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Red Internacional
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OPINIÓN. El nuevo discurso de Cristina Fernández: del populismo al ‘frente ciudadano’

La expresidenta inauguró un nuevo discurso político el día de su retorno al centro de la escena. Sale el pueblo y entra el ciudadano amoldado a la nueva era.

Fernando Rosso

Fernando Rosso @RossoFer

Jueves 14 de abril de 2016

Fotografía: Mario Frias Casado

La propuesta política más destacada y novedosa del discurso de Cristina Fernández en la tribuna de Comodoro Py fue el llamado a la conformación de un ‘frente ciudadano’.

‘Sé que hay muchos argentinos enojados con otros compatriotas echándole la culpa de haber votado a este gobierno’, afirmó la expresidenta. Luego explicó con tono comprensivo: ‘No se enojen con otros argentinos y les propongo conformar un gran frente ciudadano en el cual no se le pregunte a nadie a quien votó ni en qué partido o sindicato está, si paga ganancias o no, sino cómo le está yendo. ¿Te está yendo mejor o peor que antes? Y ese es el punto de unidad de los argentinos para reclamar por los derechos que les han arrebatado’.

Luego especificó la fisonomía que debería tener este frente: ‘Bueno, se me ocurren algunas ideas. Ese lugar al que habían convencido a muchos argentinos que era mi escribanía, que es el Congreso, ahí hay que ir con ese frente ciudadano y patriótico que debe estar integrado por ONG sociales, religiosas, no kirchneristas, de cualquier procedencia que sufran los derechos perdidos. A ese Congreso hay que exigirle que se convierta en una escribanía del pueblo’.

‘Unir a los argentinos’ fue una de las tres consignas vacías de la narrativa de Mauricio Macri y Cambiemos en la campaña electoral y el ‘onegeísmo’ con impronta religiosa fue uno de los componentes de la militancia ciudadana que la derecha del PRO empujó al campo de la política para complementar (adornar) ‘socialmente’ al partido de los gerentes.

Para la construcción del ‘frente ciudadano’, Cristina no dejó de reafirmar su identidad peronista, pero convocó a todos los partidos políticos de oposición, en un intento de apertura de diálogo hacia las bases sociales y políticas del massismo y hasta incluso del propio macrismo.

Este sensible desplazamiento enunciativo explica tanto las ausencias más evidentes, como aquellas que conformaban el arsenal del viejo relato ‘populista’.

Por razones obvias no habló de las políticas ajuste (e incluso de represión) que llevan adelante las administraciones provinciales en manos del Frente para la Victoria. Mientras denunció con contundencia las consecuencias del ajuste macrista.

Pero tampoco existieron en su largo discurso otros viejos enemigos como los fondos ‘buitre’ y no hubo mención alguna a la resistencia (con o sin aguante). Reclamó un perdón para los ‘traidores’ (un concepto muy ‘fuerte’, según la expresidenta), aunque dejó correr algunos silbidos y cánticos contra Diego Bossio, ‘el terrible’. Los sindicatos fueron nombrados al pasar (con reproche incluido por las medidas que tomaron bajo su gobierno) y como participantes circunstanciales que deben quedar diluidos dentro del ‘movimiento ciudadano’.

Si el discurso populista evocaba a un sujeto con pretensiones disruptivas que disolvía a la clase obrera dentro un movimiento más amplio conformado por el pueblo (forma ‘izquierdista’ de presentar la conciliación de clases con alguna fantasmal ‘burguesía nacional’), la nueva narrativa ciudadana directamente borra toda frontera y posibilidad de conflicto para la construcción de un civilizado proyecto de oposición parlamentaria, dentro los cánones que impone la nueva etapa.

El relato en construcción que debutó en Comodoro Py busca reinventar un kirchnerismo republicanizado que deje atrás los ribetes ‘populistas’ del original y desarrolle una oposición con centro de gravedad en la pelea cívica del mero parlamentarismo.

Quienes hoy sufren los despidos y el brutal ataque a sus condiciones de vida, los estudiantes y la juventud que ven violentados sus derechos y toman las escuelas o reclaman un boleto educativo frente al tarifazo, no tienen respuesta a sus necesidades urgentes en el nuevo ‘proyecto’. Excepto esperar el calendario electoralista del 2017 y para un retorno domesticado en el 2019. Destino que depende de la suerte o la desgracia de Mauricio Macri.

El ajuste salvaje reclama inmediatas medidas de lucha y resistencia, pero Cristina responde con el ‘gradualismo’ de la construcción del amplio frente ciudadano, que busque revivir desde el llano el viejo sueño de la transversalidad o la más propia ‘concertación plural’ (la de ‘Cristina, Cobos y vos’).

Al giro a la derecha que proponían las distintas variantes de las “renovaciones” peronistas, la expresidenta le opuso una alternativa por arriba y aún más a la derecha con el llamado a una ‘renovación ciudadana’.

Si el ‘populismo’ fue el relato de la primera etapa de la restauración de los gobiernos de contención pos-crisis del 2001, la nueva narrativa es la etapa superior que tiene el objetivo de la reconstrucción de un régimen político para el famoso ‘país normal’.

El ‘frente ciudadano’ es la apuesta a un movimiento político que debe librar su disputa (que no es lucha, ni combate) dentro del campo de ideas y de discurso político impuestos por los vientos de cambio (y de Cambiemos).

La llamada ‘nueva derecha’ tomó nota en su discurso de algunos de los postulados de los llamados gobiernos ‘posneoliberales’ o ‘populistas’.

En un momento de caída en desgracia de los ‘populismos’, el nuevo kirchnerismo ciudadano incorpora en espejo los fundamentos ‘republicanos’ para el relanzamiento de un flamante proyecto de oposición a su majestad.


Fernando Rosso

Periodista. Editor y columnista político en La Izquierda Diario. Colabora en revistas y publicaciones nacionales con artículos sobre la realidad política y social. Conduce el programa radial “El Círculo Rojo” que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs. por Radio Con Vos 89.9.

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