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Red Internacional
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Venezuela

DESFILE MILITAR EN FUERTE TIUNA. El “poder militar” del que habló Maduro este 5 de julio

Maduro, durante la conmemoración de los 205 años de la independencia, llamó a incrementar el "poder militar". ¿Cuál es su verdadero significado?

Martes 5 de julio de 2016

Este 5 de julio, cuando se celebran 205 años de la Independencia del país, el presidente Maduro afirmó que incrementará el "poder militar", al mismo tiempo que sostenía “sentirse seguro de que cuenta con la Fuerza Armada para vencer en la "guerra no convencional" que asegura afronta el Gobierno.

A la vez insistió en que va a seguir "incrementando el poder militar, una república independiente necesita un poder militar cada vez más poderoso valga la expresión, cada vez más grande (…)".

Además señaló: "Hoy 5 de julio lo digo, empezando el segundo semestre, sé que cuento con el pueblo y la Fuerza Armada para derrotar la guerra no convencional, la guerra económica y todos los mecanismos de la guerra psicológica, vamos a vencer, los convoco a la victoria, los convoco al sacrificio, los convoco a la lucha".

Maduro hizo estas declaraciones durante el acostumbrado desfile militar que se realizó en el parque militar Los Próceres, en Caracas, donde está ubicado el principal cuartel militar del país: Fuerte Tiuna.

El verdadero contenido del discurso de Maduro

Es más que sabido que la posibilidad de una conflagración militar externa no se configura entre las hipótesis más realistas. Si bien en el plano teórico político nada se puede descartar, la verdad todo el peso del discurso de Maduro apunta hacia congraciarse cada vez más con los militares, dándoles más “poder” sí, pero más centrado en los propios intereses de casta del estamento militar.

Es por eso que más allá de las declaraciones altisonantes de Maduro y del discurso patriotero que siempre se carga en estas fechas, las afirmaciones sobre el reforzamiento del “poder militar” responde más bien a sus necesidades políticas internas, en medio de la fuerte crisis política, económica y social que sacude al país. Más aún, en una situación de extrema debilidad del gobierno nacional con un chavismo en decadencia.

Es que en este marco, la cuestión central radica en que los militares han estado en el centro del tapete político en el país. Es más que sabido que constituye uno de los pilares fundamentales en el sostén del gobierno, más aún luego que el chavismo perdiera las elecciones parlamentarias obteniendo la oposición la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, y sobre todo en la pugna abierta de poderes existente en el país.

Como hemos escrito en un artículo a finales de mayo, “los militares siempre ocuparon un papel central en el chavismo, adquiriendo altos niveles de politización e involucramiento en la vida pública, política y económica del país. Esto fue una marca sello del chavismo, por la característica del gobierno de Chávez al tener fuertes rasgos de un gobierno bonapartista sui generis de izquierda, y él mismo ser oriundo del mundo militar”. Pero ese papel de los militares siempre estuvo bajo el equilibrio del propio Chávez, el hombre fuerte del país, en su papel de árbitro de la nación y sobre las clases, pero ahora con Maduro esa gravitación cambia, siendo que los militares ocupan un papel de mayor relevancia política.

En el contexto político actual que se vive, por el peso que tienen, los militares parecieran transformarse en el fiel de la balanza hacia cualquier tipo de salida política que se dé en el país. De allí el redoblamiento de las apelaciones a la unidad y lealtad de las FANB que hemos venido observando por parte de Maduro y recalca este 5 de julio.

El “poder militar” realmente, apunta al peso cada vez mayor que continúan ocupando la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Y Maduro busca garantizarse de mil maneras la fidelidad del estamento militar. En el artículo arriba indicado ya hemos detallado que no es ningún secreto para nadie la presencia de los militares sobre el tren ejecutivo con Maduro han alcanzado su porcentaje más elevado en la historia del chavismo.

Decíamos que, por ejemplo, de una treintena de ministros, actualmente diez son integrantes de las Fuerzas Armadas Nacional Bolivariana (FANB): seis activos y cuatro retirados, ocupando los cargos de mayor impacto, por lo que tienen más preponderancia en términos cualitativos. También, además de ocupar posiciones ministeriales los militares están al frente de varias gobernaciones, dirigen empresas públicas, instituciones típicamente civiles, y tienen un gran peso en el sector empresarial del Estado.

Sobre las tensiones internas entre los militares está plagada de rumores. Pero lo más seguro es que así sea, pues sería extraño que al verse obligadas a dirimir en la actual crisis política y tomar posición, las contradicciones que recorren la política nacional también se cuelan con más fuerza en las FFAA, abriendo una mayor deliberación interna.

Maduro también enfatizó, "poder militar para proteger al pueblo". Pero la realidad que se ve es todo lo contrario. En el plano interno hay cada vez más un mayor reforzamiento del poder militar pero hacia una mayor militarización vía los llamados “planes de seguridad”. Planes que dicho sea de paso aplaude la derecha de la MUD.

Como parte de este reforzamiento militar, se ha creado un fuerte plan represivo, Operación para la Liberación del Pueblo (OLP) que tiene como foco la militarización de los barrios pobres, los grandes operativos militares donde la población es aterrorizada con el despliegue militar y abusos de todo tipo, y hasta imponiendo reales toques de queda en los mismos. Para ello se gastan millones en el reforzamiento de todo este aparataje militar.

Más que “proteger al pueblo”, es más bien para el chavismo protegerse y buscar una sobrevida política en medio de la crítica situación nacional, ya sea en el marco de una transición post chavista pactada, o por algún desenlace inesperado donde los militares ocupen un rol directamente central.

Pero el papel que pueda venir a jugar las Fuerzas Armadas aún está por verse, tanto para ejercer su peso por una transición más acelerada en el país como para venir a ejercer un rol que puede abrir escenarios de mayores convulsiones políticas.

Por todo esto es que hemos venido rechazando el “estado de excepción” decretado por Maduro y alertar al pueblo trabajador sobre el peligro que representa el creciente papel de los militares, sea apoyando a Maduro, sea volcándose a apoyar una “transición” pactando con la derecha, con el imperialismo y el Papa en la trastienda.