Consultados por La Izquierda Diario, Candelaria Botto, Julia Strada y Martín Kalos explicaron el impacto de la devaluación, las medidas del gobierno y lo que viene de cara a octubre.
Martes 20 de agosto de 2019 23:48
Foto * Guido Martín Sandleris presidente del Banco Central de la República Argentina / Enfoque Rojo.
Economistas consultados por La Izquierda Diario coincidieron en que los anuncios oficiales del martes por Hernán Lacunza y Guido Sandleris fueron una ratificación del rumbo anterior en materia fiscal y monetaria.
El nuevo nivel del dólar que intenta fijar el gobierno y la inflación continuarán afectando el poder adquisitivo. Las medidas paliativas del gobierno son insuficientes y no lograrán compensar la pérdida ni torcer el rumbo económico. La mira puesta en el próximo desembolso del Fondo y hasta cuánto pueden soportar las reservas del Banco Central.
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Candelaria Botto: "la devaluación va a conllevar una transferencia de ingresos"
Las conferencias de hoy, tanto de Lacunza como de Sandleris, confirmaron que se mantiene el plan del gobierno y su plan de estabilización cambiaria, sólo que antes estaba en un nivel más bajo y ahora en una banda superior. Antes había una estabilidad en alrededor de $ 46 y ahora se acomodó entre $ 57 y $ 62, que fue lo que fue variando la semana pasada. En ese sentido ambos reconocieron que va a haber un shock inflacionario que se va a vivir en agosto y en septiembre, pero su plan entonces es contener la divisa para que no pase de esos márgenes de cara a octubre.
Por un lado el reconocimiento que esa devaluación va a conllevar una transferencia de ingresos de los sectores pesificados a dolarizados a través del aumento de precios y de que las herramientas van a estar puestas de nuevo en esta estabilidad cambiaria. Después de octubre nada garantiza que no vuelva a pasar lo mismo (un salto en la divisa). Sandleris aclaró que va a intervenir en el mercado cambiario si es que el dólar aumenta más de sus “fundamentals”, que sería que aumente más de lo que tiene sentido que aumente.
El problema es que no hay un cambio en el eje del modelo económico. Vamos a seguir corriendo atrás del dólar, en ese sentido se mantiene una tasa de interés de 75 % anual y no hay ninguna medida de carácter productivo sino un bono extra para trabajadores formales y para quienes cobran la AUH, para estos dos meses electorales estas medidas que se tomaron la semana pasada. Medidas que van a ser bastante compensadas por el aumento de los precios.
¿Qué se espera para la semana? En tanto la señal del Banco Central haya sido clara y lo fue, porque empezó el mercado cambiario e intervino en la primer hora vendiendo a U$S 50 millones y marcando un precio de referencia. En ese sentido apelan a esto: un dólar a un nuevo nivel en donde de nuevo las perjudicadas somos nosotras en tanto no haya un modelo de crecimiento detrás.
Julia Strada: "ratificaron el diagnóstico económico y el rumbo de seguir con las metas del FMI"
La mañana arranca la conferencia de prensa del recién asumido ministro Hernán Lacunza, que lo que hizo fue ratificar un diagnóstico y un rumbo. En todo caso su flexibilidad, que a muchos les habrá hecho pensar que venía con otra lógica, en realidad es la misma política económica. En todo caso tal vez es aceptar las compensaciones fiscales como algo necesario y en virtud de la "disrupción cambiaria", tal como él la llamó.
Esta ratificación del diagnóstico y del rumbo es básicamente seguir con las metas del Fondo, que fue lo otro que dijo Hernán Lacunza y me parece relevante. Ellos ya están hablando de que la próxima revisión del FMI, que es la quinta revisión, tiene que dar bien. Y obviamente están pensando que ocurra el desembolso que estaba previsto para septiembre. Eso es absolutamente indispensable para el 2019, para el 2020 sigue estando en veremos.
Respecto de lo que sigue, Guido Sandleris hace lo mismo: ratifica una política monetaria contractiva y para nada hace ningún nivel de autocrítica respecto de lo hecho.
Hay un mismo diagnóstico: para Lacunza la política fiscal debe reducir el déficit y en el caso de Sandleris, la política monetaria tiene que reducir la inflación a través de altas tasas. Con lo cual no se modifica el diagnóstico ortodoxo respecto de la economía argentina.
Tenemos además el día combinado con los "repo" que se caen, que hay que pagar U$S 2.600 millones de las reservas y eso empeora el panorama financiero.
Por lo que viene, habrìa una etapa de intervención del Banco Central con ventas para contener el tipo de cambio a los valores nominales de la semana pasada. Con lo cual casi seguro que la inestabilidad seguirá siendo parte de la coyuntura económica. No se piensa en otra cosa más que en vender dólares y tener la tasa elevada.
Sigue quedando sobre el aire la introducción de regulación cambiaria en virtud de que el dólar es un bien escaso y su acceso no es un derecho humano, más aún en el contexto de restricción externa agudizada como la que tiene la Argentina.
Martín Kalos: "las medidas anunciadas la semana pasada son muy limitadas en su alcance"
Desde el gobierno hicieron dos conferencias preventivas para disipar cualquier duda e incertidumbre que pudiera generar el recambio de ministro, para mostrar que era un cambio con continuidad de todas las políticas. Y también con continuidad de las políticas que ejecutó el Banco Central la semana pasada, de intervención mucho más activa que en los últimos meses, para calmar una suba del dólar. Con claridad respecto de que para ellos el dólar está en un nivel suficiente para que no tenga que devaluarse más.
Eso no significa que no vaya a devaluarse o que no pueda devaluarse, sino que efectivamente hoy, hasta que se concrete el pass trough y la inflación coma el tipo de cambio real que se consiguió, tenés un escenario que esta similar al año 2006 en relación al tipo de cambio y la competitividad que te da sólo por precio del dólar.
Entonces ¿de qué depende de que puedan estabilizar o no? No sólo de la intervención del Banco Central, sino de cómo se considere la sustentabilidad de esa intervención, es decir, la capacidad del BCRA de seguir vendiendo reservas sin que le bajen en forma significativa. Y eso obviamente se complica en la medida que aparecen cosas como las REPO de hoy, que implicaron un pago en sí mismo.
Pero las dos variables clave a mirar son, por un lado, si sigue el goteo que la semana pasada se aceleró, la salida gradual de depósitos bancarios y principalmente como se dé la tasa de renovación de las Letes. Al Tesoro de la Nación le vencen U$S 8.500 millones en Letes de acá a las elecciones, y U$S 2.000 millones más entre las elecciones y el 10 de diciembre. La tasa de roll over que logre en los próximos vencimientos es lo que va a dar la pauta de la velocidad en la que va a ir perdiendo reservas para repagar esas Letes, ese es el dato clave a seguir.
Y el otro punto clave es que la devaluación va a generar un aumento de la inflación, que las medidas anunciadas la semana pasada son muy limitadas en su alcance.
Primero, porque no abarcan al conjunto de la población, aunque abarcan a una parte muy importante, prácticamente casi la mitad, o más de un tercio. Pero por otra parte, porque todo el conjunto de medidas es apenas el 0,3 % del PBI. Nadie podría esperar que con esa inserción de dinero, que encima tampoco está 100 % focalizada en los sectores de menores recursos, genere algún tipo de recuperación de la economía.
Es un paliativo que no llega a compensar ni siquiera la pérdida de poder adquisitivo generada por el rebote inflacionario que estamos viviendo en este segunda quincena de agosto y que seguirá en septiembre.