Tras la cumbre del sector encabezado por Pichetto en Gualeguaychú, dirigentes del kirchnerismo se reunieron en Catamarca junto a un sector del massismo y del randazzismo. Siguen las negociaciones pensando en el 2019.
Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran
Martes 10 de abril de 2018
“Pan”, gritan desde una punta. “Queso”, responden desde del otro extremo. El clásico ilustra el momento que vive la interna peronista, en el paso a paso por imponerse unos sobre otros hacia un incierto y por ahora improbable punto de encuentro.
El viernes 6 de abril se realizó el encuentro del “PJ Federal” en la ciudad de Gualeguaychú, encabezado por Pichetto y con la presencia de Graciela Camaño (FR) Daniel Arroyo (FR), Diego Bossio (Bloque Justicialista) y Pablo Kosiner (presidente del interbloque Argentina Federal en Diputados), entre otros. La ausencia de los gobernadores, incluido el entrerriano Gustavo Bordet, fue el dato más importante después de días en que los grandes medios habían insistido con el lanzamiento del “peronismo de los gobernadores”.
Ahora fue el turno del sector que encabezan los dirigentes kirchneristas, que se reunieron en Catamarca y contaron con la presencia de Felipe Solá (FR), Fernando “Chino” Navarro (Movimiento Evita), el randazzista Alberto Fernández y el presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez. Este último había asegurado que sería de la partida de Gualeguaychú, aunque finalmente lo bajaron a último momento y sin consulta previa. Distinta fue la suerte del massista Daniel Arroyo, quien dijo presente en ambas convocatorias. Al igual que Bordet en Gualeguaychú, la gobernadora local Lucía Corpacci finalmente decidió no asistir al encuentro.
*A la izquierda, Daniel Arroyo presente en el encuentro de Catamarca. A la derecha, en Gualeguaychú.
Cuando no los une el amor…
Tras el encuentro en Catamarca, el diputado nacional y jefe de la bancada del FpV-PJ en la cámara baja, Agustín Rossi, dijo que el Gobierno nacional “ha perdido la credibilidad de la mayoría de los argentinos” y aseguró: “Creo personalmente que estamos en una etapa en donde no solamente hay que resistir las políticas del Gobierno, sino que hay que entrar a pensar y a imaginar la Argentina post Macri. La oposición tiene que construir un nuevo sueño para el conjunto de los argentinos”.
“La política que lleva adelante el gobierno nacional para ganar las elecciones en 2019 está destinada fundamentalmente a dividir la oposición. Tenemos que ser inteligentes para dar una alternativa política y electoral que pueda iniciar una nueva etapa para los argentinos el 10 de diciembre de 2019. Por eso estamos acá, por eso para nosotros es importante tratar de transmitir este mensaje”, señaló más tarde.
En la misma sintonía se refirió Alberto Fernández, quien se adelantó en plantear la posibilidad de una gran interna del PJ: “El gobierno de Cambiemos ha llegado al poder aprovechando la división del peronismo.La unidad del peronismo es condición necesaria para poder ganar en el 2019. Por eso, los que estamos acá no necesariamente pensamos exactamente igual, peros somos capaces de convivir bajo el mismo paraguas del peronismo, sabiendo que se viene un tiempo de mucho debate y, llegado el momento, tal vez de confrontación interna”.
El dirigente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, también coincidió en el diagnóstico y sinceró que lo que los une no es haber resuelto las diferencias, sino la posibilidad de tener alguna chance en las presidenciales: “Nosotros hace un año que marcamos una posición crítica con el kirchnerismo y fuimos a las elecciones con Randazzo. El resultado fue que ganó Macri, y lo que queda claro es lo que no queremos repetir”.
Un “puente” con los que garantizan el ajuste
Días atrás, Gustavo Menéndez había asegurado que su función “es actuar de puente para contribuir a la unidad del peronismo. Toda iniciativa donde se junten más de dos peronistas, y me inviten, yo la voy a acompañar. Para el peronismo, lo antagónico es Macri”. Con ese pretexto se preparaba para asistir a la cumbre de Gualeguaychú, aunque más tarde fue dado de baja por el propio Pichetto, según informaron desde el entorno del senador.
Mientras tanto el massismo pone un huevo en cada canasta, habiendo quedado relegado tras las elecciones de 2017 y a merced de los que quedaron mejor ubicados. Mientras tanto, Arroyo se junta un día con Pichetto en un encuentro que aseguran que “con la expresidenta nada que ver” y al otro día con Filmus y Rossi, que insiste el un gran “frente antimacri que vaya desde el massismo hasta el FIT”.
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La idea de “mal menor” que encabezan abierta y activamente los dirigentes kirchneristas termina en un punto de encuentro con quienes priorizan la “gobernabilidad” del Gobierno de los ricos, los que aplican el ajuste en sus territorios, los dirigentes sindicales vendidos que dejan pasar los ataques y ponen un freno consciente a la resistencia de los trabajadores y con quienes votan las leyes a Cambiemos en el Congreso y en las legislaturas provinciales.