El Gobierno nacional anunció convenios en educación con Finlandia a días de la aplicación del plan Aprender y sobre la base de anuncios de reformas laborales y previsionales.

Federico Puy Docente | Secretario de Prensa Ademys
Viernes 3 de noviembre de 2017 11:51

El Gobierno firmó en el día de ayer en París un acuerdo de cooperación en educación con Finlandia, uno de los países reconocidos por el sistema de aprendizaje.
Según informaron, Finlandia asesorará en materia de diseño del sistema educativo y nuevas pedagogías. También en la formación docente.
Como toda comparación en educación entre política de estados, merece un análisis más profundo sobre las condiciones políticas, sociales y culturales y sobre esta base el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Solo con tomar en cuenta que en Argentina, los niveles de pobreza de la infancia son alarmantes. Según Unicef en la Argentina 5,6 millones de chicos son pobres, generando una verdadera brecha de oportunidades de desarrollo de los estudiantes. Finlandia y Dinamarca tienen las tasas más bajas de pobreza infantil, por debajo del 3%.
Pero basta ver que el sistema educativo es totalmente público en Finlandia y establece que la educación es obligatoria y gratuita y debe ser impartida por centros públicos. Tampoco se paga por los libros ni por el material escolar, y todos los niños reciben una comida caliente al día en el colegio, también gratuita. En el caso de que el niño viva a más de 5 kilómetros del centro escolar, el municipio debe organizar y pagar el transporte.
La inversión en educación es prioridad. En Finlandia en el año 2014, el gasto público per cápita fue de 2.695 euros por habitante. En 2013 fue de 2.682 euros, luego se produjo un incremento del gasto público en educación por habitante del 0,48% de 13 euros por persona. En la actualidad, según su gasto público en educación per cápita, Finlandia se encuentra en el puesto 8 de los 182 publicados. Finlandia se encuentra en el puesto 22 sobre el esfuerzo presupuestario en educación, mientras que la Argentina en el 66.
En el medio de los anuncios de reforma laborales y previsionales en Argentina contra las “jubilaciones de privilegio” que según el Gobierno incluiría a los docentes, en Finlandia preparar la clase es parte de la jornada laboral.
Los profesores no imparten tantas horas de clase como en otros países, sino que el tiempo que pasan en el aula es más reducido y destinan las horas restantes a preparar sus lecciones, investigar, organizarse o trabajar de forma colaborativa con otros docentes.
En Finlandia hay 4.800 escuelas de enseñanza primaria, secundaria y superior.
Anualmente se construyen o se reforman entre 40 y 50 establecimientos. En la Ciudad de Buenos Aires aún hay más de 11 mil chicos sin vacantes porque no se construyen escuelas y el anunció de construcción de 3 mil escuelas infantiles aún no se construyó una sola escuela. Además no hay super población aúlica habiendo entre 15 y 20 niños por aula y no hay los niveles de pobreza que existen actualmente en Argentina.
Este anuncio se da a cinco días del resistido plan “Aprender” de evaluaciones que el Gobierno quiere aplicar en todo el país. En cambio, en Finlandia la educación se personaliza. Desde los primeros años se interviene y se minimizan los porcentajes de fracaso escolar. La estructura de la pedagogía en Finlandia es de proceso, se respeta el ritmo de aprendizaje de cada niño y se huye de las pruebas y actividades estandarizadas.

Federico Puy
Docente | Secretario de Prensa Ademys