Según el diario el manejo de esas cuentas implicó “poca transparencia, encuentros secretos entre el clero maliense y banqueros suizos y sospechas de malversación de fondos”. Si bien las cuentas estarían a nombre de los tres miembros de la Conferencia Episcopal de Mali, en el año 2007 Zerbo estaba al mando de la Comisión de Finanzas y era responsable del manejo de los fondos.
Siendo uno de los países más pobres del mundo, la población cristiana de Mali, que es una minoría, se vio sacudida por la denuncia contra Zerbo. El escándalo fue tal que la CEM salió a contestar en forma inmediata a la publicación del diario francés denunciando como falsas las “alegaciones de malversación de fondos de los fieles”, y afirmando que “la Iglesia de Mali cumple su misión de evangelización en la dignidad y no puede utilizar el dinero sucio para anunciar el Reino de Dios”.
Sin embargo no existen explicaciones claras sobre la procedencia de esos fondos ni sobre el porqué fueron depositados en una cuenta secreta en Suiza en lugar de en el Instituto para las Obras de Religión (IOR). El IOR, que también tiene un pasado de lavado de dinero y malversación de fondos, hubiera sido al menos una opción "razonable" para guardar el dinero ya que se supone es el lugar donde lo depositan los obispos, los cardenales y otras instituciones eclesiásticas.
Las aclaraciones del actual responsable de las finanzas del CEM, Noel Somboro, no arrojan mucha más claridad. Somboro declaró que el dinero posiblemente “haya existido, pero no tengo ninguna huella”. Es decir que si las cuentas ya no existen o no hay registro de ellas, el episcopado maliense habría hecho desaparecer esos 12 millones de euros.
El escándalo se reavivó los últimos días cuando la arquidiócesis de Bamako afirmó en un comunicado oficial que el arzobispo Jean Zerbo no estaría presente durante la ceremonia en que lo convertirían en cardenal, por "razones de salud". Sin embargo, el Vaticano lo desmintió y aseguró que participaría de la ceremonia, como finalmente lo hizo.
El Vaticano había preferido no hacer declaraciones sobre los escándalos del ahora llamado "cardenal millonario", y seguramente la carta de la arquidiócesis de Bamako trataba de bajarle el perfil ante las críticas por la denuncia.
Nada de eso importó, porque este miércoles los cinco nuevos cardenales le juraron fidelidad a la Iglesia y al papa Francisco, y fue justamente Zerbo el primero en arrodillarse ante Bergolgio, que le puso el anillo de oro y su nueva vestimenta roja, para convertirlo así en un nuevo purpurado, a los que llaman "Príncipes de la iglesia".