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Red Internacional
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Tribuna Abierta. El presupuesto y la devaluación que se viene

El Presupuesto Nacional es la principal herramienta que el Gobierno Nacional tiene para mostrar la orientación de sus políticas públicas. ¿Que muestra el presupuesto enviado del 2017?

Lunes 19 de septiembre de 2016 12:12

El Presupuesto Nacional es la principal herramienta que el Gobierno Nacional tiene para plantear ante la sociedad la orientación de sus políticas públicas y el contexto macroeconómico en el cual espera que se desarrollen los próximos años. Por tanto, su análisis permite extraer conclusiones relevantes sobre lo que el Gobierno prevé que ocurra. Más aún, dado que se trata del mayor actor en la economía de cualquier nación, sus políticas incidirán decisivamente en que ese escenario se cumpla o no.

El Presupuesto 2017 arroja luz sobre lo que el Poder Ejecutivo Nacional espera que ocurra con la cotización del dólar, hoy librada a los movimientos de oferta y demanda del mercado. El Poder Ejecutivo Nacional explicita en sus proyecciones macroeconómicas que espera que el dólar se devalúe levemente por encima de la inflación durante los próximos tres años: tras promediar $ 14,99 por dólar en 2016, devaluará un 19,5% el año que viene para promediar $ 17,92. En 2018 se devaluará otro 18,4% y en 2019 un 10,9%. Si el tipo de cambio se desviara significativamente de esta previsión, impactaría sin dudas en el escenario macroeconómico que espera el Gobierno – por ejemplo, en sus previsiones de crecimiento, endeudamiento, reducción de la inflación y comercio exterior -.

Además, la proyección de inflación es también discutible (aunque esto queda fuera del alcance de este artículo): si efectivamente resulta mayor que la franja entre 12% y 17% en la cual el Gobierno prevé que se ubique en 2017, entonces significará que se necesitará una devaluación mayor que 19,5% para concretar el objetivo de mejorar la competitividad de la producción nacional.

Sin embargo, supongamos que la previsión realizada por los equipos económicos de Macri es correcta. Esto permite ver lo que el Gobierno espera para lo que queda del año. Habiendo transcurrido ya 176 días hábiles de 2016, el dólar cotizó en este lapso a $ 14,31 en promedio. Es decir que para que se cumpla la estimación de que el promedio anual para 2016 será de $ 14,99, debería producirse hoy una devaluación del 11,6%, que llevaría al dólar a cotizar a $ 16,58. Cuanto más tarde en concretarse esa devaluación que el Gobierno espera que ocurra en lo que resta del año, mayor deberá ser esa devaluación, para llevar el promedio anual al estimado en el Presupuesto 2017 confeccionado por el Ministerio de Hacienda. Es decir que el Gobierno espera una devaluación relativamente fuerte en los próximos meses, para terminar el año más cerca de los $ 17.

Como ya se comprobó (una vez más) con la devaluación de fines de 2015, este tipo de movimientos del tipo de cambio puede dar un aire relativo a los sectores que venden al extranjero, pero ese aliciente es temporal; y en contrapartida fogonea la inflación, principalmente de alimentos y bienes de primera necesidad que son el principal gasto de los hogares de menores recursos. Una devaluación sin políticas de redistribución de ingresos implica entonces mayor pauperización y exclusión social, en un país que desde hace décadas ya tiene niveles de pobreza demasiado altos como para continuar desatendiéndolos.