El pontífice volvió a juzgar al matrimonio gay, abrió las puertas a los divorciados y las uniones de hecho llamando al respeto por la familia.
Tomás Máscolo @PibeTiger
Sábado 9 de abril de 2016
Agiornandose a la época, hizo un llamado a los sacerdotes de todo el mundo para que acepten y reciban a los divorciados.
La Iglesia busca cambiar el trato que se les da a los divorciados que deciden volver a casarse, y para esto el Papa Francisco decidió dar su visto bueno: "No es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación llamada ’irregular’ viven en una situación de pecado mortal", sostuvo.
La noticia que se viralizó, muestra a la Iglesia haciendo una invitación a aquellos divorciados que quieran volver a casarse asegurándoles "que son parte de la Iglesia" y recordándoles claramente que "no están excomulgados".
La segunda exhortación apostólica de Francisco, "Amoris Laetitia" ("La alegría del amor"), fija las líneas de la Iglesia sobre la familia y el matrimonio e invita ante todo a "acompañar, discernir e integrar". El pontífice argentino decidió convocar dos sínodos sucesivos sobre un mismo tema para instar a la Iglesia a reflexionar y actualizarse ante las transformaciones de las sociedades modernas."No todas las discusiones doctrinales deben ser resueltas con intervenciones magisteriales", advierte.
En la segunda exhortación de su breve pontificado, Francisco acepta las uniones prematrimoniales como un paso adelante "hacia el camino de la plenitud del matrimonio y de la familia" y reconoce las numerosas razones por las que las parejas, según el contexto social y cultural, deciden convivir.
Pero como dice el dicho, aunque el mono se vista de seda, mono queda. Si bien, pretenden lavarse la cara con un discurso progresista para con los divorciados, la Iglesia Católica insiste en que los matrimonios homosexuales no son el equivalente de los heterosexuales.
En el nombre del padre y la culpa
En el capítulo en el que aborda las relaciones homosexuales, el Papa reitera que toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser "respetada en su dignidad" procurando evitar "toda discriminación injusta". Sin embargo, considera "inaceptable" la equiparación de las uniones homosexuales con el matrimonio entre un hombre y una mujer, y subraya que "no existe fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas", entre ambas realidades.
Durante el año pasado comparó a la ¨teoría del género¨ con doctrinas impuestas por el nazismo y el fascismo italiano. No conforme con esto arremetió con la concepción biologisista comparando a transexuales con bombas nucleares, imponiendo dos identidades existentes, que se construyen a partir de la genitalidad. De esta forma ubica a la sexualidad con un único fin, la reproducción: “La verdadera custodia de la creación no tiene nada que ver con las ideologías que consideran al hombre como un accidente, como un problema de eliminar. Dios ha colocado al hombre y la mujer y la cumbre de la creación y les ha confiado la tierra”, dijo.
No se puede esperar de un burro más que una patada, así como del clero un sentido común oscurantista. En “defensa” de la familia ha dicho sobre el divorcio, las uniones homosexuales, el aborto, etc; que están “convencidos que afecta no solamente a la vida de dos personas, se afecta a la misma sociedad que se va deteriorando”. Claramente una doble moral, que por un lado defiende la familia y la “niñez”, mientras que por el otro es la institución reconocida por proteger y ocultar a centenares de curas pedófilos en sus filas.
Tomás Máscolo
Militante del PTS y activista de la diversidad sexual. Editor de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.