Panorama económico. El presupuesto de humo del ministro candidato y el condicionamiento del FMI

La inflación de agosto de 12,4% y de los alimentos de 15,6% fueron un massazo para los bolsillos de las trabajadoras y los trabajadores tras la devaluación que aplicó Massa para el Fondo. En su rol de candidato el ministro de Economía anunció una serie de medidas para contener el impacto del salto del dólar como los cambios en Ganancias para un sector de la clase trabajadora (una demanda histórica ya que el Salario no es Ganancia), suma fija, devolución del IVA con un tope mensual. Medidas para la campaña electoral, como también hizo el expresidente Macri tras su derrota en las PASO de 2019, pero que no permiten recuperar todo lo perdido en estos años.

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Estos anuncios no fueron del agrado de Estados Unidos. El subsecretario del Tesoro norteamericano para Asuntos Internacionales, Jay Shambaugh, afirmó que “el FMI debe estar dispuesto a retirar su financiación si un país no toma las medidas necesarias”, al disertar ante el Center for Global Development. Un chantaje desde el norte a pesar que el ministro cumple con los pedidos del Fondo como la devaluación tras las PASO. Sin embargo, Massa en estos meses se juega a reducir la brecha con Javier Milei, poder estar en carrera para una segunda vuelta y sus últimas medidas apuntan a eso. La próxima revisión del FMI será en noviembre, quizás en pleno ballotage, pero para llegar a ese mes falta una eternidad dada la situación actual.

Golpe al bolsillo

En agosto sobró mucho mes al final del sueldo y septiembre anticipa que será similar. No es una sensación, es la pérdida del poder adquisitivo. Según un informe de Cifra de la CTA, si se mide el poder de compra de alimentos del salario registrado se observa una baja de casi el 8% entre diciembre de 2019 y junio de 2023 durante el Gobierno del Frente de Todos. “Este salario medido en alimentos resulta así 25% menor que el de diciembre de 2015”, agrega el documento. La situación es más grave para los trabajadores informales cuya pérdida del poder de compra fue superior.

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Cifra también evaluó el impacto de la suma fija de $30.000. Sólo para el 50% de quienes menos ganan compensarían el incremento de precios de septiembre y sólo para el 25% que menos gana podría llegar a empatar la inflación de agosto y septiembre.

Para los sectores de menores ingresos el deterioro del poder de compra es alarmante. En lo que va de 2023, el Salario Mínimo Vital y Móvil perdió casi un tercio (-32,7%) de su poder adquisitivo del promedio de 2015, y en relación con diciembre de 2019, en agosto se ubicó casi 8% por debajo. El Plan Potenciar es la mitad del salario mínimo, y aproximadamente el 67% del total de titulares activos son mujeres. En tanto, el poder adquisitivo de la Asignación Universal por Hijo cayó 35% en el promedio de los ocho primeros meses de 2023 en relación a 2015, según datos de Cifra. Hay un fuerte deterioro de los ingresos de las mayorías populares, por eso las medidas oficiales tienen gusto a poco. Los “últimos” no fueron los “primeros” como repitió este Gobierno.

Presupuesto 2024: papel mojado y las metas del Fondo

El viernes a última hora el Gobierno envió el proyecto de Presupuesto 2024 al Congreso aunque se trataría después de las elecciones generales como pidió el candidato Javier Milei. Otra concesión oficial al mal denominado libertario, quien se jacta de impulsar un ajuste mayor. El proyecto puede ser papel mojado si el ministro candidato pierde las elecciones y el Presupuesto naufraga en el Congreso ante la incertidumbre por el cambio de signo político y la transición.

El Presupuesto enviado al parlamento prevé metas de ficción como la inflación y el tipo de cambio proyectado. Para 2024 considera una inflación en diciembre de 69,5% interanual, un dólar a $607 y una recuperación de la economía de 2,7%. Vale recordar que en el Presupuesto de 2023 (ya con Massa como ministro de Economía) se proyectó un crecimiento del PIB de 2%, una inflación de 60% (diciembre interanual), y un dólar a fin de año de $269,9. En el proyecto de 2024 reconocen para 2023 una caída de la economía de 2,5%, inflación a fin de año de 135,7%, y un tipo de cambio a $365,9. En criollo, no pegaron una.

Massa candidato sale con un spot esperanzador, pero Massa ministro manda un presupuesto con una inflación proyectada del 70% y un dólar a $607 para el año 2024 y el Massa que gobierna había previsto una inflación del 60% para 2023 y ahora dice que será de 135,7%. Cómo no creerle.

— Myriam Bregman (@myriambregman) September 16, 2023

No es casual incluir una inflación baja como hicieron varios gobiernos. Las partidas de cada Ministerio y área pública dependen estrechamente del poder de compra de cada peso que reciben, por ello es importante el dato de inflación, para que no se licúe su poder real, como ocurrió este año con partidas como AUH, jubilaciones, entre otras.

El Gobierno busca ocultar el ajuste porque los ingresos y los gastos superan la inflación de fin de año proyectada. Pero el Presupuesto ratifica las metas de déficit fiscal que pidió el FMI. El proyecto prevé un déficit fiscal primario (sin considerar intereses de deuda) de 1,9% del PIB para este año y de 0,9% para 2024, tal como se acordó con el Fondo y lo incluyó en su último staff report. También se incorporó el recorte de subsidios a la energía como pidió el organismo multilateral.

Las principales partidas ajustadas en 2024 en términos reales considerando la inflación promedio del presupuesto (97,34%) del año próximo son: Educación y Cultura (-2,35%), Vivienda y Urbanismo (-0,71%), Agua Potable y alcantarillado (-0,60%), subsidios a la energía (-17,75%). En caso de tomar una inflación superior como calcula el Relevamiento de Expectativas de Mercado que publica el Banco Central (124,7%) pierden en términos reales Salud, Educación, Vivienda, Prestaciones a la Seguridad Social (jubilaciones, pensiones), entre otras.

En el caso de las partidas para los ministerios en 2024 con una inflación de 97,34%, habrá una pérdida en términos reales en los ministerio de Mujeres, Género y Diversidades (-13,85%), Ambiente y Desarrollo Sostenible (-5,33%), y Desarrollo Social (-6,86%), entre otros.

Para el año próximo se asignan para los Servicios de la Deuda Pública [1] $6.496.376 millones. Si bien disminuye en términos reales en relación a 2023, lo destinado a la deuda representa 2,5 veces el gasto en salud y 8,8 veces el gasto en Vivienda y Urbanismo.

La deuda otra vez es una hipoteca sobre las espaldas del pueblo trabajador. El Fondo con las revisiones que realiza sobre la economía argentina tiene el poder de controlar al país, los especuladores también hacen negocios con la deuda. La semana pasada la congresista demócrata de Estados Unidos, Alexandria Ocasio-Cortez, denunció que el magistrado Samuel Alito de la Corte Suprema de Estados Unidos, cuyo fallo favoreció a los fondos buitres tiene un vínculo de amistad con Paul Singer, titular del fondo buitre NML. Alito compartió un viaje de pesca con Singer en 2008 y todos los gastos fueron pagados por Singer. Mauricio Macri fue quien decidió pagar todo lo que los buitres exigieron con el aval del Congreso, y el apoyo del peronismo, incluido Sergio Massa. El fondo NML de Paul Singer obtuvo un rendimiento de 1.308% respecto del capital invertido. A pesar de las denuncias del Frente de Todos sobre las irregularidades de la deuda decidió reconocer esta estafa.

Los principales candidatos coinciden en honrar la deuda. Solo el Frente de Izquierda Unidad plantea otra salida: el desconocimiento soberano de la deuda basado en la movilización obrera y popular; y un programa de reorganización económica y social en beneficio de las mayorías populares.

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[1]: Excluye los intereses pagados a activos de la Administración Nacional en posesión de organismos de la Administración Nacional, principalmente FGS.