El gobierno golpista de Temer no se privó de demostrar su servilismo: ni bien terminó el recuento de votos y se confirmó el triunfo de Donald Trump en los Estados Unidos, se apresuró a felicitarlo.
Jueves 10 de noviembre de 2016
El golpista Michel Temer felicitará a Trump por su triunfo, según fuentes del gobierno. Según el Planalto, Temer “resaltó las fuertes relaciones institucionales entre los dos países y elogió el tono equilibrado del primer discurso de Donald Trump luego de la confirmación de los resultados.”
Gran parte de los analistas económicos de la burguesía brasilera ha hecho declaraciones frente a la nueva administración en Washington. Entre otros, Welber Barral, socio de Barral M Jorge Consultores y exsecretario de Comercio exterior, afirmó que las exportaciones agrícolas brasileras pueden verse afectadas por el proteccionismo del programa de Trump. “También puede haber efectos sobre los precios en el mercado internacional, ya que los Estados Unidos son competitivos en el sector y cuentan con un gran volumen de producción y consumo. Se verían afectados prácticamente todos los productos agrícolas de la pauta brasilera, principalmente soja, algodón, azúcar, maíz y etanol”.
Otros prefieren resaltar que Brasil no es prioridad para Trump, para amenizar el pánico de los empresarios nativos. “Trump no mencionó a Brasil a lo largo de su campaña. No tiene contactos importantes por aquí ni interés en asuntos estratégicos que se refieran al país”, afirmó Ricardo Sennes, coordinador general del Grupo de Análisis de Coyuntura Internacional (Gracint) de la Universidad de San Pablo (USP).
Los abiertamente golpistas no sustentan estas tesis de que los mercados brasileros están fuera del radar de Washington y tienen la propia. “Un mundo en que las grandes economías desarrolladas se encuentran más inestables o incluso coqueteando con el populismo no es buena noticia para un país que necesita implementar un profundo ajuste económico, como Brasil”, afirmó João Augusto de Castro Neves, director para América Latina de la consultora de riesgo político Eurasia Group. El gobierno de Temer se alimenta de estos últimos temores e intenta transmitir “cordialidad” al nuevo soberano, para el fortalecimiento de las relaciones con los Estados Unidos (y el debilitamiento del Mercosur), siendo este el tono elegido de la nota emitida por José Serra, al frente de Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores).
